28/12/2025 11:18
28/12/2025 11:18
28/12/2025 11:18
28/12/2025 11:18
28/12/2025 11:16
28/12/2025 11:16
28/12/2025 11:16
28/12/2025 11:16
28/12/2025 11:15
28/12/2025 11:13
» Letrap
Fecha: 28/12/2025 09:29
En la interna del Gobierno, esta vez ganó la política La sanción del Presupuesto consagró al equipo de Javier Milei encargado de lograr acuerdos. Los Caputo y la interna infinita. Qué recibieron los gobernadores. Patricia Bullrich durante el debate del Presupuesto que festejó el Gobierno. De fondo la mira Luis Juez. El debate del Presupuesto 2026 expuso la interna del Gobierno, que de a ratos parece arruinarlo todo. El viernes 19, desde la Casa Rosada filtraban versiones de un eventual veto a la ley de leyes por la eliminación del capítulo 11 en Diputados. Una semana después, Javier Milei festejó la sanción en el Senado del mismo texto que sus voceros criticaban. Esta dualidad muestra al Presidente entre dos bandos enfrentados, que casi nunca se preocupa por apaciguar. Uno es la reconvertida mesa política, que integran Diego Santilli (ministro del Interior) y los jefes legislativos del oficialismo de ambas cámaras, Patricia Bullrich y Martín Menem. La exministra arrincona a Victoria Villarruel y prepara el ingreso de un hombre de su confianza, Gerardo Milman, para esmerilarla. Karina Milei es la madrina sobreprotectora de este trío que pasó la tarde post-Navidad en el Senado y festejó la sanción desde los palcos. La aprobación de hoy con 46 votos afirmativos, 25 negativos y 1 abstención en general de la Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio Fiscal 2026 es un hecho histórico. No hay registro de la aprobación de un presupuesto con Santiago Caputo quedó en la vereda de enfrente. Sólo se acerca a la mesa política para dirimir otras contiendas de gabinete, como cuando intentó relegar al ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, por su protagonismo en la elaboración de la reforma laboral. El consultor tiene como socio en el gabinete a su tío, el ministro de Economía, Toto Caputo. El Caputo joven sigue jugando a ser el Mago del Kremlin y a veces le sale. Usa su línea directa con Milei y Toto para sostener sus espacios de poder (como la SIDE y la ARCA); y se mantiene como el ahijado de Mario Lugones, la mancha venenosa del Gobierno. El ministro de Salud es el artífice de los principales tropiezos del Presidente, como el ajuste en discapacidad, hasta el extremo de arriesgar la ley de Presupuesto. Sólo Milei sabe por qué lo cuida tanto. Las dos caras del Gobierno Este viernes, la mesa política festejó su primer triunfo, con la sanción de un Presupuesto que negoció durante semanas con gobernadores, quienes aprovecharon un inesperado traspié en Diputados para subirse el precio y recibir una última tanda de prebendas. El texto quedó casi igual a como fue enviado en septiembre: no hay cambios impositivos para aumentar giros a las provincias (como la reforma al impuesto a los combustibles), se redujo casi a cero la planilla de obras públicas, los ATN siguen a discreción del Presidente y los déficits previsionales locales no serán cubiertos íntegramente por el Tesoro Nacional. Era un Presupuesto modelo y casi tiran todo por la borda, fue el reproche de la mesa política al tándem de los Caputo y Lugones. El último debate en el Senado se trabó por los ajustes en educación y la pulseada también la ganó Milei: no habrá compromisos mínimos de inversión y las universidades que no envíen documentación correcta podrían cerrar. Parece un requisito obvio, pero pocos le confían al Presidente el manejo de estos recursos. Se avaló, además, un ajuste en ciencia y técnica. Para un sector de la oposición, al menos en estos tiempos, hay otras prioridades. Tal es así que sólo tres de la decena de radicales del Senado pidieron corregir este capítulo. El resto juró fe libertaria, a cambio de los últimos favores a las provincias que gobierna la UCR, como Chaco, Mendoza, Corrientes y Santa Fe. Los jefes de los dos últimos distritos amagaron a rebelarse, pero luego aportaron sus votos. Todos recibieron algo. Carolina Losada es la única voz radical violeta del Senado por convicción. La rosca decisiva Las negociaciones finales para el Presupuesto fueron en el despacho de Bullrich, con la presencia de Carlos Guberman, el secretario de Hacienda y mano derecha de Toto Caputo. Al teléfono estuvieron gobernadores como Rolando Figueroa (Neuquén), Gustavo Sáenz (Salta), Ignacio Torres (Chubut), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca). Los últimos tres tenían la llave para romper al flamante interbloque peronista y lograron hacerlo. Las ayudas que recibieron los mandatarios por inclinar la balanza cumplieron el manual de la política tradicional. Creció la cuenta de ATN, hubo adelantos de coparticipación para pagar aguinaldos y, sobre todo, avales para tomar deuda. Es lo mismo que pide y aún no consigue Axel Kicillof. Cuando la mesa política logró inclinar la balanza a favor de aprobar los artículos más polémicos del Presupuesto, nadie quiso quedarse fuera. Hasta la dupla de Santa Cruz (José Carambia y Natalia Gadano), que ni siquiera