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  • Cornejo y Cambia Mendoza: el año triunfal y los hitos clave, que no son un cheque en blanco

    » Diario Uno

    Fecha: 28/12/2025 09:27

    La decisión de aliarse con Javier Milei se tomó en marzo y se consolidó en abril. Luego, Alfredo Cornejo y sus alfiles de la UCR y algunos aliados se pusieron a trabajar para un acuerdo con La Libertad Avanza (LLA) más allá de lo electoral, que erizó la piel y agitó las tripas del radicalismo bien nacido. "A mí no me van a pintar de violeta", dijo un intendente radical que puede ser gobernador. Memorable frase de este 2015 que se va. El gobernador en particular y Cambia Mendoza en general han tenido un año triunfal en todo sentido. Que excedió las expectativas de cualquiera puesto a observar la seguidilla de triunfos por elecciones provinciales plasmada desde 2013. Que si el tiempo transcurrido, que si el dólar, que si el cansancio, que si Mendoza vive estancada, que si la falta de renovación de cuadros, que si el hartazgo del electorado con la clase política, que si la gestión está gastada, que si la macro, que si el acuerdo con un hato de libertarios impredecibles y sin formación política Que si no hay candidatos Que si Petri, que si Cobos, que si el PRO que se fue (y volvió a fin de año), que si La Unión Mendocina, que si el anticornejismo de los sindicatos Que si los sueldos que si el turismo Que si Mendoza está cara El año casi perfecto de Cornejo y su equipo Ninguna admonición funcionó y el oficialismo logró construir un año que para este grupo de dirigentes que acompaña a Cornejo será inolvidable. Ampliaron los límites de su alianza, se tragaron los prejuicios e hicieron tangible la gestión en asuntos concretos que tienen poco marketing -salud pública, el sistema Mendotran, mayor seguridad- que fueron mejorando el metro cuadrado de una población descreída y empobrecida. Cornejo la vio, para decirlo en términos sencillos, en un año político que fue difícil. El caso $LIBRA tenía apenas semanas cuando empezaron a tantear la alianza con Javier Milei. Las grandes peleas por el financiamiento universitario, jubilados, discapacitados, la ley Garrahan, el caso de las presuntas coimas en la ANDIS; mellaron el espíritu de un radicalismo que es sensible a las políticas públicas y que cree en la gestión de un Estado presente pero de verdad, y no sólo en el relato de los 4 gobiernos kirchneristas. El 1 de mayo es un buen hito para marcar. Ese día, con una piedra de la montaña y una botella de vino, Cornejo dio su declaración de principios: minería sí, cumpliendo la 7722, y producción también. La aprobación del proyecto San Jorge para comenzar la primera explotación concreta de cobre del país en una provincia que estaba en la lista negra de la minería, fue la continuación de aquella foto. El avance de PSJ Cobre Mendocino La votación por San Jorge transcurrió caliente pero sin los conflictos de 2019 y con una población que mayoritariamente entendió que la minería es necesaria para dar trabajo real. Una herramienta para ampliar la economía. Por supuesto, habrá más protestas de minorías muy ruidosas, enceguecidas, poco proclives a ponerse a estudiar la documentación pública y validada sobre el Proyecto San Jorge Cobre Mendocino. Es inevitable, siempre que sea en paz. En pocos años veremos salir los primeros camiones con concentrado de cobre. Antes que eso, cientos de mendocinos habrán conseguido trabajos bien remunerados en la minería, mientras casi un centenar de proyectos más son explorados en el Sur provincial. Por supuesto, hubo momentos extraños este año. El 18 de mayo, La Libertad Avanza le dio el pase a retiro al PRO en la CABA, y las alianzas libertarias tambalearon en todo el país, porque el mileísmo pediría por todo. El 7 de septiembre se votó en Buenos Aires y el triunfo del kirchnerismo -especialmente del gobernador Axel Kicillof- puso suspenso y dudas sobre la economía, sobre la