28/12/2025 12:53
28/12/2025 12:53
28/12/2025 12:53
28/12/2025 12:53
28/12/2025 12:53
28/12/2025 12:53
28/12/2025 12:53
28/12/2025 12:53
28/12/2025 12:52
28/12/2025 12:52
» Elterritorio
Fecha: 28/12/2025 11:00
Por las decisiones macroeconómicas Las economías regionales cierran un golpeado 2025 sin vaticinar mejoras en el arranque del nuevo año El impacto de las políticas nacionales embate de lleno a las economías regionales. La situación se repite desde hace tiempo, pero este año las decisiones macroeconómicas derivaron en un golpe mortal hacia las producciones e industrias locales. En Misiones, todos los sectores se vieron afectados, pero fue en los cuatro motores productivos principales yerba, té, forestoindustria y tabaco donde mayor incidencia tuvo la mano presidencial. Bajos precios, suba de costos y falta de beneficios que generen competitividad en el mercado internacional fueron los principales factores. Por ello, al consultar a los protagonistas sobre las expectativas para el año entrante, las respuestas fueron desalentadoras. Más allá de algunas esperanzas dejadas en el plano local, el panorama no se vislumbra con mejoras en el arranque del 2026. Uno de los sectores más afectados fue sin lugar a dudas en de la yerba, que no sólo tuvo que enfrentarse a la cuestión netamente económica, sino que también a una lucha cuerpo a cuerpo por la autonomía y el respeto a las instituciones (más información en página 5). Té sin exportar Un sector que viene atravesando momentos complejos desde hace mucho tiempo es el del té. Al tratarse de una producción que prácticamente exporta casi el 100% de lo cultivado, las políticas internacionales son elementales. En ese sentido, el empresario Jonathan Klimiuk explicó a El Territorio que se viene un año bastante desafiante, bastante complejo en todo sentido en lo que es productivo, ya que bajó mucho la producción por las noches frescas que se mantuvieron durante todo noviembre. Por ello, empezamos una zafra bastante más tarde de lo normal y también con un rendimiento muy por debajo de lo normal. Ahora estamos arrancando la segunda cosecha, todavía con rindes bajos. Y también el tema ventas viene bastante retrasado, con la actualización del costo que tuvimos en dólares, el tema energético, combustible particularmente, hace que los compradores no puedan absorber los elementos que necesitamos para cubrir esta inflación en dólares que tuvimos. Entonces, estamos en un ida y vuelta con los clientes, lo que se vuelve bastante complicado, señaló. Otra caída Klimiuk advirtió entonces que indefectiblemente habrá otra caída en exportaciones de té en general. El té argentino va a caer bastante en exportación y eso es preocupante porque perdés mercados que pueden absorber otros productores a nivel mundial, que de hecho están atentos a lo que hace Argentina particularmente en Estados Unidos y están atacando ese mercado, explicó. Al tiempo que añadió: A nosotros con la situación económica actual y con estos costos en dólares, se nos hace muy complejo competir. Estamos gestionando y buscando alternativas; sabemos que devaluar no es la solución, sino buscar que lo macro se solucione, pero sin que las empresas queden en el camino. No queremos que mientras se soluciona lo macro, las economías regionales desaparezcan, que es lo que está pasando ahora a lo largo y ancho en la Argentina. Eso trae complicaciones graves para las pymes, hay un récord de cheques devueltos, despido de personal, el productor no puede entregar el producto, hay secaderos de té particularmente que no pudieron iniciar la cosecha, está bastante complejo el panorama, contó el empresario. Como en los 90 Y recordó que esta crisis ya lo vimos en la década del 90, por lo que se buscan herramientas como en esa época, con reintegros de exportación para los productos o un dólar agro para la economía regional. Todavía no somos escuchados, están muy enfocados en solucionar lo macro a costa de que se quede en el camino quien se tenga que quedar y eso es malo, porque las pymes generan muchas fuentes de trabajo, dijo. Y agregó: Esperemos que en el 2026 se empiece a acomodar e iniciar nuevamente estas actualizaciones, que tengamos herramienta para sobrellevar la economía, que hoy no las tenemos y estamos