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» Clarin
Fecha: 31/12/2025 11:37
El Gobierno designó un directorio en la Casa de la Moneda, al frente del cual estará el exinterventor Pedro Cavagnaro, y dio por finalizada la intervención que cumplió más de un año en noviembre. De esa manera, buscan completar la reestructuración en marcha del organismo creado hace 150 años para imprimir los billetes del Banco Central, antes de su privatización. "Finalmente se constituyó directorio el viernes y será presidido por quien era el interventor, no hay un plazo para la privatización porque todavía se tienen que terminar los procesos de reestructuración y sobre todo el tema de deuda, que se están estableciendo acuerdos", confirmaron fuentes oficiales al tanto de los cambios, tal como había anticipado Clarín la semana pasada Durante la intervención, el mendocino Cavagnaro paralizó la impresión de billetes para importarlos en su mayoría desde China, y redujo la plantilla de 1.300 a 600 empleados a través de retiros voluntarios y telegramas de despido con el pago de indemnizaciones al 50%. El próximo paso es convertir el organismo en Sociedad Anónima, pero primero quieren regularizar las deudas por más de US$ 300 millones. El capítulo involucra a empresas locales e internacionales, quienes reclaman a través de embajadas y gobiernos por el pago de tintas, billetes y otros insumos importados durante la gestión de Alberto Fernández y la de Javier Milei. En ese marco, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de España (FNMT), popularizada por la serie de La casa de papel, visitó dos veces a Cavagnaro desde octubre pasado. La institución presidida por Isabel Valldecabres Ortiz integra el club de acreedores que pide cumplir el plan de pagos ofrecido por la Casa de la Moneda, bajo la órbita del Ministerio de Economía. Necesitado de divisas para atender a los bonistas, Luis Caputo ordenó pagarles en hasta 12 cuotas, sin cubrir los intereses, según pudo saber Clarín. La expectativa era que se liberaran fondos tras la aprobación del Presupuesto 2026, pero todavía esperan señales. Francia también monitorea la situación de la fabricante de billetes Oberthur y la productora de tintas alemana GSI, a la la cual se sumó el gobierno galo como nuevo accionista. Durante la visita organizada por la embajada en octubre a la Argentina, las multis francesas hablaron de inversiones y de la deuda pendiente. El tema habría llegado a la agenda del presidente francés Emmanuel Macron en su gira del mes pasado. Más complicada parece ser el caso de KBA, la fabricante mundial de impresoras de billetes. La gestión de Fernández le compró dos máquinas nuevas a la firma suizo alemana para abastecer de billetes al BCRA en medio de la disparada inflacionaria. La primera llegó en 2002 y la segunda, dos días antes de la asunción de Milei. La Libertad Avanza trató de devolverlas sin éxito, por lo que siguen inutilizadas. Mirá también Diferente fue la suerte de la fabricante mundial de tintas SICPA, la única que cobró el año pasado unos US$ 80 millones en bonos del Tesoro. El acuerdo representa casi el 30% de la deuda total del organismo. Cavagnaro los recibió seis veces a los representantes de la firma suiza en 2025. La idea es traspasar a ARCA los instrumentos fiscales de control y trazabilidad, como la impresión de estampillas de paquetes de cigarrillos, que utilizan la tecnología suiza. Por otra parte, hay deudas con la Casa de la Moneda de Brasil, la argentina Permaquim y la imprenta estatal china China Banknote Printing and Minting Corporation. El gigante asiático se convirtió en el proveedor casi absoluto de la Argentina cuando el gobierno de Milei dejó de imprimir billetes y pasó a importar el 85% desde Beijing, desplazando a Alemania, Francia, Brasil y Estados Unidos. Según datos del Banco Central, el Gobierno importó en los últimos dos años al menos 1.420 millones de billetes con un costo total de US$ 72 millones. China le vendió billetes de $ 10.000 y $ 20.000 por un valor de entre US$ 48 y US$ 58 el millar de unidades. Esos precios calificados de "dumping" en el mercado fueron casi un knock out a la estadounidense Crane, que pasó a imprimir el 15% del total desde Malta. "La embajada de Estados Unidos está muy preocupada por el monopolio de China en la fabricación de los billetes argentinos y están muy molestos. A la empresa Crane no le deben nada de dinero, pero quedó prácticamente fuera del negocio de billetes terminados con el BCRA al igual que todo el resto de impresoras de billetes que no van a perder más el tiempo haciendo ofertas", señaló una fuente con conocimiento. El plan de ajuste de la Casa de la Moneda contempla otros pasos previos para avanzar en la privatización. Si bien Cavagnaro suspendió los despidos por las fiestas tras recortar más del 50% del personal mediante un Proceso Preventivo de Crisis (PPC), en la Agencia de Transformación de Empresas Públicas dirigida por Diego Chaher consideran que ese proceso no terminó. El argumento es que el organismo está sobredimensionado, con grandes costos operativos y fuertes deudas. En ese marco, el Gobierno transfirió inmuebles, como un predio que funcionaba desde hace 70 años como jardín maternal para los empleados y pasó al Ministerio de Justicia. Y resta finalizar el traspaso de funciones, como la operación de dos billeteras virtuales a ARSAT y la fabricación de pasaportes al RENAPER. Todo esto genera tensiones. En la última audiencia en el marco del PPC, ATE denunció un nuevo intento de "vaciamiento", reclamó la participación de la Casa de la Moneda en las licitaciones del BCRA para imprimir billetes y pidió auditorías validadas por la Auditoría General de Nación, cuyos resultados del 2024 aún no aparecen en su sitio. "No hay resolución de la secretaría de Trabajo que reconozca la crisis de la empresa", señalaron en el gremio. Sobre la firma Mirá también Mirá también Newsletter Clarín
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