Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Priorizar la familia: la decisión de Gonzalo Delsart de dejar la Liga Nacional

    Concepcion del Uruguay » La Calle

    Fecha: 28/12/2025 14:08

    Gonzalo Delsart, árbitro referente de Concepción del Uruguay, explica por qué decidió dejar la Liga Nacional tras muchos años en la elite y cómo sigue vinculado al básquet desde lo local y provincial. Después de más de una década recorriendo el país detrás de la naranja con un silbato en la mano, Gonzalo Delsart tomó una decisión tan profunda como inevitable. A los 35 años, el árbitro nacido en Concepción del Uruguay le puso punto final a su etapa en la Liga Nacional de Básquet, la elite del deporte argentino, tras haber dirigido finales, partidos decisivos y compartido cancha con los protagonistas más importantes del país. No fue un adiós repentino ni impulsivo. Delsart eligió colgar el uniforme de la élite. No lo hizo por un disgusto o una polémica, sino por una sumatoria de factores: la economía del arbitraje profesional que «no cierra», los viajes extenuantes que lo alejaban de su familia durante algunos días, y la necesidad de dedicarse a su profesión «de la vida real» como Maestro Mayor de Obras. Referente indiscutido del arbitraje entrerriano y de su ciudad, Delsart dialogó con La Calle y manifestó que eligió priorizar su profesión y, sobre todo, a su familia y a su hijo pequeño. Aunque dejó el máximo nivel, sigue ligado al básquet desde el ámbito local y provincial, aportando experiencia, formación y acompañamiento a las nuevas generaciones. En esta charla, repasa sus inicios casi infantiles dentro del arbitraje, hace un balance sincero de su carrera, recuerda amistades forjadas a lo largo y ancho del país y reflexiona sobre las luces y sombras de una profesión tan apasionante como sacrificada. ¿Por qué tomaste de la determinación de no seguir arbitrando en la Liga Nacional? Fue repentino o algo que ya venías pensando? La decisión de dejar no fue de un día para otro. Pasé varias temporadas pensando en eso. Todo se puso muy complicado, muchos partidos, muchos viajes con pocos días de estar en mi casa hicieron que uno por ahí acelere la decisión de dejar. Ya no era lo mismo como en los principios que uno tenía esas ganas de irse a dirigir y bueno la familia empezó a pesar y haciendo un balance dentro de lo que me podía dar mi laburo particular, empezó a empujarme a ir dejando de lado un poco lo que es la profesión. Los viajes son largos, llevan su tiempo y prioricé un poco mi laburo personal y a la familia sobre todo.Tengo un nene chiquito que recién cumplió 4 años y tampoco me podía dedicar de lleno a algún trabajo porque para dirigir me iba capas 5 o 6 días, volvía y estaba dos días en casa. Con el tema de mis trabajos personales me costaba mucho ese punto y la verdad que haciendo un balance dentro de lo que a uno le da la economía del básquet llegas al punto de decir bueno, esto no conviene más, hay que priorizar el bienestar. Y un poco la pasión se fue perdiendo básicamente por eso. Yo lo relaciono más que nada con eso, con el esfuerzo que se fue dando, y uno por ahí priorizaba muchas veces el básquet por encima de otras cosas, pero yo creo que más que nada es las ganas y la pasión con la actividad. La decisión la tomé la última temporada, yo tuve la suerte de dirigir la final de la Liga Nacional y después de esa final ya sabía que no iba a seguir. No inicié la última temporada pero la decisión fue bastante meditada. ¿Cómo fue tu primer contacto con el arbitraje? Empecé a tener relación con el arbitraje cuando era mini. Habré tenido 12 años y dirigía, ya arbitraba cuando jugaban los pre-mini. En esa época siempre se usaba árbitro-amigo. Me acuerdo que arbitraba Juan Perrota casi siempre. Y yo lo ayudaba, o sea, yo dirigía el pre-mini. Esa fue la primera relación que tuve. Después a los 