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» La voz de Neuquen
Fecha: 28/12/2025 21:43
En Navidad hubo 15 minutos intensos de explosiones. No fue una excepción, sino la regla: en Neuquén capital hubo 30 minutos. Un dato interesante es que, en la previa navideña, desde fines de noviembre, era habitual escuchar las explosiones de la pirotecnia. En la previa del año nuevo, hay mucho menos. Quizás sea un preanuncio aunque... habrá que esperar para ver qué ocurre en la realidad efectiva. Un tema a tener en cuenta es que el uso de pirotecnia disparó un animado debate en la sociedad luego de la Nochebuena donde muchos, señalaron que el municipio prohibió el uso de la pirotecnia "a los demás". Un rezongo común fue: "si ellos pueden ¿por qué nosotros, no?.. o cuándo ellos la usan, no hay chicos con autismo y las mascotas no se escapan". Con otras palabras, o muy similares, fue el argumento común que actúa como una justificación moral para romper la prohibición y sus efectos. Cabe recordar que, efectivamente, la normativa vigente establece que el municipio puede utilizar fuegos artificiales y, además, se han utilizado en festejos partidarios o en eventos deportivos sin que hubieran sanciones conocidas. No está claro si ese es el factor que impulsó el uso masivo de pirotecnia dado que, desde que fue prohibido, nunca cedió demasiado en la intensidad. Quizás simplemente sirva como argumento. Pero lo cierto es que los chicos con autismo y las mascotas padecen las fiestas. Incluso, con un agregado, la muerte de Aarón, una mascota que sufrió un infarto a raíz de las explosiones de la Navidad. En años anteriores pareció que el movimiento pro mascotas había logrado disminuir el uso pirotécnico, pero eso hoy es un recuerdo del pasado. En esa disputa entre la sensibilidad con los animales o los chicos TEA y quienes disfrutan sin más de los ruidos de la pirotecnia, este año se impuso ampliamente el uso estruendoso y despreocupado. Otro factor a considerar son las agresiones y conflictos vecinales. En Navidad hubo hasta baleados por el uso de pirotecnia y vivienda incendiadas. Esta vez, no ocurrió en la comarca petrolera como hace un par de años atrás en el barrio Central, pero siempre puede suceder.
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