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  • La nueva era de la trazabilidad electrónica: un desafío que va más allá de la caravana | ON24 | Información Precisa. Periodismo en serio

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    Fecha: 29/12/2025 11:17

    A partir del 1 de enero de 2026, la identificación electrónica individual será obligatoria para bovinos, bubalinos y cérvidos en Argentina. La medida marca un punto de inflexión en la gestión ganadera: se deja atrás el conteo por rodeo y se pasa a contar animal por animal, cada uno con su propio identificador y con una historia productiva, sanitaria y económica asociada. El cambio no es menor. Y si bien la atención suele ponerse en la caravana electrónica, el verdadero desafío está en todo lo que viene después. El problema no es el chip, es la información Lo que más inquieta a los productores no es el dispositivo en sí, sino el impacto operativo que trae aparejado: - Mayor volumen de datos a registrar. - Temor a cometer errores que luego no cierren. - Doble o triple carga cuando los sistemas no dialogan entre sí. Sin definiciones claras sobre qué datos cargar, quién debe hacerlo y en qué momento, la trazabilidad individual puede convertirse en un laberinto de planillas, sistemas paralelos, Excel y números que no coinciden. En ese esquema, la manga pasa a ser un punto crítico: si la información no se registra correctamente en el momento del manejo, luego el sistema se llena de inconsistencias difíciles de corregir. Con identificación individual, un solo error puede arrastrar a todo el circuito de datos. Por eso, más que tecnología, lo que se necesitan son reglas claras: qué categorías identificar, qué eventos registrar y cómo estandarizar los procesos. SENASA, stock y resultados económicos La trazabilidad electrónica no funciona en un vacío. Si los datos registrados en el campo no coinciden con los que ve SENASA y con los números económicos del establecimiento, aparecen diferencias de stock, movimientos inexplicables y observaciones en auditorías. En ese punto, el problema deja de ser burocrático y pasa a impactar directamente en la rentabilidad del negocio. Errores de información derivan en malas decisiones productivas, sanitarias y financieras. No es solo un costo, es una oportunidad de gestión Es cierto que el cambio implica invertir en tecnología y capacitación, pero la experiencia de quienes ya avanzaron muestra beneficios concretos: - Menos errores de stock. - Mejor orden sanitario. - Mayor confiabilidad de los datos para tomar decisiones. Desde Albor, acompañamos a productores que están atravesando este proceso. El enfoque no pasa simplemente por tener un sistema, sino por diseñar un esquema de identificación y registro que tenga sentido para cada campo. Eso implica definir: - cómo se va a identificar la hacienda, - qué información se va a registrar, - quién será responsable de hacerlo, - y cómo esos datos se integran con SENASA y con la gestión económica del establecimiento. La decisión está en cómo encarar el cambio La trazabilidad individual electrónica es obligatoria. Eso ya no está en discusión. Lo que sí está en manos del productor es cómo enfrentarla: - con planificación, procesos claros y datos confiables, - o improvisando y corriendo detrás de errores que se acumulan. El verdadero desafío no es la caravana. Es cómo gestionar la información de la hacienda para que este cambio se convierta en una herramienta a favor del negocio y no en un nuevo problema operativo. Autor: Álvaro Figueras Líder de equipo de Control de Gestión de Albor

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