14 -15 años ya arranqué a dirigir más formalmente en el colegio femenino. Y me acuerdo que había un torneo de pre-mini en Parque Sur. Me tocó empezar a dirigir con un miedo bárbaro. Me acuerdo me querían cobrar la entrada, me paré y les dije No, yo soy el árbitro y me miraban todos. Así que esa fue mi primera experiencia. Y después seguí, empecé a progresar y eso te va seduciendo, el hecho de poder ir creciendo e ir dirigiendo más categorías. Hay quienes dicen que eras medio maleta para jugar y no te quedó otra que arbitrar para entrar a la cancha Yo creo que sí, como jugador sabía que no iba a llegar mucho más lejos de lo que puede llegar cualquier jugador de categoría formativa, no tenía esa aspiración y tampoco se veía mucho futuro. Capaz que hoy en día tienen más inclusión los jóvenes. Y bueno también lógicamente que uno al arbitrar empieza a cobrar un mango, eso también ayuda para las salidas y demás entonces también eso me seducía por una parte lo que es la actividad y por otra parte que uno empieza a ganar un peso. Pero más que nada te empieza a gustar porque si no te gusta, por más que te paguen siempre algo te tiene que gustar y apasionar. Creo que por eso empecé a dedicarme de tan joven. ¿Qué recordás de ese inicio en el arbitraje? ¿Siempre fue algo que quisiste o se fue dando? El otro día me estaba acordando, arranqué en el 2005 a arbitrar en la parte del arbitraje femenino, porque antes estaban divididos colegios de árbitros en la ciudad. Estaba el colegio del básquet femenino y el colegio del básquet masculino. Yo arranqué en el 2005 a dirigir todas las categorías del minibásquet, algunas categorías de las formativas y después ya en el 2007 se unieron esos colegios y rendí para ser árbitro federativo. Empecé a dirigir para la Federación de Entre Ríos. Con el tiempo dirigí Liga Provincial, recuerdo una la liga muy dura, muy similar a la que está ahora pero con algunos jugadores que juegan torneos como Liga Federal, Liga Argentina, de ese nivel. Después dirigí Torneo Federal cuando había pasado de Liga B a Torneo Federal. Y con los años me promocionaron para dirigir Liga Argentina, eso en el 2016. Y en 2017 ya inicié a dirigir lo que es la Liga Nacional con el arbitraje de tres árbitros y desde ahí seguí dirigiendo lo que es Liga Nacional y además siempre dirigiendo para la Federación y a nivel local. ¿Qué balance hacés de toda la carrera? ¿Cómo te has llevado con todo el ambiente del básquet? El balance con respecto a lo que son los jugadores, entrenadores, dirigentes, yo creo que es muy bueno porque hoy en día uno se siente reconocido realmente, siente que se lo tiene en cuenta, que lo escuchan, sobre todas las cosas, tanto en el plano local como la provincia y algunos a nivel nacional. También uno por ahí ha forjado muchos compañeros y ha ayudado mucho también. Yo considero que me he manejado siempre con mucha humildad y eso se devuelve desde los jugadores y cuerpos técnicos y todos los que componen el básquet, te lo demuestran a esa devolución. Yo creo que desde ese punto siempre, insisto en lo mismo, uno debe ser humilde, no debe dejarse pisotear por nadie ni pecar de soberbia. Hay que ser un formador y estar siempre acompañando y siempre saber que sos parte de un grupo, tres árbitros dentro de la cancha y conformar un grupo. Dentro de tu tarea tratar de liderarlo.Y con los jugadores siempre lo mejor, lógicamente, algunos encontronazos con alguno he tenido pero es algo que queda en el partido y después todo siempre vuelve a la normalidad, también con los entrenadores. -¿Qué fue lo más lindo que te ha dejado esta profesión? Una de las cosas hermosas del arbitraje fue haber conocido tanta gente, tanto a mis compañeros como todos los integrantes de todas las instituciones que uno conoce y los lugares. Gracias al básquet conozco casi toda la Argentina, tuve la suerte de dirigir también