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» El Liberal
Fecha: 29/12/2025 09:47
Con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre un evento que continúa cobrándose vidas infantiles de forma silenciosa, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) emitió una serie de recomendaciones para la prevención de los Ahogamientos, ya que constituyen la segunda causa de muerte por lesiones no intencionales en el mundo y el 63% de los casos se produce en menores de cinco años. Aunque la tasa mundial ha disminuido un 38% desde el año 2000, el fenómeno sigue siendo dramático: en la última década, cada hora, una persona muere por esta causa, afirman. En Argentina, de acuerdo con el último informe del Ministerio de Salud, 48 niños menores de cinco años fallecieron por ahogamiento en 2023, lo que da el triste promedio de un deceso cada siete días. En los niños más pequeños, especialmente menores de cinco años, los incidentes suelen suceder en el hogar o sus inmediaciones: bañeras, inodoros, baldes con agua sin vaciar, pozos sin tapar, estanques, canales, acequias e incluso bebederos para ganado. "El ahogamiento en niños pequeños es rápido, silencioso y requiere muy poca agua. Por eso hablamos de una vigilancia 100% dedicada: sin celular, sin distracciones, con un adulto atento y a no más de un metro del niño. Es una forma concreta de salvar vidas", explicó la Dra. María Cecilia Rizzuti. También te puede interesar: "Prevenir los ahogamientos no es una tarea individual, sino colectiva. Se trata de generar entornos seguros, reforzar la educación comunitaria y legislar en función de la infancia. Si se puede prevenir, entonces no es un accidente", enfatizó la Dra. María Florencia Barril. El riesgo en adolescentes es aún mayor, por la falta de conciencia Los especialistas advierten sobre el riesgo en adolescentes, quienes suelen exponerse a peligros en entornos naturales como ríos, lagos o el mar. En estos casos, las causas más frecuentes de ahogamiento son la imprudencia, la subestimación del riesgo, el uso de sustancias como alcohol o drogas, el equipamiento inadecuado y el desconocimiento del entorno. "Con los jóvenes hay que trabajar la conciencia del riesgo y conductas prudentes en entornos acuáticos. No zambullirse en lugares donde no se ve el fondo, no ingresar al agua en sitios no habilitados, bañarse en horarios donde estén los guardavidas, respetar indicaciones y señales, utilizar el equipamiento adecuado para actividades acuáticas y nunca hacerlo bajo los efectos de sustancias", piden. La SAP propone fomentar, desde edades tempranas, el aprendizaje progresivo de habilidades acuáticas. Aprender a nadar es una herramienta crucial, pero no suficiente por sí sola. Deben incorporarse conductas prudentes y evaluar las condiciones del entorno. Difunden recomendaciones específicas para evitar diversas situaciones de peligro Especialistas detallan recomendaciones específicas para evitar situaciones de riesgo, entre las que se destacan: la instalación de un cerco perimetral completo, de al menos 1,30 metros de altura, con barrotes verticales separados por no más de 10 cm; una única puerta con mecanismo de cierre no accionable por niños pequeños; eliminación de objetos próximos al cerco que puedan facilitar su escalamiento; remoción de juguetes o pelotas del interior de la pileta, que puedan atraer a los niños; construcción de pisos y bordes antideslizantes; y diseño de escalinatas con poca pendiente, escalones amplios, rectos, con barandas y superficies seguras.
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