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» Diario Cronica
Fecha: 28/12/2025 22:49
Fútbol. Tadeo Sotomayor, figura y goleador de Portugués Un ascenso marcado por la emoción Para nosotros era esencial cumplir el objetivo. El club tiene una gran infraestructura y deportivamente necesita estar en la A para poder competir. También es importante para los chicos, para las formativas, para que puedan jugar cosas importantes, señaló el delantero, remarcando que el ascenso representa mucho más que un simple cambio de categoría. El título y la vuelta a la máxima división se dieron en un contexto muy difícil para la institución, marcado por el fallecimiento del dirigente José Guerreiro. Era un pilar fundamental para nosotros y nos golpeó muy fuerte, pero también fue una motivación extra. Sentíamos que necesitábamos cumplirle, que la mejor manera de recordarlo, agradecerle y homenajearlo era logrando el objetivo, expresó con emoción. El trabajo diario como clave del ascenso A la hora de analizar los motivos que llevaron a Portu a consagrarse campeón y lograr el ascenso, el atacante destacó el trabajo diario como una de las claves principales. Lo más importante que tuvimos fue que entrenamos como un equipo durante todo el año. En la B, eso hace mucha diferencia. Si entrenás bien y te mantenés físicamente, los partidos los podés ganar. Nosotros arrancamos la pretemporada a fines de enero, estuvimos todo el año entrenando casi todos los días. Otro aspecto fundamental fue la base del plantel y el sentido de pertenencia. Tenemos un grupo tremendo desde hace varios años. La base se mantiene, pasamos por la A, la B y hasta casi nos fuimos a la C. La mayoría somos chicos del club, hay muchos que están desde muy chicos y eso se nota dentro de la cancha. Esa unión y ese compromiso fueron claves para rendir. La derrota que marcó un antes y un después Uno de los momentos más complicados del campeonato fue la dura caída como visitantes frente a Ferro. Sabíamos que era un partido importante, lo perdimos muy mal y jugamos un partido para el olvido. Nos hicieron cuatro goles en quince minutos y fue un desastre. Pero también sabíamos que recién era la cuarta fecha y que todavía quedaban muchos puntos en juego. En lo personal dolió, pero entendimos que había margen para recuperarnos porque había más de 20 puntos en juego. La reacción fue inmediata. Después de ese partido no perdimos más. Nos supimos reponer y eso fue clave. Es importante tener la cabeza fría y entender que los torneos largos se ganan también superando esos golpes. Sobre el trabajo del cuerpo técnico encabezado por Puntano, Sotomayor explicó que el mensaje siempre fue claro. Nos pedía que sigamos haciendo lo mismo, que no cambiemos la idea. Un juego directo, buscar velocidad arriba y mantener lo que entrenábamos. Nos pedía tranquilidad y confianza y que así íbamos a pelear el ascenso. El empate frente a Rada Tilly también fue un punto clave en la definición. Era muy importante no perder ese partido. Si nos ganaban, se nos complicaba mucho porque ellos quedaban bien parados para salir campeones y también nos superaban en la tabla anual. Nos empataron sobre el final, recordó, agregando que el partido se jugó en las penumbras y que el desgaste físico influyó: " Veníamos de jugar en Ciudadela, una cancha dura, y tuvimos tres partidos en una semana. Eso se sintió, pero sacamos los puntos que necesitábamos y llegamos al final dependiendo de nosotros. Premios individuales y reconocimiento colectivo En lo personal, Sotomayor cerró una temporada destacada, con premios individuales y siendo uno de los goleadores del campeonato. Fue un año raro para mí, porque nunca me habían reconocido tanto, pero lo más lindo es que se diga que fue un jugador de Portugués. Haber ganado esos premios son cosas lindas, son premios al esfuerzo del año, pero siempre digo que son por culpa de los compañeros. Este año su rol dentro del equipo fue diferente. Jugué un poco más de nueve. Los chicos me pedían que no baje tanto, pero a mí me gusta estar en contacto con la pelota. El año pasado jugué más de enganche, hice menos goles, pero generaba juego. Este año fue distinto, me tocó jugar más arriba y pude convertir varios goles, pero también asistir. Uno de los tantos más recordados fue el tiro libre frente a Stella Maris que abrió el partido clave del ascenso. En la tierra, si abrís el marcador rápido, el partido cambia, pero en general se nos hizo difícil. Nos costó. Nos pasó también en Oeste, en San Martín y en Ciudadela, donde ganamos con lo justo. Ese partido con Stella Maris fue fundamental. Consultado sobre el gol más lindo, Sotomayor confesó: Ahora que me lo preguntás, no tengo muchos goles lindos. La mayoría fueron de definir rápido o mano a mano. Hice uno en cancha de Talleres y uno de pecho frente a Universitario. Futuro abierto, pero con el corazón en Portu Pensando en el futuro, dejó en claro su deseo de continuidad. Me gustaría jugar siempre en Portugués, es el club donde soy feliz, aunque no descartó un cambio por cuestiones laborales: a veces hay clubes que te hacen propuestas de trabajo y eso hay que analizarlo, pero por ahora hay que esperar. Finalmente, analizó el próximo desafío. Es bueno tener refuerzos. En este fútbol amateur todos trabajan, tienen familia, hay lesiones y ausencias. El equipo está bien, pero es normal que lleguen algunos chicos y que otros se vayan. Lo importante es que el club siga creciendo. Una historia marcada por el recorrido La historia de Tadeo también explica gran parte de su sentido de pertenencia. Llegó a Comodoro a los 11 desde Córdoba, donde jugó en clubes barriales como Municipalidad de Córdoba y Unión Florida. El traslado se dio por el trabajo de su padre, médico de profesión, quien primero se radicó en Río Gallegos, aunque el clima fue determinante para buscar nuevos horizontes, mi papá es riojano, imagínate como estaba con el frío allá, recordó risueñamente. En 2009 la familia se estableció en Comodoro, ciudad en la que comenzó a escribir su recorrido futbolístico más fuerte. Su primer club fue Jorge Newbery, donde jugó desde Novena hasta Primera, debutando en la máxima categoría con apenas 15 años. Tras dejar el Aeronauta a los 18, estuvo dos años sin jugar, hasta que en 2018 recibió el llamado de Cristian Levicoy para sumarse a Portugués. Desde entonces, el delantero vivió todos los momentos en el club y, en este 2025, terminó siendo una de las grandes figuras del equipo que logró un ascenso cargado de sentido y emoción.
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