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» La arena
Fecha: 29/12/2025 09:53
El riesgo por la caída árboles Hace unos días, el domingo 21 del actual alrededor de las 16, una rama de eucaliptus de gran tamaño cayó sobre la cinta asfáltica mientras una camioneta esquivaba como podía el inesperado obstáculo. El hecho ocurrió sobre la ruta nacional 5, unos metros más allá del Club Deportivo Mac Allister, y sólo la fortuna salvó a quienes se conducían en el vehículo. Durante algunos minutos en tanto el gran gajo era retirado-, la policía ordenó el tránsito y todo volvió a la normalidad. El interrogante que les quedó a quienes vieron la escena es qué podría haber sucedido si el mismo episodio se registraba en horas nocturnas, cuando obviamente la visibilidad de los automovilistas resulta menor. Naturalmente un lego en la materia puede considerar que resulta necesario retirar ejemplares en cantidad para evitar riesgos, pero indudablemente el tema amerita determinados conocimientos. El ingeniero forestal Ramiro Vicente, consultado por el tema, por supuesto que recordó que los árboles son más que necesarios para nuestra vida cotidiana. Obtenemos muchos beneficios de los árboles: sombra, fijación de dióxido de carbono, liberación de oxígeno... Pero son en algunos casos con mucha carga, mucho peso, que en general en el proceso de crecimiento y desarrollo van generando una estructura que soporta no solo su propio peso, sino cargas dinámicas de la región como puede ser el viento- donde se están desarrollando. Necesario relevamiento. El profesional razonó que ¿eso quiere decir que un árbol no se va a caer o no se va a quebrar? No, porque hay límites: un viento de 170 kilómetros por hora puede tirar un árbol y a 20 metros de allí capaz que haya otro y no lo tira. Y también pasa con estructuras, porque podemos recordar que dos años atrás, en Bahía Blanca tiró una pared de un galpón y fallecieron dos nenas que estaban patinando. Y nadie salió a a decir no hay que construir más galpones, porque puede pasar eso; o no construimos más casas porque un viento vuela a un techo. Eso va a pasar. Vicente también remarcó que sí tenemos son herramientas de diagnóstico, evaluación de riesgo de arbolado, que debería hacerse con cierta periodicidad, sobre todo en los lugares más críticos. En este punto señaló que es tarea del municipio el relevamiento y el análisis o la evaluación de los riesgos que genera el arbolado. En el caso de las rutas, ya sea provincial o nacional, le corresponderá a Vialidad Provincial o Nacional, según corresponda. Cuando se le mencionó lo sucedido el domingo mencionado sobre la ruta nacional 5, el ingeniero consideró que ese tramo hacia Anguil no sería algo tan complicado. No son árboles que estén en alto riesgo. Yo tengo registro de casi 30 años de observar árboles, y son muy pocos en proporción los que vi caerse por efectos del viento. Una tasa baja. Ramiro Vicente vive en General Pico, y ha realizado trabajos también en Santa Rosa. Y al referirse a la ciudad norteña ejemplificó diciendo que hoy debe andar rondando los 60.000 árboles, más o menos. Y el último registro de tormenta importante que fue en septiembre-octubre, tiró unos 30 y pico de árboles. O sea que estamos hablando de una tasa bajísima de ejemplares caídos versus el total que hay. Aclaró que eso no quiere decir que uno se relaje y diga, bueno: no hay que hacer nada porque en total son muy poquitos árboles. Porque son poquitos hasta que le toca a tu auto o a alguien muy cercano a uno. Entonces deja de ser poquito y ya empieza a ser 100%. Pero está claro que es una tarea que deben hacer el organismo que le corresponda, ya sea provincial o nacional. Herramientas de evaluación. Vicente es ingeniero forestal, docente de la Facultad de Agronomía de la UNLPam, y arborista certificado, una titulación que da la Sociedad Internacional de Arboricultura. Fue muy esclarecedor al indicar que hay distintos mecanismos para evaluar o para diagnosticar el riego de los árboles. Hay herramientas que son muy específicas, muy puntuales y permiten hacer un análisis árbol por árbol con mucho detalle. Lo cual no es recomendable en todos los árboles por el tiempo y el costo. Además, destacó que hay otras herramientas de diagnóstico que se hacen de manera más rápida, como una especie de pantallazo del riesgo. Se llama evaluación visual rápida, y de allí se puede desprender que de 100 árboles hay 10 que necesitan un análisis individual más detallado. Evaluación de impacto. Para graficar mejor su explicación, Vicente recordó lo sucedido el año pasado en Dorila. Estaban sacando un montón de árboles de una arboleda de unos tres kilómetros y medio. Es el famoso camino viejo a Dorila, donde con permiso de Vialidad Provincial gente de una empresa particular sacó un montón de ejemplares. Cuando pregunté si habían hecho alguna evaluación de impacto me contestaron que eran árboles que estaban con riesgo. ¿Les hicieron un análisis de riesgo? No, a la empresa que los sacaba le parecía que eran árboles de riesgo. Había algunos que eran muy fáciles de determinar porque eran árboles secos y es cierto que un árbol seco es más que riesgoso, es un árbol muerto. Pero había otros que no. E insistió: Se hizo una limpieza, una remoción de árboles que estaban en riesgo y se habían caído sólo tres entre centenares. Puede que haya fallado la interpretación o la evaluación, como puede que no. Riesgo cero no existe. El profesional, en tanto, resumió su exposición al señalar que los árboles en general no son riesgosos, el riesgo puede aparecer por diversas situaciones y se evalúa o se analiza. Es decir, hay mecanismos para hacerlo y en función de eso, si hay un alto riesgo, se establecen ciertas acciones para disminuirlo. Por ejemplo, puede ser la poda, puede ser la extracción también. O por ejemplo, puede ser algún tratamiento fitosanitario para mejorar la salud de ese árbol. Lo que tiene que quedar en claro que el riesgo cero no existe, siempre vas a tener riesgo. Como también existe al cruzar una calle, así haya semáforos, lsas bandas pintadas de blanco y los colores pintados de amarillo, porque puede aparecer un loco borracho y el riesgo se eleva a 100. El loco borracho en los árboles puede ser una ráfaga de viento de mucha intensidad, hizo la analogía. Artículos relacionados
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