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» La Gaceta Tucuman
Fecha: 28/12/2025 15:32
La icónica actriz francesa Brigitte Bardot dejó una huella imborrable en el cine y en la cultura popular, pero detrás de su imagen de estrella hubo también capítulos personales que marcaron su vida de manera profunda. Entre ellos, está su relación compleja con su único hijo, Nicolas-Jacques Charrier, fruto de su matrimonio con el actor Jacques Charrier, que nació en 1960 en medio de un momento en que la maternidad nunca había sido parte de los planes de la artista. En sus memorias y entrevistas, Bardot se mostró cruda y sin filtros al referirse a ese episodio. Llegó a confesar que durante el embarazo enfrentó una profunda resistencia interior y que, en un pasaje que generó controversia, hubiera preferido parir un cachorro antes que convertirse en madre. Esa frase y otras expresiones sobre su falta de instinto maternal tensaron una relación que, a lo largo de los años, se fue construyendo con altibajos y distancia, en gran parte marcada por la decisión de que su hijo fuera criado por su padre y su familia en Noruega. Habría preferido parir un cachorro: la polémica confesión de Brigitte Bardot sobre su hijo Nicolas-Jacques Charrier tiene ahora 65 años, tras crecer con su padre alejado del ojo público toda su vida. Separados en 1962, Bardot y Charrier se disputaron la custodia de su hijo. El tribunal falló a favor del padre. Así, Nicolas creció en el anonimato y bajo la tutela de su familia paterna. En su autobiografía, la actriz se refirió a la maternidad y a su relación con su hijo: "Habría preferido parir un cachorro" confesó e incluso llegó a comparar su embarazo con "un tumor que se había alimentado de mí, que había llevado en mi carne hinchada, esperando solo el bendito momento en que finalmente me liberaría de él". El 27 de septiembre de 1984, se casó con la modelo noruega Anne-Line Bjerkan en Béhoust, Yvelines. La pareja se estableció en Noruega, donde aún reside y tuvieron dos hijas: Anna y Théa, quienes convirtieron a Brigitte en abuela y luego en bisabuela. Sin embargo, para la estrella francesa era dificil comunicarse con sus bisnietos porque solo hablan noruego. Con el paso de los años, el vínculo entre Nicolas y su madre comenzó a mostrar señales de acercamiento. Hablamos a menudo. Como vive en Noruega, viene a visitarme una vez al año a La Madrague, solo o con su familia, su esposa y mis nietas, contó Bardot en 2018. Aun así, la relación continuó siendo delicada y marcada por ciertos cuidados. Le prometí a Nicolas que nunca hablaría de él en mis entrevistas, afirmó en diálogo con Paris Match en junio de 2024, en referencia a su decisión de preservar la intimidad de su hijo.
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