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Fecha: 28/12/2025 20:09
Un sábado que prometía ser inolvidable para el dueño de un Mercedes-Benz 230 SL Pagoda terminó en desastre absoluto sobre Panamericana. El lujoso auto de colección perdió una rueda, fue embestido por otro vehículo y quedó completamente destruido. Todo ocurrió cerca de las 9:30, a la altura del cruce con Camino del Buen Ayre. El vehículo había salido del taller esa misma mañana luego de una restauración de cinco años. Leé también: Alerta en Neuquén: confirmaron dos casos de gripe variante K y refuerzan las medidas de prevención Mientras circulaba por Panamericana, perdió una rueda por una tuerca mal ajustada y quedó inmovilizado, sin señalización ni balizas. En cuestión de minutos, otro auto que circulaba a alta velocidad no logró esquivarlo y lo chocó desde atrás. El impacto desplazó al Mercedes-Benz hacia el guardarraíl y provocó un choque múltiple. El daño fue total: la carrocería y el chasis quedaron irreconocibles. Leé también: Botulismo en La Pampa: una mujer murió y otra está internada por comer un escabeche contaminado El conductor tenía planeado viajar a Punta del Este con el auto. Personal de seguridad vial y bomberos trabajaron durante horas para retirar los restos y liberar la calzada, mientras el tránsito estuvo parcialmente interrumpido en la zona. Por qué el Mercedes-Benz Pagoda es un ícono Es uno de los modelos más codiciados por los coleccionistas. En la actualidad, un ejemplar restaurado puede superar los 130.000 a 180.000 dólares. Fabricaron 48.912 unidades en diferentes versiones (230, 250 y 280 SL). Producido entre 1963 y 1971, el W113 se destacó por su diseño innovador y su techo rígido removible, obra de Paul Bracq, que le dio el apodo de Pagoda por su forma inspirada en la arquitectura oriental. Concebido bajo la supervisión de Friedrich Geiger y presentado en el Salón de Ginebra de 1963, el modelo ofrecía un motor de seis cilindros en línea de 2.308 cc y 150 CV, transmisión automática y frenos de disco en las cuatro ruedas, toda una revolución para la época.
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