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» Ojodeprensa
Fecha: 29/12/2025 11:14
Tras el multitudinario festejo del sábado, el Aeropuerto Internacional Rosario Islas Malvinas vuelve a ponerse en marcha. Desde este lunes 29 de diciembre, la terminal retoma oficialmente su operatividad, quedando habilitada para vuelos privados y alternativos, mientras que el regreso pleno de los vuelos comerciales tendrá su primer hito en la madrugada del martes 30. A las 0.13 está previsto el aterrizaje del vuelo CM 882 de Copa Airlines, procedente de Panamá, que marcará el estreno formal de la nueva pista luego de más de tres meses de cierre por obras. Apenas una hora más tarde, a la 1.30, esa misma aeronave despegará nuevamente rumbo a la capital panameña, dando inicio a una nueva etapa para la conectividad aérea de Rosario. La reapertura pone fin a una obra de magnitud inédita para la estación aérea local: fueron 100 días de trabajos ininterrumpidos, con una inversión íntegramente provincial de 150 millones de dólares. El objetivo central fue elevar los estándares de seguridad, eficiencia y confort, y consolidar al aeropuerto como un nodo estratégico del centro del país. Una pista preparada para otro nivel de operación La intervención más relevante se realizó sobre la pista principal, que fue repavimentada en su totalidad a lo largo de sus 3.000 metros. Esta mejora estructural permitirá iniciar el proceso para que el aeropuerto pase de Categoría 1 a Categoría 3, un salto clave en términos operativos. Para los pasajeros, el cambio se traducirá en la posibilidad de recibir aeronaves de mayor porte y operar con mayor regularidad ante condiciones climáticas adversas, reduciendo cancelaciones y desvíos, especialmente en jornadas de niebla. En ese marco, se incorporó un sistema de balizamiento LED de última generación, tecnología que en el país solo está presente en el Aeropuerto de Ezeiza. El nuevo equipamiento mejora la visibilidad nocturna y optimiza el consumo energético de toda la estación aérea. Más espacio, más servicios y mejor experiencia Las obras también transformaron el edificio de la terminal. El concepto de terminal flexible se amplió hasta alcanzar los 10.500 metros cuadrados, duplicando su capacidad operativa. Entre las principales novedades se destacan la incorporación de dos mangas de embarque, nuevas escaleras mecánicas y la renovación integral del sector internacional, con el objetivo de agilizar los trámites migratorios y mejorar los espacios de espera. Gracias a estas mejoras, el aeropuerto está en condiciones de recibir cerca de cuatro millones de pasajeros por año. El crecimiento proyectado es significativo: para este verano se estiman más de 50 frecuencias semanales a siete destinos internacionales, frente a las 17 que existían un año atrás. Obra récord y criterios de sostenibilidad La ejecución del proyecto fue calificada como récord por las autoridades. Participaron 453 operarios y 18 empresas contratistas locales, bajo un esquema de trabajo coordinado y continuo. Además, se aplicaron criterios de sostenibilidad, reutilizando materiales provenientes de la demolición para las nuevas bases estructurales. La intervención también alcanzó al entorno urbano, con el ensanche de la avenida Jorge Newbery, una obra clave para mejorar el acceso, la circulación y la integración del aeropuerto con la ciudad. Con pista nueva, tecnología de última generación y mayor capacidad operativa, Rosario vuelve a posicionarse en el radar de las grandes compañías aéreas. La terminal no solo apunta a recuperar su ritmo habitual, sino a competir en igualdad de condiciones con aeropuertos como Córdoba y Buenos Aires.
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