capacidad de pago del país y todo el mundo salió a cubrirse en dólares. Espejismo peronista y triunfo impactante de Cambia Mendoza Fue aquella resurrección peronista lo que empujó el triunfo arrasador de Milei, transformando aquella victoria del PJ en un espejismo territorial. El paso ganador del presidente benefició y en gran medida a Cambia Mendoza y al gobernador Cornejo. El triunfo en Mendoza el 26 de octubre fue aplastante: 53,64% para CM+LLA contra 25,2% del peronismo, que fue la segunda fuerza. Ni siquiera en Cambia Mendoza esperaban un resultado tan abultado y territorialmente tan extendido. Ganaron en todos los departamentos menos en La Paz y Santa Rosa, hoy por hoy reductos de los intendentes Fernando Ubieta y Flor Destéfanis. Las elecciones de Mendoza validaron la rebeldía del votante que apoya a Milei, pero a la vez el resultado blindó el modo de gestión de Cornejo, que llega a fin de año más empoderado. Su final de mandato en 2027 se prevé con mayorías legislativas propias, una alianza renovada con La Libertad Avanza, el PRO, y partidos de un ideario parecido, e intendentes en su mayoría alineados. No sería aventurado afirmar que es la suma de los oficialismos la que más chance tiene de colocar al próximo gobernador de Mendoza. Y ello, como el mismo Cornejo reconoce, sin que se hayan producido mejoras significativas en las economías familiares. O pese a que mientras se lee esto, probablemente hay familias en el Gran Mendoza con problemas de provisión de agua potable en medio de la ola de calor, no interesa quién sea el proveedor. Ocurre. El pase de Luis Petri Hay capítulos de la interna que conviene repasar. Desde las PASO de 2023, Luis Petri se ha erigido como un referente capaz de nuclear anticornejismo a su alrededor, pero sin romper lanzas con el gobernador. El cierre de las alianzas que lo depositó en la principal candidatura a diputado nacional este año tuvo un paso de minué con el salto que dio a La Libertad Avanza. Antes, el petrismo había quedado dentro de la UCR entre empujones y rispideces. ¿Cómo analizar esta alianza hacia adelante? En la mesa chica de Cornejo no ven como una pérdida la partida de Petri. Al contrario. Creen que contener al ex ministro y ahora diputado nacional será un problema de Facundo Correa Llano, el diputado presidente de LLA que hace gala del mutismo extremo. Sin embargo, la verdad es que hoy Petri tiene tantas chances de ser candidato a gobernador de una alianza oficialista, como cualquiera de los intendentes radicales con aspiraciones, o algún probable heredero de Cornejo que hoy está en el gabinete. El año político terminó con goles inesperados. El regreso del PRO opositor a Cambia Mendoza en alianza con LLA vía el intendente Esteban Allasino alimenta el morbo, pero resuelve ecuaciones políticas de los oficialismos locales, especialmente en Luján de Cuyo. La vuelta del hijo descarriado coincide con un peronismo incomprensible, con el kirchnerismo enfrentando a sus propios intendentes -de momento- en departamentos clave para las elecciones desdobladas del 22 de febrero. Aunque hay una estrecha rendija para un acuerdo final, quedó flotando una idea que a determinado peronismo le es funcional y sanadora: no es lo mismo Cristina condenada y presa por corrupción, que un peronismo que gestiona. La aprobación del presupuesto provincial con votos del peronismo más práctico antes de fin de año y con consenso muy amplio, son prueba de estas afirmaciones. El sentimiento de la población El año político se fue armando. Los acuerdos con Nación por asuntos tangibles como las obras que iniciarán en las rutas 7 y 143 en poco tiempo, el fin de la variante Palmira, los acuerdos por deudas con la Provincia que ya recibió $14.000 millones de los $44.000 millones del consenso fiscal, dan la sensación de alianza útil con el gobierno nacional. El resultado electoral de octubre no fue casual ante un electorado que osciló entre el miedo al pasado y la