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» El Litoral
Fecha: 28/12/2025 17:30
Lo que debía ser el estreno soñado de un vehículo histórico terminó en un desastre millonario. Un Mercedes-Benz 230 SL Pagoda, valuado en hasta 180 mil dólares, protagonizó este sábado un violento choque múltiple en la Autopista Panamericana, luego de perder una rueda minutos después de salir del taller donde había sido restaurado. El siniestro ocurrió cerca de las 9.30, a la altura del cruce con el Camino del Buen Ayre, en un tramo de alta circulación y velocidad. Según relataron fuentes del caso, el automóvil había sido retirado esa misma mañana por su propietario, tras casi dos años de trabajo artesanal destinado a devolverle su estado original. De acuerdo con las primeras reconstrucciones, una tuerca mal ajustada habría provocado el desprendimiento de una de las ruedas mientras el vehículo circulaba por el carril izquierdo. La falla mecánica dejó al Mercedes completamente inmovilizado en plena autopista, sin margen de maniobra ni tiempo para advertir a otros conductores. En cuestión de segundos, la situación derivó en una reacción en cadena. La rueda desprendida rodó varios metros, mientras el auto quedó detenido en un sector crítico de la traza. Un vehículo que venía detrás no logró frenar a tiempo y embistió violentamente la parte trasera del clásico alemán, proyectándolo contra el guardarraíl. El impacto inicial desencadenó la participación de otros automóviles que circulaban por la zona. Todo el episodio quedó registrado por cámaras de tablero y teléfonos celulares de testigos, cuyas imágenes se viralizaron rápidamente en redes sociales y grupos especializados en autos antiguos. Una joya de la ingeniería clásica El Mercedes-Benz 230 SL, conocido mundialmente como Pagoda por la particular forma cóncava de su techo rígido, es considerado una de las piezas más emblemáticas de la marca alemana. Fue fabricado entre 1963 y 1967 y se destaca por su diseño, prestaciones y valor histórico dentro del automovilismo. La unidad siniestrada había atravesado un proceso de restauración integral durante los últimos 24 meses. Según trascendió, el trabajo incluyó la reconstrucción del motor, la carrocería, el interior y múltiples piezas originales, muchas de ellas difíciles de conseguir en el mercado actual. El choque múltiple provocó daños estructurales severos en el chasis y la carrocería, lo que para especialistas del rubro significa una pérdida prácticamente irreversible. Aunque algunas partes podrían recuperarse, el vehículo, tal como estaba concebido tras la restauración, quedó destruido. La magnitud del daño no solo implica una pérdida económica significativa, sino también la desaparición de un patrimonio automotriz de alto valor histórico. En el mundo de los coleccionistas, cada unidad restaurada de este modelo representa años de trabajo, inversión y dedicación especializada. Sin heridos graves, pero con impacto vial Pese a la violencia del accidente y a la espectacularidad de las imágenes que circularon durante el día, no se registraron heridos de gravedad. Los ocupantes de los vehículos involucrados fueron asistidos en el lugar por personal de emergencias, sin necesidad de traslados críticos. Efectivos de seguridad vial y personal de la autopista trabajaron durante varias horas para remover los vehículos dañados y despejar la calzada. El tránsito en la zona se vio seriamente afectado, con demoras y desvíos mientras se realizaban las tareas de limpieza y peritaje. Las autoridades iniciaron actuaciones para determinar responsabilidades, tanto por la mecánica del accidente como por el presunto error en la reparación previa del automóvil. La hipótesis de una falla en el ajuste de la rueda será clave en la investigación posterior. Mientras tanto, las imágenes del Mercedes blanco destrozado se multiplicaron en redes sociales y foros de fanáticos de autos clásicos, donde el episodio generó conmoción y debate sobre la seguridad en los procesos de restauración y prueba de vehículos antiguos. El caso se convirtió rápidamente en un símbolo de cómo una mínima falla técnica puede derivar en consecuencias irreparables, incluso para una de las joyas más admiradas de la historia automotriz.
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