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Fecha: 30/12/2025 11:38
El cierre de 2025 encontró a Córdoba consolidando una política energética con fuerte anclaje en el agro. En un año atravesado por debates sobre competitividad, costos logísticos y sustentabilidad, el balance de los programas provinciales de biocombustibles volvió a poner en primer plano el rol del maíz y de las cadenas agroindustriales como proveedoras de energía. Leé también: Crece la confianza del campo en el Gobierno y alcanza el máximo nivel de los últimos 5 años Durante el encuentro de presentación, se repasaron los principales hitos alcanzados a lo largo del año, con especial énfasis en aquellos proyectos que conectan directamente al campo con la generación de combustibles de menor huella ambiental. Desde el Ejecutivo provincial destacaron que transformar materias primas y subproductos en energía permite reducir emisiones, pero también generar nuevas oportunidades económicas en el interior. Producción que se transforma Uno de los ejes centrales fue la migración de flotas hacia mezclas con biodiésel y bioetanol. En el ámbito público, más de 300 vehículos fueron incorporados a esquemas de consumo con combustibles renovables, mientras que 22 municipios avanzaron en su adopción para distintos servicios. En paralelo, el sector privado incrementó su participación, con empresas vinculadas a la logística, la construcción y los servicios que superaron el millón de litros consumidos durante el año. En ese contexto, el agro encontró un capítulo especialmente relevante en la prueba piloto aplicada al transporte de cereales, desarrollada junto a entidades del cooperativismo y del transporte. Camiones que operan en zonas estratégicas del centro y sur provincial comenzaron a utilizar mezclas renovables, permitiendo evaluar desempeño, costos operativos y reducción de emisiones en uno de los eslabones más sensibles de la cadena granaria. Leé también: Un monitoreo del sueldo al plato expone mejoras en el acceso a alimentos: impacto entre los productores Durante la presentación del balance, el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos, Fabián López, puso en valor el trabajo articulado entre el Estado, el sector productivo y el sistema científico para consolidar una política de bioenergía con impacto territorial. En la misma línea, Magalí Carro Pérez, decana de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba, remarcó la importancia de que las políticas públicas marquen el rumbo y cuenten con el acompañamiento técnico y académico de la universidad, no solo para evaluar lo realizado, sino también para proyectar un desarrollo sostenible a largo plazo. En 2025 se habilitaron nuevos puntos de abastecimiento orientados a flotas y transporte pesado, y se avanzó en la consolidación de plantas de biodiésel a baja escala, muchas de ellas impulsadas por cooperativas y consorcios del interior, reforzando la idea de agregar valor en origen. Leé también: Récord de aprobación de productos genéticamente modificados para el campo en los últimos 2 años El automovilismo volvió a cumplir un rol estratégico como plataforma de validación técnica, con el uso de mezclas especiales en distintas categorías, mientras que eventos productivos y ferias sectoriales sirvieron para difundir el potencial de los biocombustibles entre productores, técnicos y empresas. En materia de innovación, se destacaron avances en bioasfaltos, materiales de baja huella y programas de capacitación destinados a operarios y cooperativas. La articulación con universidades y centros tecnológicos fue señalada como una de las claves para sostener el desarrollo. Leé también: Primer logro: productores de 9 de Julio consiguieron cambios en la tasa vial y ahora exigen un plan de obras De cara a 2026, Córdoba definió una hoja de ruta que busca dar un salto de escala, con el agro y la logística granaria como ejes centrales. El objetivo es consolidar lo ensayado durante 2025 y avanzar hacia una implementación más amplia, tanto en transporte como en infraestructura, innovación y medición de impacto ambiental, fortaleciendo el vínculo entre producción primaria, industria y energía. Líneas de trabajo previstas para 2026 - Implementación a escala provincial del uso de biocombustibles en el transporte de cargas de granos, con un universo estimado de 16.000 unidades. - Incorporación de una nueva categoría del Rally Argentino que utilizará bioetanol al 51%, como plataforma de validación técnica. - Inauguración de la primera planta de mezclado de biocombustibles con combustibles fósiles en el Parque Industrial Alta Gracia, con una capacidad de 3000 m³ mensuales. - Incorporación de una flota provincial de vehículos flex destinada a tareas de inspección, seguridad y control. - Puesta en marcha del Plan BIOCO, con una meta de reducción acumulada de 1,9 millones de toneladas de CO equivalente hacia 2030. - Expansión de la red provincial de expendio, con 10 nuevos puntos dedicados al uso de biocombustibles. - Avances en tokenización de biocombustibles y bioproductos, orientados a mejorar la trazabilidad y la gestión de impactos. Leé también:Una entidad del campo le propuso al Gobierno un paquete integral de reformas tributarias Con la mirada puesta en 2026, el mensaje fue claro: la transición energética en Córdoba busca apoyarse cada vez más en el agro, no solo como proveedor de materias primas, sino como actor central de una logística más eficiente, sustentable y con mayor valor agregado para la producción local.
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