un torneo en Chile. No tuve mucho éxito a nivel internacional pero tuve esa posibilidad. Estuve en muchos torneos Argentinos, muchos viajes, conozco la gran mayoría de las provincias y cuando uno tiene unos días libres aprovecha a recorrer. Así que también es una de las cosas lindas que te da este trabajo, esta profesión, que era conocer todos esos lugares y compartirlo con compañeros que muchas veces se transforman en amigos que a uno le van quedando. Tengo muy buenas amistades de cualquier punto del país, porque uno tiene compañeros de cualquier lado y convive con ellos muchísimos días y muchísimos viajes, entonces uno forma una amistad muy grande. La verdad que eso es una de las cosas también más gratificantes de esta actividad. Los compañeros, la gente, las relaciones que uno tiene, ¿no?, ellos pasan por la misma situación de extrañar a su familia, de querer estar en su casa y demás. Y bueno, uno trata de llevarlo siempre de la mejor manera. ¿Y lo más difícil es siempre irse lejos de la familia no? Sí, la parte más difícil yo creo que fue en el año 2021, con mi señora embarazada tenía fecha para los primeros días de enero, a mí me tocaba el último viaje a Comodoro Rivadavia por un partido y de camino se le anticipa el parto, gracias a Dios salió todo bien. Pero fue lo más difícil que me tocó fue haberme perdido el nacimiento de mi hijo y yo creo que eso me hizo repensar muchísimo con respecto a lo que es la actividad fue yo creo el momento más duro haber salido a la cancha a dirigir un partido sabiendo que tu señora estaba teniendo familia, el que es padre me va a saber entender. En ese momento mi hermana la acompañó por suerte, pero fue difícil. ¿Crees que es simplemente un parate o descartás la posibilidad de volver a dirigir en el alto nivel? La verdad que por ahora no pienso en eso, en volver. Ya la decisión de alejarme la tomé, de dejar ese lugar. Sigo a nivel provincial y a nivel local, porque siento que las distancias son más manejables y uno puede seguir de una alguna manera colaborando, porque sigue siendo un referente a nivel local y provincial, ayudando también a los más jóvenes. Y también a uno le hace bien salir, compartir y seguir vinculado a la actividad. Soy joven, tengo las ganas todavía de andar, de estar relacionado con personas que están en las mismas condiciones, y bueno, y también, lógicamente, económicamente, todavía es una ayuda, ¿no? No sé cuánto me durarán esas ganas de estar así a nivel local y provincial pero bueno. A nivel profesional bajo las condiciones que están dadas las competencia hoy en día no volvería porque son demasiados los días que te demanda y bajo el monto que uno puede percibir como ganancia, digamos, como para ponerlo en un balance, ¿no? Nunca digo que no pero creo que bajo estas condiciones que tiene el arbitraje profesional no vuelvo. Un árbitro profesional sabés bien que no se puede dedicar únicamente a esa profesión porque no le dan los números. -¿Seguís vinculado con la Escuela de árbitros? Sí, en relación con el Colegio yo sigo vinculado, no directamente, ahora ha cambiado un poco con el tema de las capacitaciones. Hay varias formas de capacitación desde la Confederación, entonces por ahí los colegios medio que no es como era antes donde vos armabas una escuelita. Nosotros todavía seguimos con eso, pero en general ha cambiado un poco. Yo puntualmente ahora no estoy en el colegio pero sí me tienen en cuenta para opiniones y demás. Estoy como referente en la ciudad, me han llamado mucho mis propios compañeros, yo he delegado mucho a ellos. Confío ciegamente en que hay que ir delegando para que no quede una persona durante tantos años y que se desgaste tanto. Sigo vinculado y nos seguimos viendo, juntando además con los integrantes de acá de la ciudad. También al nivel provincial tengo un puesto en la Comisión Técnica de la Federación Entrerriana, en