muy preocupados por la situación en general. No es nada alentador, fue un año desafiante, con muchos problemas; y con lo que vemos, el 2026 no va a ser algo diferente. Tabaco con balance positivo El tabaco tuvo un año complejo con la fuga de ventas hacia Brasil principalmente, pero de acuerdo a lo que se remarcó desde el sector, eso no impidió que puedan sobrellevar la situación y cerrar en buenos términos el 2025. Carlos Pereira, subsecretario de Tabaco de la Provincia, resaltó que se superaron las expectativas que teníamos, con 39.600.000 kilos vendidos. La participación de Misiones está por encima de otras provincias en lo que es la recaudación del Fondo Especial del Tabaco (FET). Pudo ser mejor sí, pero también nos tranquiliza saber que hace más de tres años, con las transferencias automáticas, todos los meses se deposita y eso le da tranquilidad y proyección al productor, principalmente en lo que respecta al servicio de salud, adujo. Asimismo, indicó que, a pesar de toda la situación, el balance sigue siendo positivo. Tuvimos reuniones con empresas y se habla de una expectativa de más de 35 millones de kilos en campo. El tiempo también está ayudando, hoy se está en plena cosecha con más del 45% de la producción en el galpón, contó. Pereira indicó que, aunque quedan cuestiones que resolver, la demanda del Burley que está habiendo en el mundo genera buenas expectativas de ventas para el período 2026-2027. Hay más de 14.000 productores trabajando, se estima que se irán sumando unos tres mil más por las ventas y ya hay más de 40 técnicos recorriendo las producciones. Además, la cooperativa tiene más de 750 empleados trabajando, más todo lo que tiene que ver con la logística y el transporte. Por eso hay generación de mano de obra y eso es positivo, concluyó. El forestal tendrá que salir a buscar nuevos mercados La industria forestal de Misiones, pilar histórico de la economía provincial y generadora de miles de empleos, atraviesa su peor momento de la historia, según argumentaron referentes del sector. El rubro registra una sostenida caída de ventas en aserraderos, muebles, pallets y construcción con madera. Tanto la demanda en el mercado interno como las exportaciones están deprimidas, y la pérdida de rentabilidad obedece tanto al aumento de costos de materia prima, insumos y energía. Por esta razón, muchas empresas siguen reduciendo jornada laboral, adelantando vacaciones, parando la producción actual o trabajando en un mínimo porcentaje de su capacidad instalada. Al respecto se refirió Enrique Bongers, presidente de la Asociación de Madereros, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (Amayadap). En diálogo con El Territorio, resaltó que el año 2025, para resumirlo, fue un año bastante planchado en ventas de mercado interno, asociado a la falta de obra privada y la incipiente obra pública y a un mercado exportador no demandante de madera, salvo algunos países asiáticos o de Centroamérica que demandan ciertos productos de madera, básicamente rústica, de bajo valor agregado. Ya hace más de un año que se mantienen los precios de los productos de los aserraderos forzando ventas con promociones, plazos de pago, descuentos especiales para sostener la actividad forestal industrial. Este cambio de paradigma que viene con el cambio de gobierno nacional hace que hoy la inflación ya no sea un problema, pero hace también que, en la primera etapa, que fue finales de 2024-2025, el industrial haya intentado eficientizar sus industrias, su parte financiera, porque pasamos de un contexto inflacionario a un contexto de baja inflación, en el cual todo repercute más, los impuestos, los costos, aseveró. En ese marco, también argumentó que se mantuvo todo el año con precios de productos forestoindustriales similares, sin generar aumentos. Tuvimos un aumento de costos constantes, energía de más del 200 y algo por ciento, potencia contratada más del 600%, aumentos de combustibles, insumos. Todo esto el industrial ha tenido que absorber totalmente, señaló. Panorama 2026 Asimismo, de cara a lo que será el 2026 enfatizó en que el panorama que se viene es en un contexto no inflacionario, y ha cambiado la conducta de compra también del cliente de productos de aserraderos, porque antes