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» Clarin
Fecha: 29/12/2025 06:21
El crecimiento acelerado del volumen de datos disponibles en la actualidad está impulsando la aparición de una gran cantidad de nuevas aplicaciones orientadas a resolver distintos problemas que afectan a nuestra sociedad. Entre estas fuentes de información, las imágenes satelitales ocupan un lugar destacado, ya que permiten identificar y analizar diversos fenómenos ambientales, como incendios forestales, inundaciones, sequías, fugas de agua o cambios en el uso del suelo, entre muchos otros. Cuando a este tipo de datos se les incorpora el uso de la Inteligencia Artificial (IA), particularmente a través del aprendizaje automático rama de la IA que se basa en aprender patrones a partir de ejemplos, su potencial de aplicación resulta prácticamente ilimitado. Ante este escenario surge una pregunta clave: ¿es confiable el uso de estas tecnologías para la resolución de problemas reales? En la mayoría de los casos, la respuesta es afirmativa. Sin embargo, los modelos basados en IA presentan una limitación importante, especialmente en el ámbito de las políticas públicas y los problemas sociales: la falta de explicabilidad. Aunque estos sistemas pueden operar aceptando cierto margen de error, cuando no es posible comprender por qué se toman determinadas decisiones, su uso puede volverse problemático y generar desconfianza. En este contexto, el valor de la IA depende en gran medida del entendimiento del problema que se desea abordar. No siempre resulta conveniente aplicar modelos inteligentes en cualquier situación, ya que su utilidad está condicionada por las circunstancias específicas, la disponibilidad de datos confiables y las exigencias de transparencia que requiera la solución. Por ello, el debate sobre el uso indiscriminado de la IA continúa abierto. Por otro lado, si bien las imágenes satelitales suelen ser relativamente fáciles de obtener y en muchos casos se encuentran disponibles de manera gratuita, en América Latina existe una fuerte dependencia de empresas privadas y organismos de países desarrollados para acceder a estos datos. Esta situación limita la capacidad de la región para desarrollar aplicaciones innovadoras y genera una vulnerabilidad significativa, ya que no hay garantías de que el acceso a dichos insumos se mantenga en el futuro. Mientras América Latina no logre desarrollar tecnología satelital propia capaz de producir datos de calidad y accesibles para la región, cualquier solución que combine algoritmos de IA con grandes bases de datos seguirá dependiendo de terceros. Aun así, ya existen numerosas aplicaciones que demuestran el valor de estas herramientas, como la estimación de índices de pobreza mediante imágenes nocturnas, la detección de fugas de agua o incluso la identificación de fosas clandestinas, con impactos sociales profundos. A pesar de las limitaciones y riesgos, estas tecnologías representan una oportunidad de crecimiento y desarrollo. Adoptarlas de manera responsable, ética y consciente puede permitir resolver problemas complejos de forma más rápida y eficiente, contribuyendo positivamente a la vida cotidiana de la sociedad. Copyright Latinoamerica21.com Sobre la firma Newsletter Clarín
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