la parte del relevamiento de los árbitros en el área de capacitaciones en conjunto con Maximiliano Robles y el coordinador que hoy en día es Javier Mendoza. ¿Cómo ves el nivel del básquet tanto a nivel local como provincial? Lo que es el básquet a nivel local y provincial lo veo muy bien. Veo un crecimiento muy bueno, lógicamente que los jugadores llegan a una edad que en el caso de una ciudad chica se van a estudiar a otras localidades Por ahí dejan la actividad, dejan lo que es el básquet y es normal. Pero yo creo que las competencias, sobre todo e la parte formativa es muy buena, tenemos una muy buena Liga Provincial, muy competitiva. Este año ha quedado demostrado que ha sido una competencia muy dura. Después a nivel nacional es como que les cuesta mucho más porque ya son otros los montos para los clubes, es muy duro para los clubes por la parte económica, la logística que deben afrontar y todo le genera un gasto bastante grande. Yo creo que el arbitraje, por ahí no quiero entrar mucho en eso porque la verdad que no es mi punto de hacer política ni nada, pero el arbitraje no es un número tan relevante en los gastos que tienen los clubes. Dentro de la logística los aranceles arbitrales no son un número tan amplio en porcentaje de lo que deben afrontar cada club en cada competencia. Yo creo que ese es el balance que te puedo decir. Y eso se entra a ver reflejado en todas las competencias. Desde lo que sería masculino y, bueno, lógicamente a nivel también femenino, ¿no? pero bueno, existe una amplia diferencia en lo que es Liga Nacional con lo que es Liga Argentina con lo que es Liga Federal y demás la geografía de nuestro país es muy amplia entonces si tenés que afrontar competencias cada vez superiores lógicamente que la movilidad y todo eso se torna muy costoso. Desde ese punto hay que tener en cuenta que los que van a ver básquet capas no lo entienden y son muy exitistas, pero a los clubes les cuesta demasiado. Sobre la precariedad del arbitraje profesional. Si tuvieras que proponer un cambio principal para que un árbitro pudiera dedicarse exclusivamente a esa profesión, ¿Cuál sería ese cambio? En lo que es la actividad arbitral profesional, yo creo que está muy difícil. Un árbitro no se puede dedicar exclusivamente a esto. La competencia profesional, la Liga Nacional podría tener un grupo de árbitros profesionales, pero bueno excede por ahí a lo que nosotros podemos manejar. Eso es más de la parte dirigencial por ahí hay algunos problemas con el tema de juicios, demandas y demás que se van dando porque los árbitros van llegando a una cierta edad donde se retiran, se van de la actividad porque ya el físico no les da o porque se cansan, los empiezan a manejar de una manera distinta, empiezan con la cantidad de partidos y demás. No todos los árbitros dirigen la misma cantidad de partidos, no todos los árbitros ganan lo mismo. Y eso la verdad que empieza a repercutir muchísimo y hoy en día se hace muy engorroso, muy difícil. Debe darse una vuelta de timón muy grande. No entro mucho en eso de opinar para no generar malas vibras sobre todo con algunos que les toque de cerca pero yo creo que no está visto el arbitraje todavía como profesional. Mientras dura la temporada los árbitros pueden aspirar a cierta economía pero una vez que termina la temporada o les pasa algo, te toca que te lesionaste o te pasa algo no cobras un peso entonces se torna muy complicado desde ese punto. Eso también es una de las razones por las que uno empieza a priorizar otro tipo de cosas, otro tipo de actividades, de trabajo y demás para poder sobrevivir, porque esto, ya te digo en unos meses te va bien, si tenés suerte de poder dirigir más partidos te va bien, pero cuando llega el momento de que tenés que hacer un parate, si no tenés otra actividad, vas muerto.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por