había dado cuórum, votó a favor y negoció favores para su provincia. Guberman tuvo que aflojar la billetera: esa fue la orden que le dio Milei. No parecía el mismo funcionario que se plantó ante los jefes de bloque de Diputados una semana antes. Así funciona la interna del Gobierno: si el jefe de Estado interviene, un sector avanza, triunfa o choca. Si el líder se desentiende de las disputas, su gestión se paraliza. Lugones, el problema de siempre La inclusión del artículo 75 en el dictamen original de Presupuesto en Diputados, que derogaba la emergencia en discapacidad y el aumento de los fondos universitarios, fue impulsada por los Caputo y Lugones. El ministro de Salud ya no disimula su interés en mejorar los balances de las empresas de su rubro. La orden de Milei de no dar marcha atrás fue clara y pudo haberlo arruinado todo. Santilli creyó haber dejado el tema atrás cuando el Presupuesto se aprobó en la cámara baja sin ese capítuloque incluía compromisos financieros que fueron desechados, como fondos a Ciudad, la Justicia y las eléctricas-, pero el joven Caputo filtró que el texto no servía y se complicaron más las cosas. La mesa política se movió unida. La interna quedó a la vista, una vez más. Bullrich fue y vino a la Quinta de Olivos el fin de semana previo a Navidad y usó su firmeza para poner límites: no habría cambios al texto aprobado en Diputados, aunque lo pidiera Milei. La jefa del bloque de LLA en el Senado explicó que los problemas judiciales que Lugones y el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, pudieran tener por no cumplir la emergencia en discapacidad no eran más importantes que conseguir el Presupuesto por primera vez en la era Milei. El Presidente lo entendió o simplemente lo aceptó. Nunca se sabe bien. Bullrich hasta hizo una pirueta: usó al consultor para justificar la postergación de la reforma laboral y la reforma a la ley de glaciares cuando, en verdad, no tenía el texto cerrado con la oposición. Lo que viene El Congreso quedó en receso hasta febrero, cuando Bullrich volverá a la carga con la reforma laboral. En el mejor de los casos, el texto llegará al recinto con muchas modificaciones, en lo que será una nueva y repetida- interna con los Caputo. La pelea es la de siempre: cuánto ceder para tener una ley. A la narrativa libertaria que Milei cuida- no le sirven concesiones. A las democracias modernas, les son indispensables para funcionar. Bullrich lo sabe y lo aplica. El paquete de leyes penales que logró en estos dos años necesitó de muchas correcciones de la oposición. Las gestionó la diputada bullrichista Laura Rodríguez Machado, al frente de la comisión de Legislación Penal. Este viernes, la cordobesa festejó la sanción del proyecto de inocencia fiscal, su última rosca. La ley de regla fiscal que prevé prisión para funcionarios si no evitan el déficit- no avanzó, entre otras cosas, porque Milei se negó a negociar. Tal vez por eso ese proyecto no fue girado a la comisión de Machado. Guberman, con letra de los Caputo, pidió no sacar una coma cuando lo discutió con los jefes opositores. Sólo logró que el texto fuese cajoneado. En febrero, la mesa política buscará reescribir el proyecto. Ese mes, Menem quiere que la reforma del código penal se empiece a debatir en Diputados, pese a que Bullrich la reclama. Rodríguez Machado puede ser la que consiga un consenso. Milman, el soldado de Bullrich Bullrich usará estas victorias para fortalecerse en el Senado, donde empezó a mover piezas. Le creó un cargo a su pupilo Gerardo Milman para ser el controller de Bartolomé Abdala, quien está dispuesto a resistir como presidente previsional. El cargo aún no fue confirmado, pero en el Senado ya es vox populi que seguirá. El puntano es apadrinado por Villarruel, quien buscará ser reelecto en la sesión preparatoria, prevista para fines de febrero. Bullrich quiere en la línea sucesoria al fueguino Agustín Coto lo sentó en primera fila del recinto-, pero si no consigue respaldo de la oposición para ese cambio está dispuesta a dejar a Abdala, con Milman siguiéndolo de cerca. Villarruel hace su juego. Cerrará el Palacio en enero por falta de fondos y lanzó un plan de retiro para reducir la planta a lo mínimo indispensable. La vicepresidenta le pidió ayuda a Bullrich, quien iniciará las gestiones por fondos recién cuando necesite reunir comisiones. La titular del Senado tuvo una oferta para romper todo este viernes: en la reunión de labor parlamentaria, la senadora santacruceña Gadano le propuso liderar gestiones para modificar el Presupuesto y quitarle partidas a Diputados, que recibió fondos para bienes de uso, a diferencia del Senado. Nadie se prendió. La vice tampoco. En Diputados, Menem tiene que reconstruir su relación con el PRO para tener mayoría y no es una tarea fácil. Era uno de sus desafíos si el Presupuesto era modificado en el Senado y debía regresar a la cámara baja. El riojano reconocía en los pasillos que una sesión podía demorarse hasta un mes. El jefe amarillo Cristian Ritondo quedó herido por el reparto de cargos en la AGN. Las charlas se retomarán en febrero. No antes.
Ver noticia original