necesidad de atesorar la inflación a la baja y cierta estabilidad monetaria, que resultaron activos a proteger. Las citas pertenecen a un trabajo que el director de la consultora Sociolítica, Roberto Stahringer, compartió el viernes por la tarde. Stahringer es consultado con frecuencia por la política y el círculo rojo mendocino. Algunos de sus apuntes sobre el año que se va: - Los mendocinos de nuestros grupos focales nos están gritando que el contrato social está roto. Sienten que el Estado se retiró. Quieren que vuelva, pero no como un padre autoritario ni como un burócrata lejano. Quieren un par protector y eficiente. Gestión implacable, trato suave, contenedor y afectivo. - El sentimiento predominante no es la furia ni el enojo, es el cansancio, el agobio y el desamparo. Hay una fatiga crónica. Los participantes de nuestros focus group y encuestas se describen con palabras como "estresados, desesperados", "con incertidumbre", "sobreviviendo". Hay una sensación de que el entorno es hostil. - Los mendocinos, como los argentinos, han terminado el año con sentimientos de desgaste, fatiga y enojo. Cansancio y, paradójicamente, esperanza (...) sin optimismo. Y ¿qué es eso? Es la expectativa racional de una mejora moderada, con la disposición subjetiva a seguir apostando. Esa sensación vive en palabras como zafar, aguantar, el menos malo o podría ser peor. No hay cheque en blanco Ahora este presente victorioso de Cornejo y Cambia Mendoza ¿Es un cheque en blanco? De ninguna manera. El voto de octubre fue más nacional que provincial. Los mendocinos, igual que el resto, salieron más a proteger en mayor medida la inflación contenida, el dólar quieto y a blindar a un presidente en apuros, que a apoyar una gestión provincial prolija e invicta. La prueba de 2027 dirá si esta renovación libertaria en Cambia Mendoza y el giro radical a las ideas de la libertad del presidente, es persistente y sostenible en el tiempo. Cornejo tiene su propio balance. Cree que fue un año muy bueno en lo político, y malo en la economía. El tercer trimestre terminó con 33.000 desempleados en Gran Mendoza y otras 119.000 personas empleadas buscando un segundo trabajo para llegar a fin de mes. Además, hay 85.000 subocupados. Son datos preocupantes y urgentes de una radiografía social compleja, aunque la pobreza haya bajado por ingresos. La economía de la provincia lleva 10 años estancada igual que el país. El gobernador suele quejarse de que siempre le tocó gobernar en recesión. Es cierto. El Producto Bruto Geográfico es menor que 5 años atrás, y casi idéntico al de hace 10 años. Nuestra capacidad de generar riqueza fue perdiendo dinamismo producto de una macroeconomía muy desfavorable por años, y de la falta de crédito y de foco. Nos seguimos atando a actividades que tienen poco para crecer y mercados internacionales en el que sólo crecerán los muy eficientes que brinden productos y servicios de altísima calidad. Por eso, es probable que aún debamos enfrentar cambios muy traumáticos en la economía local de los próximos años. La gestión que se percibe Cambia Mendoza lleva 10 años invicto. Han conducido la provincia de modo tal de hacer de la gestión una bandera de prolijidad y eficiencia. Luego del cobro completo del resarcimiento tras la fallida Portezuelo del Viento, esos U$S1.023 millones empiezan a verse en obras concretas. El año que viene será pródigo en infraestructura sobre todo vial e hídrica. En paralelo, irá madurando el proceso minero. Pero no tienen un cheque en blanco, salvo el contradocumento político y no escrito, en el que de momento el oficialismo local comparte los beneficios de la victoria con Milei. Es mucho más de lo que imaginaron hace un año, lo que les aseguraría un 2026 tranquilo y puede que potente, siempre que no ocurra algo absolutamente descabellado en un mundo en el que persisten guerras geopolíticas, o epidemias de siglos pasados.

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