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Parana » Uno
Fecha: 31/12/2025 08:06
César Rothar tiene 38 años, es de Basavilbaso y su historia no empieza en una pista ni en una largada, sino en un punto de quiebre. Hace seis años llevaba una vida completamente sedentaria, pesaba 111 kilos y las actividades cotidianas comenzaron a volverse una dificultad. Hoy corre maratones, entrena seis días a la semana y se prepara para volver a Atenas en 2026, con un objetivo personal y otro colectivo: que más personas se animen a cumplir el sueño de correr en la cuna histórica del atletismo. Del sedentarismo al sueño de la Maratón de Atenas El oriundo de Basavilbaso, César Rothar, pasó de una vida inactiva a correr maratones y hoy invita a otros a sumarse rumbo Grecia 2026. El entrerriano protagonizó en 2024 una de las experiencias más significativas de su vida deportiva al completar la Maratón de Grecia, el recorrido que une la ciudad de Maratón con Atenas, en un circuito cargado de simbolismo y tradición. Fue su primer maratón oficial, completado en 3 horas, 41 minutos y 7 segundos, entre más de 20.000 corredores de todo el mundo y dentro del reducido grupo de argentinos que formaron parte de la competencia. Detrás de ese logro hay un proceso largo, gradual y sostenido en el tiempo. Rothar no habla de milagros ni de recetas rápidas, sino de cambios de hábitos, constancia y respeto por cada etapa. Hoy, con un presente activo y un futuro marcado por nuevos desafíos, decidió compartir su camino para motivar a otros, incluso a quienes nunca corrieron, a dar el primer paso. La entrevista con César Rothar El cambio empezó cuando me di cuenta de que así no podía seguir, recuerda Rothar al reconstruir el momento que marcó un antes y un después. Tenía 32 o 33 años, me costaba agacharme, atarme los cordones, vivía cansado. No era solo una cuestión estética, era una sensación general de agotamiento, cuenta a UNO. Lejos de encarar una transformación inmediata, eligió un camino progresivo. Yo lo pensé como un cambio de hábito sostenible. Las dietas rápidas no funcionan, el rebote siempre está. Había que hacerlo paso a paso, explica. El primer año estuvo enfocado en bajar de peso a través del entrenamiento funcional, una disciplina de movimientos controlados y bajo impacto. Así logró perder cerca de diez kilos antes de comenzar a correr. Recién cuando alcanzó los 98 kilos empezó a alternar caminatas con trotes breves. Arranqué con cien metros, después sumé distancia y me fui enganchando con el running. Hoy es algo apasionante, es el momento del día donde desconectás de todo, describe. La rutina se fue intensificando hasta entrenar seis días por semana, combinando trabajo físico con actividad aeróbica. Uno de los mayores desafíos estuvo en la alimentación. Eso fue lo que más me costó. Al principio bajaba de peso solo entrenando, pero cuando empecé a preparar distancias largas entendí que tenía que acompañarlo con una buena alimentación, reconoce. El cambio no fue inmediato, sino parte de un aprendizaje que llevó años. La idea del maratón apareció como un objetivo a mediano plazo. Primero fue correr 8, después 10, después 21. Escuchaba mucho la palabra maratón, pero entendí que son 42 kilómetros y una historia muy especial, señala. En octubre de 2023 tomó la decisión junto a su entrenadora: debutar en los 42 kilómetros y hacerlo en Grecia. Era mi primer maratón y dije: si va a ser algo tan importante, hagámoslo en el lugar más simbólico. Atenas es un sueño para cualquier corredor, relata. El viaje también tuvo un condimento personal: fue su primera experiencia internacional y la vivió junto a su hijo, que entonces tenía 12 años. Fue todo nuevo: el idioma, el viaje, la carrera. Fue una experiencia inolvidable. Del sedentarismo al sueño de la Maratón de Atenas Hoy, con la mira puesta en noviembre de 2026, Rothar se prepara para volver. Esta vez no lo hará solo. A través de sus redes sociales impulsa el desafío Valentía de cumplir sueños, un proceso de 365 días de entrenamiento documentado día a día, que culminará nuevamente en la maratón griega. Ya hay varios entrerrianos y argentinos confirmados, algunos para los 42 kilómetros y otros para la carrera de 10, pensada para quienes recién se inician. Mi idea es promover la actividad física. Yo no soy profesor ni nutricionista, solo cuento mi experiencia. Bajé casi 30 kilos y sé que no es fácil. Si a alguien le sirve para salir a moverse, ya está, afirma. En ese camino recibe mensajes de personas que se animaron a empezar a entrenar gracias a su testimonio. Para Rothar, la edad no es un límite. La maratón es increíble porque no discrimina. El más rápido la corre en dos horas y pico, y el más lento tiene hasta ocho. Lo maravilloso son las historias: gente con problemas de salud, personas de 60, 70 años que la terminan. Eso es calidad de vida, destaca. Actualmente entrena con una carga semanal que varía entre 60 y 120 kilómetros, combinando gimnasio, fondos largos, trabajos de velocidad y trotes regenerativos. Cualquiera puede correr, pero hacerlo con un profe es clave. Tener un plan marca la diferencia, remarca. Antes de despedirse, deja una invitación abierta: Quien tenga el sueño de correr en Atenas, que se comunique. Vamos a ir varios entrerrianos y argentinos. Entre varios, siempre es más fácil. Este es mi instagram: cesarrothar. El oriundo de Basavilbaso eligió correr, pero sobre todo eligió cambiar. Y hoy, mientras se prepara para volver a la cuna del maratón, busca que su historia sea también el punto de partida para otros.
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