30/12/2025 13:18
30/12/2025 13:18
30/12/2025 13:18
30/12/2025 13:16
30/12/2025 13:16
30/12/2025 13:16
30/12/2025 13:16
30/12/2025 13:16
30/12/2025 13:15
30/12/2025 13:12
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 30/12/2025 11:31
La postal que muchos creían improbable finalmente se materializó en Punta del Este. Pampita Ardohain y Nicole Neumann, figuras emblemáticas de la pasarela argentina desde hace décadas, compartieron escenario en un exclusivo almuerzo organizado por una reconocida revista, marcando un punto de inflexión en una historia de desencuentros que se remonta a los años noventa. La rivalidad que las mantuvo distanciadas durante décadas pareció quedar en suspenso mientras posaban juntas para las cámaras, acompañadas por otras celebridades y modelos en el tradicional puntapié inicial de la temporada esteña. El evento tuvo lugar en un entorno distendido, propio del verano que apenas comienza. Nicole Neumann llegó acompañada por sus tres hijas, Indiana, Allegra y Sienna, mientras que Pampita asistió sola, rodeada de colegas y personalidades del espectáculo como Sofía Zamolo, Daniela Urzi, Evelyn Scheidl, Teresa Calandra, Juana Viale, Marta Fort y Patricia della Giovampaola. La consigna de vestimenta reflejó el espíritu veraniego: Nicole optó por un vestido largo con volados y estampados coloridos, de un solo hombro, mientras que Pampita eligió un vestido de seda natural en tonos nude, recortes con transparencias y un tajo lateral, complementado por sandalias de taco bajo y un sombrero claro. A pesar de la historia que las separaba, ambas se mostraron cordiales al momento de posar para la foto grupal. Nicole se sentó en una mesa aparte junto a su círculo familiar, manteniendo cierta distancia, pero cuando las cámaras se encendieron, Pampita y Nicole compartieron el centro de la escena. Sonrieron ante los flashes y dejaron ver una convivencia pacífica, que muchos interpretaron como el cierre de un prolongado capítulo de enemistad. La imagen de ambas juntas, flanqueadas por otras modelos y celebridades, circuló con rapidez y generó una ola de comentarios sobre la aparente tregua. Durante la sesión fotográfica, la tensión habitual dio paso a gestos más relajados, aunque sin excesos de familiaridad. Las dos modelos se acercaron lo suficiente para compartir plano, pero sin abandonar cierta reserva en el contacto físico. Sonrisas medidas y miradas al objetivo formaron parte de una coreografía que, aunque espontánea en apariencia, evidenció el esfuerzo por mantener las formas y dejar atrás viejas asperezas. Terminada la secuencia de fotos, cada una retomó su lugar: Nicole se distanció con sus hijas mientras Pampita se integró con el resto de las invitadas, sellando así un momento que hasta hace poco resultaba impensable. La resonancia de este reencuentro solo puede entenderse a la luz de una enemistad que marcó a la industria de la moda argentina durante más de veinte años. El vínculo entre Pampita y Nicole nació signado por la competencia feroz de las pasarelas de los noventa, especialmente en los célebres desfiles de Roberto Giordano. Por entonces, un grupo de modelos, entre las que se encontraba Nicole, apodó Muqui a Pampita, un mote discriminatorio que la propia Carolina Ardohain denunció en reiteradas ocasiones. El origen de este apodo se adjudicó a Nicole y a Julieta Prandi, según se instaló en los medios. Leyendas de codazos, roces en los backstages y una rivalidad cada vez más visible terminaron por convertirlas en antítesis, comparadas incluso con la histórica rivalidad River-Boca por su intensidad y permanencia en el tiempo. Con el paso de los años, la relación experimentó matices, aunque nunca desembocó en una amistad. Si bien lograron limar algunas diferencias y compartieron espacios laborales como su paso conjunto por El Trece en el jurado de Los 8 Escalones, las imágenes de ambas posando juntas en producciones seguían siendo una rareza. Hasta ese encuentro en Punta del Este, los gestos de distensión eran esporádicos y el lenguaje corporal solía revelar incomodidad. El almuerzo en el balneario uruguayo se convirtió entonces en un escenario inédito, donde el pasado pareció ceder ante una convivencia adulta, impulsada por el profesionalismo y el contexto compartido. El presente del vínculo entre Pampita y Nicole se sostiene en una dinámica esencialmente profesional. Recientemente, Nicole relató en una entrevista cómo es su trato actual con Ardohain: Charlamos en situaciones que pasan. Cada una tiene su camarín, pero si en ese momento estamos, hablamos de cosas que surgen del programa. Por ejemplo, de qué bajón es cuando acompañás a un participante y no le va bien, nos sentimos re mal. O el día que eligieron al Papa, que justo grabamos juntas y charlamos en la previa de si nos gustaba, si no, por qué el nombre. Así, la modelo dejó en claro que existe un diálogo que gira en torno al trabajo compartido, lejos de los viejos enfrentamientos mediáticos. El contacto se limita a la cotidianeidad del set, sin dar paso a intimidades ni a una relación fuera del ámbito laboral. Por su parte, la dinámica en Los 8 Escalones también atravesó cambios recientes. Tras la llegada de Pampita a la conducción, Nicole decidió alejarse del ciclo para dedicarse a su familia, aunque no descartó regresar como jurado invitado en el futuro. Esto permitió que ambas pudieran establecer un modo de convivencia profesional basado en el respeto y la distancia prudente, sin caer en provocaciones. La imagen de las dos compartiendo un evento social en Punta del Este, posando para las cámaras y dejando entrever un clima de cordialidad, funcionó como un mensaje elocuente sobre el punto en que se encuentra su relación: lejos de la hostilidad, pero sin rastros de una amistad genuina.
Ver noticia original