compraban y si se le quedaba en el stock no era un problema, porque al mes siguiente, en un contexto inflacionario, como subían los precios, subía el precio del producto que estaba en stock. Hoy las compras de los clientes han cambiado y te compran solamente lo que necesitan. Por eso es que también con ese cambio de cultura han cambiado los volúmenes de compra de los clientes. Entonces el empresario forestoindustrial madrero en el año 2026 va a tener que acostumbrarse a este contexto no inflacionario, de bajos pedidos, de salir a seguir buscando nuevos nichos de mercado, productos más específicos, de mayor valor agregado si es posible, sostuvo. Y añadió: El empresario forestoindustrial está esperando una reforma laboral, tributaria. Porque hoy realmente se hace inviable cualquier actividad privada, el contexto laboral que tenemos, los aportes, realmente financieramente afecta mucho a las empresas. Los impuestos realmente son una carga muy elevada en un contexto donde la inflación ya no es un problema. Las expectativas que tenemos para el 2026 son sostener la producción, que el mercado externo esté más demandante de madera, poder salir a competir, expectantes también de las mejoras en logística que se pueden llegar a venir y de las mejoras en cuanto a lo que es tributario y laboral, concluyó. Queremos una producción de yerba distribuida, no en manos de dos o tres El sector yerbatero busca levantar cabeza. Desde áreas de producción advirtieron que la cadena de pago se encuentra rota y que el fin de año está siendo desesperante para los trabajadores. El cambio en las reglas de juego impacta principalmente en los pequeños y medianos productores. Sin embargo, los referentes de la actividad afirman que se buscan todos los caminos para generar nuevos mercados, nacionales e internacionales, y mejores condiciones de producción local para evitar la caída. En ese sentido, el flamante subsecretario de Yerba Mate de la Provincia, Ricardo Maciel, detalló a El Territorio todos los números que se manejan en torno al sector y dejan ver, por un lado, la buena producción del sector, pero por otro la grave situación que se vive hoy. Si lo mirás en general, la actividad de este año aparentemente no tendría inconveniente porque está equilibrado, tenés casi 900 millones de kilos de hoja verde cosechado y es lo que se necesita para tener el abastecimiento tanto para mercados internos o externos. Mercado interno, a pesar del estancamiento de consumo en muchos productos a nivel nacional, estamos en niveles por encima del año pasado. Y en exportación sí, es una situación muy buena, donde cada vez hay más interés y curiosidad en conocer nuestros productos y las empresas están también enviando los volúmenes que se reflejan en esa estadística que vamos a superar ampliamente lo que se comercializaba, explicó. Adujo que esto se debe también a todas las campañas de promoción que se vienen realizando anualmente en las principales ferias del mundo, donde las empresas están yendo a promocionar su producto y también a hacer contactos de importadores. Y ahora también se abre una buena expectativa en el Oriente, especialmente en la India, que ya deja de ser un mercado exploratorio, sino que ya empieza a ser un mercado de abastecimiento incipiente, pero con mucho potencial de crecimiento. China también está demandando productos, y señalo estos dos porque por mucho tiempo se intentó ingresar, pero siempre había una restricción muy fuerte. Es el potencial que hace el mercado externo y creo que es lo que tenemos que potenciar hacia adelante. Y en esta línea, es una necesidad promover todas las pequeñas y medianas marcas que tenemos diseminadas en nuestro territorio, en manos del sistema cooperativo o pequeñas empresas familiares, como para que esas marcas se proyecten. Y esto tiene un potencial también en el mismo mercado interno. Hay segmentos de consumidores que están buscando este tipo de productos, que quieren consumir una yerba sabiendo quién la produce, dónde la produce, consumir su historia, su cultura, su paisaje. Y creo que es el tipo de producto que mejores condiciones de crecimiento tiene con productos amigables con el ambiente, señaló Maciel. Crisis de distribución Más allá de las buenas perspectivas, Maciel