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» Contextotucuman
Fecha: 28/12/2025 21:44
Domingo 28 de Diciembre de 2025, 21:37 Jóvenes en una fiesta religiosa en Madrid Durante años se sostuvo que la religión estaba destinada a desaparecer entre las nuevas generaciones. La modernidad, la ciencia y la psicología parecían haber desplazado definitivamente a la fe del centro de la vida cotidiana. Sin embargo, los datos más recientes muestran una realidad distinta: cada vez más jóvenes vuelven a creer, se acercan al cristianismo y encuentran en la espiritualidad un sostén emocional que no logran hallar en otros ámbitos.La frase Dios me ayuda más que el psicólogo, repetida con naturalidad en redes sociales, sintetiza un cambio profundo. No se trata de un rechazo a la salud mental ni a la terapia, sino de la búsqueda de respuestas más amplias frente a un contexto marcado por la ansiedad, la incertidumbre y la fragilidad de los vínculos. Los números respaldan este giro. En el Reino Unido, un estudio realizado por YouGov junto a Bible Society reveló que el 48% de los jóvenes de entre 18 y 24 años en Inglaterra y Gales afirma creer definitiva o probablemente en Dios o en una fuerza superior. La cifra representa un crecimiento significativo respecto de 2018, cuando ese porcentaje era del 29%. En paralelo, la identificación con el cristianismo también aumentó: del 19% registrado hace seis años se pasó a un nivel considerablemente más alto hacia fines de 2024, mientras que la cantidad de jóvenes que se declaraban no religiosos cayó del 67% al 51%. En Estados Unidos el fenómeno sigue una línea similar. La American Bible Society informó el primer aumento sostenido en el uso de la Biblia y en el compromiso con la fe desde 2021. A su vez, un relevamiento del Barna Group señaló que el 66% de los adultos estadounidenses asegura haber asumido un compromiso personal con Jesús, un crecimiento de doce puntos porcentuales en apenas tres años. Incluso el Pew Research Center advirtió que el prolongado descenso del cristianismo en ese país comenzó a estabilizarse. Detrás de estas cifras aparece un patrón común: la Generación Z creció atravesada por crisis económicas, pandemia, hiperconectividad, soledad y una fuerte presión social. En ese escenario, muchos jóvenes comenzaron a buscar algo que vaya más allá del rendimiento, la productividad o el bienestar inmediato. La fe aparece como un refugio, una fuente de sentido y una forma de ordenar el caos cotidiano. Este resurgimiento no responde a una religiosidad tradicional ni impuesta. Se trata de una experiencia más personal, menos institucional y profundamente atravesada por lo digital. En plataformas como TikTok, Instagram y YouTube se multiplican los testimonios de jóvenes que relatan procesos de conversión, búsquedas espirituales o experiencias de fe que los ayudaron a atravesar momentos de angustia, depresión o vacío existencial. Algunos llegan al cristianismo después de explorar otras corrientes espirituales; otros, tras sentirse desbordados por la presión social y emocional de la época. El fenómeno también ganó visibilidad en la cultura popular. Artistas, influencers y figuras públicas comenzaron a expresar abiertamente su fe, algo que hasta hace poco era evitado o ridiculizado. Esa exposición contribuyó a normalizar la espiritualidad entre los jóvenes, que ya no sienten la necesidad de ocultarla ni justificarla. Desde el ámbito académico, los especialistas advierten que el proceso es complejo y no uniforme. Persisten críticas hacia las instituciones religiosas tradicionales, pero al mismo tiempo crece el interés por el mensaje espiritual, la comunidad y la búsqueda de trascendencia. En ese marco, el cristianismo aparece como una referencia accesible, cercana y con fuerte presencia en los entornos digitales donde hoy se forman las identidades juveniles. En un mundo marcado por la incertidumbre, la ansiedad y la sobreinformación, muchos jóvenes parecen haber encontrado en la fe una respuesta que no ofrece ningún algoritmo. No como dogma, sino como sostén. No como imposición, sino como elección. Por eso la frase se repite cada vez con más fuerza y menos prejuicios: Dios me ayuda más que el psicólogo. Más leídas hoy 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Más leídas en la semana 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
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