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Parana » Plazaweb
Fecha: 29/12/2025 13:57
Alguna vez gritó goles en estadios colmados, disputó copas internacionales y fue figura del fútbol argentino. Hoy, lejos de los flashes y los contratos millonarios, Gustavo Bou volvió a calzarse los botines en un escenario muy distinto, pero cargado de sentido. A más de un año de anunciar su retiro, la Pantera regresó a las canchas para jugar la Copa Entre Ríos con Defensores de Barrio Nebel de Concordia, el club amateur donde además cumple un rol dirigencial clave. PODÉS LEER TAMBIÉN: "Nunca me llamaron de Racing", dijo el entrerriano Gustavo Bou Este debut para mí fue más emocionante que haber jugado incluso la Copa Libertadores, confesó Bou, visiblemente conmovido. La frase refleja el momento personal que atraviesa el ex delantero, hoy plenamente involucrado en el día a día de la institución entrerriana. Su realidad actual está lejos de la que vivió en el profesionalismo. Bou no solo integra el plantel, sino que también asume tareas que exceden largamente lo futbolístico. Hoy soy jugador, utilero, presidente, albañil y todo aquello que haga falta en el club, explicó, dando cuenta del compromiso asumido con Defensores de Barrio Nebel. En los últimos días, además, se viralizaron imágenes que muestran esa faceta menos conocida: se lo vio trabajando codo a codo con otros colaboradores en tareas de mantenimiento y construcción dentro del predio. Según detallaron medios locales, participa activamente en el cerramiento del club y en la obra del muro perimetral, un paso clave para el crecimiento institucional. A lo largo de su carrera profesional, Gustavo Bou disputó 368 partidos oficiales, convirtió 128 goles y dio 59 asistencias. Aunque vistió varias camisetas importantes, su etapa más recordada fue en Racing, donde fue figura del equipo campeón de 2014 y se ganó un lugar especial en la memoria de los hinchas. Hoy, sin estadios repletos ni reflectores, la Pantera encontró otra forma de vivir el fútbol: desde el compromiso barrial, el esfuerzo cotidiano y una pasión intacta por el juego. Cambió el escenario, no la esencia.
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