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» El Zonda
Fecha: 28/12/2025 15:26
El cierre de año comúnmente se relaciona con balances, festejos y encuentros, pero también suele ser uno de los momentos de mayor cansancio físico y emocional para muchas personas. Diciembre concentra exigencias laborales, compromisos sociales, expectativas familiares y presiones económicas, que se suman al desgaste acumulado de meses anteriores. El estrés en esta época no es un fenómeno aislado sino una combinación de múltiples factores que afectan el bienestar emocional. La modificación de rutinas, la presión por cumplir con todo y la carga simbólica de las fiestas generan ansiedad, irritabilidad y agotamiento en muchos individuos. Según la psicóloga Carla Fernández (MN 79869), este período actúa como un punto de quiebre emocional, al acumularse el cansancio del año y la alteración de las rutinas habituales, especialmente en familias con hijos. Diciembre implica reorganizar agendas y responsabilidades en un contexto ya agotador. Entre las causas más relevantes se encuentran el cansancio mental y físico, la organización de festejos, y la presión económica propia del mes. Además, las fiestas movilizan emociones que durante el año suelen estar más controladas. Especialistas de la Harvard Medical School señalan que el cambio en la rutina y hábitos por las fiestas genera modificaciones cerebrales que afectan la regulación emocional y aumentan la respuesta al estrés, dificultando la gestión emocional. El estrés suele manifestarse con cambios de humor, intolerancia, impaciencia y respuestas desproporcionadas a situaciones cotidianas. La psicóloga Fernández indica que estos síntomas no deben ser subestimados, ya que la irritabilidad persistente y la ansiedad elevada pueden afectar la salud mental y física. La carga simbólica de las fiestas y las expectativas sociales generan obligaciones que pueden provocar culpa y tensión, especialmente cuando no coinciden con las necesidades personales. Para manejar este estrés, los especialistas recomiendan priorizar el bienestar emocional: hacer actividades deseadas, optar por opciones que generen tranquilidad y dedicar tiempos para el ocio y la relajación. Estudios internacionales avalan que planificar descansos y reducir la autoexigencia ayudan a mejorar el ánimo y reducir el estrés. Escuchar las propias necesidades y establecer límites es fundamental para atravesar diciembre de manera más saludable y equilibrada.
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