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» Marpla
Fecha: 29/12/2025 03:40
El histórico técnico marplatense retoma la conducción de la primera y la quinta división de boca tras años sin dirigir oficialmente. Afirma que su regreso responde a una promesa personal, advierte sobre la difícil situación del plantel y confía en formar un equipo rápido y competitivo. Juan Carlos Carpeta Eito es uno de los técnicos más reconocidos del fútbol marplatense. Con décadas de trayectoria en clubes locales, divisiones formativas y un paso por la selección nacional, estuvo varios años sin dirigir oficialmente, aunque nunca se alejó del deporte. Explica por qué decidió volver a Boca de Mar del Plata, qué desafíos enfrenta el club y qué enseñanzas le dejaron los entrenadores que marcaron su carrera. Carpeta comenta que su regreso no responde a una ambición deportiva, sino a un gesto de lealtad. Contó que había asumido un compromiso con Cacho Méndez, histórico dirigente, a quien le dijo que si lograba volver a caminar, él dirigiría Boca. Fue un compromiso con Cacho Méndez. Él está en silla de ruedas hace años y yo le había dicho que si lograba caminar, iba a dirigir Boca, expresó. Según afirmó, cuando Cacho comenzó a caminar gracias a la intervención de un kinesiólogo que él mismo le recomendó, sintió que era momento de cumplir. Señaló que le da satisfacción devolver algo de lo que recibió Fernández, Charlier, Espina todos ellos me hicieron ser lo que fui tantos años como técnico. Esto es una forma de agradecer. Aunque estuvo un tiempo sin pisar la cancha, aclara que nunca se desligó del fútbol. Indicó que siempre ayudó a técnicos de inferiores y de primera, que asistía a entrenamientos y que mantiene contacto con sus ex jugadores y hasta con los hijos de esos jugadores. Lo que no quería era entrar de vuelta a la cancha, pero ahora cambió y por lo menos este año lo voy a hacer, admitió. Su regreso incluye asumir Primera y Quinta, algo que para muchos sería una carga, pero que él describe como natural. Recordó que en su juventud llegó a dirigir tres categorías al mismo tiempo con un solo preparador físico. Recordó el caso de su etapa en Kimberley y mencionó: Ahí dirigí la Primera en tres ediciones y era manager de todas las categorías; fuimos a la liga y salimos campeones de las 17 divisiones. Hoy anticipa que tendrá un amigo acompañándolo en Primera y otros técnicos en Quinta y Sexta. Su idea es formarlos porque quiere prepararlos para que en el futuro sean buenos profesionales. Sobre el estilo de juego que pretende para Boca, combina pasado y presente. Explica que el plantel es joven y que eso exige un entrenamiento específico. Afirmó que deberán trabajar mucho lo físico porque se enfrentarán a equipos de mayor edad, y añadió: Si aceleramos los ritmos de los partidos, vamos a tener ventaja. Cree que la velocidad puede compensar la experiencia rival y que en ese equilibrio está la identidad que busca construir. Cuando se le pregunta por los playoffs, responde con honestidad. Sostiene que sería apresurado hablar de grandes objetivos cuando aún no sabe con qué jugadores contará. Boca hoy tiene una deuda muy difícil. No podemos pagar ni una cuota para traer a alguien. Es un equipo totalmente amateur, con chicos, explicó. Asegura que dentro de un mes tendrá un panorama más real y recién entonces podrá plantear metas claras. En sus recuerdos aparece la parte más emocional de su carrera. Cuenta que empezó con técnicos como Bliño, el Gordo Córdoba y Domenech, padre del preparador físico con el que trabaja actualmente. A los 16 o 17 años ya lo habían puesto a dirigir en el salón de Kimberley. También remarca la influencia de Carlos Timoteo Griguol, a quien define como una figura central en su vida: Griguol me dio todo, hasta lo económico. Para mí fue como un padre. Relata incluso la anécdota de cuando trajo Adidas a Mar del Plata, a los 20 años pidió la representación de la marca porque había decidido no irse a Ferro con Griguol, y recuerda que muchos se burlaban porque iba a vender alpargatas, ya que no se usaban zapatillas como en la actualidad. Además recuerda sus años en la Selección argentina, donde estuvo cerca de Passarella, Gallego y Sabella. Señala que era el cuarto en aquel cuerpo técnico y considera esa etapa como una experiencia de suerte y aprendizaje. Explica que siempre trató de escuchar, valorar y respetar a quienes lo rodeaban, y que gracias a eso consiguió ganar tantos torneos en Mar del Plata. Aun así, aclara que los títulos no son lo que más lo moviliza sino que lo que me hace feliz es la gente que me quiere. Suma que nunca va a olvidar al equipo periodístico de Juan Carlos Morales, a quienes considera una familia y los responsables de que se hiciera conocido. Final Teoría y Práctica de la Comunicación II Por Avril Lara
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