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» Jornadaonline
Fecha: 28/12/2025 21:47
Dolor en el tango: murió Ricardo "Chiqui" Pereyra a los 74 años tras semanas de internación El reconocido cantor, nacido en General Roca, falleció a los 74 años luego de permanecer internado tras una grave caída que derivó en una cirugía de urgencia. El ámbito artístico argentino comenzó este domingo con una noticia que generó profunda conmoción: el fallecimiento de Ricardo "Chiqui" Pereyra, quien murió a los 74 años tras no poder superar las severas consecuencias de un accidente doméstico. El destacado cantor de tangos, oriundo de General Roca, se encontraba internado en un centro de salud de la Ciudad de Buenos Aires, con pronóstico reservado, luego de sufrir una caída desde una escalera que obligó a una cirugía de urgencia. En las últimas horas, su estado clínico se agravó hasta tornarse irreversible. La noticia fue comunicada por su entorno a través de un emotivo mensaje en redes sociales: "Con todo el dolor del mundo debo comunicarles el fallecimiento de El Chiqui'. El milagro que no llegó, el pronóstico que era predecible pero aun así no perdíamos la fe". La familia del artista solicitó respeto y privacidad para atravesar este momento de profundo dolor, con especial mención a la situación de su esposa. "Mamá está destruida como el resto de la flia, pero ella que era el pilar hoy está más frágil que nunca", expresaron, y pidieron comprensión ante la imposibilidad de responder mensajes o llamados mientras afrontan los trámites correspondientes. En los días previos al desenlace, se había informado que el músico permanecía clínicamente estable, aunque sin respuestas neurológicas, un cuadro que finalmente derivó en este final que enluta a la cultura nacional. Nacido el 26 de junio de 1951, Pereyra dejó una marca indeleble en la historia del tango desde su aparición en el programa Grandes Valores del Tango en 1978, donde su talento fue tan contundente que los propios directivos lo consagraron profesional de manera inmediata. A lo largo de una extensa trayectoria, fue figura destacada en ciclos como Botica de Tango y recibió el Premio Santos Vega en 2007. Su muerte no solo provoca un fuerte impacto en su Río Negro natal, sino también en los escenarios del mundo donde su voz supo ser embajadora del tango, cerrando así un capítulo fundamental de la música ciudadana argentina.
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