argumentó que existe una gran crisis de distribución de lo que genera esa comercialización. Y esto se vio muy acrecentado en estas dos últimas zafras de regulación, donde el cambio de regla de juego impactó mucho especialmente en los pequeños productores, los pequeños secaderos. Y que generó una competencia hacia la baja, de quién paga menos. Eso no es bueno, en primer lugar, para el productor, para el tarefero, para el secadero, y el corto y mediano plazo tampoco va a ser bueno para las mismas industrias. Por eso es importante encontrar algún mecanismo dentro de las reglas que hoy tenemos. Considero que un modelo de libre mercado para miles de pequeños productores atomizados ofreciendo un producto a un grupo concentrado de compradores no es muy justo, porque hay un poder dominante sobre el conjunto. Pero son las reglas en las cuales estamos hoy. Seguiremos insistiendo para que el Instituto vuelva a recuperar sus facultades regulatorias, porque justamente está a la vista lo que significa no tener un organismo que equipare fuerzas de negociación, como lo teníamos. Hoy, al estar desregulado, no solamente no se puede estar acordando en la mesa del Instituto, sino también se perdió la posibilidad de que Nación intervenga con estos valores en la actividad, remarcó. Asimismo, otro de los problemas que registró la actividad fue la liberación y la promoción de los productos importados que generó Nación, lo que hizo que ingresara yerba. Tenemos casi 10 millones de kilos de yerba importada, en 2026 tenemos que agudizar los controles para ver en qué condiciones y de qué manera están ingresando. En este año se notó mucho cómo el stock está distribuido en todos los secaderos de la provincia. Y esto significa para el tenedor de ese stock un alto costo financiero, sumado a que al momento de salir a vender se encuentra que tiene un menor valor. Ocurre una depreciación del valor de la canchada y las industrias también están en esta línea, especulando con esa situación, manifestó Maciel. Mientras, recordó que antes, cada seis meses, habiendo fijación de precio poco o mucho, el valor de la canchada se actualizaba y aumentaba. Eso significaba que tu stock se valorizara. Por eso todos trataban de llevarlo a los molinos. Hoy la canchada se desvaloriza y cada vez que se da esta situación, el secadero queda totalmente desfinanciado y en pésimas condiciones como para ofrecer un mejor producto. Analizando el contexto general, el funcionario indicó que hay un escenario macroeconómico financiero muy fuerte que afecta a todos, no solamente el sector yerbatero. Desde el gobierno de la provincia hemos librado distintos aportes que tengan que ver con mejorar la toma de crédito de las cooperativas y los secaderos, financiándole la tasa de interés, contó. Hoy el escenario macroeconómico nacional te determina nuevas reglas. Hasta que no se modifiquen esas condiciones, son las reglas con las que tenemos que jugar y dentro de eso ver de qué manera entre todos aportar mecanismos que ayuden a corregir esta situación. Desde la Provincia insistiremos ante Nación para ver si las potestades del Instituto se pueden recuperar, la designación de un presidente es un signo positivo, una posibilidad como para tener un interlocutor con Nación, para explicar que con un sistema desregulado van cayendo los más chiquitos, pero también a la larga van a afectar a las grandes industrias y lo que va a generar es un proceso de concentración que queremos evitar. Misiones quiere tener producción yerbatera, pero distribuida en miles de productores, cientos de secaderos, cientos de molinos como lo es ahora; no queremos una producción yerbatera misionera en manos de dos o tres molinos, concluyó. Notas relacionadas - Con la misión de salir del estancamiento en el año par - 2026: Argentina y los años malditos - Las reformas estructurales 2026: Entre la promesa macroeconómica y la realidad territorial - La CGT Misiones argumentó los motivos para frenar la reforma - Del stockeo a la competitividad: Los tres desafíos de la economía actual - Expectativas de las pymes en los efectos de la reforma laboral - El rol del Estado y los desafíos que vienen - Ponen en duda el optimismo nacional y advierten un 2026 con más ajustes
Ver noticia original