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  • Efecto Shein y Temu: este año salió la segunda mayor cantidad de dólares por importaciones de la última década

    Parana » NSA

    Fecha: 31/12/2025 12:12

    La Argentina cerrará 2025 con un crecimiento importante en el volumen de importaciones, a tal punto que alcanzará un récord, superando incluso el máximo previo de 2017 e incluso a los niveles de la década del 90, al menos en lo que se refiere a la participación en la economía local. Así surge de datos relevados por la consultora Abeceb. En el acumulado a noviembre, las compras externas rozaron los US$ 70.235 millones, lo que representa un salto interanual del 27%. Para el total del año los privados estiman que serán unos US$ 77.500 millones. Si se toma en cuenta la última década, esa marca es solo superada por la de 2022, con US$ 81.523 millones. En el resto de los últimos diez años aparecen: US$ 60.203 millones en 2015 US$ 55.610 millones en 2016 US$ 66.703 millones en 2017 US$ 65.441 millones en 2018 US$ 49.125 millones en 2019 US$ 42.354 millones en 2020 US$ 63.184 millones en 2021 US$ 73.714 millones en 2023 US$ 59.500 millones en 2024 Para entender la magnitud de este movimiento vale comparar algunas cifras. Al medir lo que ocurrió en 2025 con la de la década del 90, la principal diferencia no es solo cuánto se importó en cada período, sino cuánto representa ese flujo con relación al tamaño total de la economía argentina (el PBI). Durante la década del 90, con una apertura económica muy palpable, el ratio de importaciones sobre el PBI se mantuvo en niveles moderados si se los compara con la actualidad. En promedio, las importaciones representaban entre el 7% y el 11% del PBI, aunque tuvieron un pico en 1998 -el año de mayor actividad económica y consumo de esa década-, cuando quedó levemente por encima de 12%. Para Abeceb, ese ratio cerrará en 2025 en 16,3%. Mirá también Mirá también Pago de deuda: el Gobierno invitó a los bancos internacionales a participar del tercer préstamo REPO Detrás de esta cifra hay una combinación de factores que incluyen la recomposición de stocks, el regreso del financiamiento comercial y la eliminación de trabas burocráticas como las antiguas SIRA. Más allá de todo esto, el dato que enciende las alarmas en sectores industriales es el cambio drástico en la composición de los productos que ingresa al país: el protagonismo ya no está en los insumos para producir, sino en los productos terminados que llegan directamente a la estantería o a la puerta del consumidor. De acuerdo con la lectura de Abeceb este fenómeno no se debe ver como una «sobre importación desmedida», sino como el resultado de una economía más compleja y una normalización de reglas tras años de restricciones severas. Natacha Izquierdo, directora de Operaciones de Abeceb, explica que la Argentina atraviesa un «desacople transitorio entre el flujo importador y la producción local, propio de un proceso de normalización tras años de distorsiones cambiarias. Lo que distingue a este ciclo de otros períodos de apertura es el «mix» de la canasta importadora. Mientras que los bienes intermedios crecieron un modesto 6,2%, las categorías de productos finales mostraron cifras explosivas: la importación de vehículos creció 109%, y los bienes de consumo treparon un 58,3%. Este patrón indica que el mercado está demandando productos listos para usar a una velocidad mucho mayor de lo que la industria local puede procesar o competir. Este cambio de paradigma se siente particularmente entre las fábricas nacionales. Mientras las importaciones vuelan, la industria local no encuentra un punto de equilibrio y desde agosto muestra números negativos: 4,4% en agosto, 0,7% en septiembre, 2,9% en octubre y por encima de 6% en noviembre (según informes privados). En medio de todo esto, la consultora también pone el foco en el boom Shein, sin dudas el fenómeno más disruptivo del año en lo que tiene que ver con el ingreso de productos del exterior. El régimen de courier o ´puerta a puerta´ se consolidó como el canal de mayor expansión, con un crecimiento interanual del 291,8% a noviembre. Impulsado por la estabilidad cambiaria y la integración con plataformas globales de e-commerce transfronterizo como Shein y Temu, que están reconfigurando el consumo minorista argentino, apunta Abeceb. Shein, uno de los gigantes online chinos que cambió el mapa de muchas industrias. Foto: Reuters. Aunque en términos macroeconómicos el courier representa el 1,1% de las importaciones totales, es decir unos US$ 789 millones, su impacto a nivel micro es profundo para algunos segmentos. Se convirtió en competencia directa para industrias locales como la indumentaria, el calzado y los pequeños artículos del hogar. El consumidor hoy accede a una oferta diversificada y a precios globales con solo un clic, lo que genera beneficios en el bienestar del usuario pero pone en jaque la estructura productiva tradicional, explica el trabajo. Además, remarca que este salto se explica porque la estructura productiva actual es más compleja y requiere de más componentes globales, pero también porque el consumo de bienes finales recuperó un peso que no se veía desde finales del siglo pasado. - Raro - Asqueroso - Divertido - Interesante - Emotivo - Increible

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