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» Marpla
Fecha: 28/12/2025 09:24
Llegado a la Primera Nacional con Ciudad de Bolívar hace poco tras ganarle la final a Atlético Rafaela, el jugador volvió por unos días al lugar donde empezó todo: el predio de Banfield, su casa. Con un ascenso fresco bajo el brazo y consolidado como una pieza clave en Ciudad de Bolívar, Nahuel Yeri atraviesa uno de los momentos más fuertes de su carrera. Su llegada a la Primera Nacional funciona como un nuevo impulso dentro de un recorrido que alternó etapas en Primera, B Nacional y Federal A con distintos desafíos personales. En medio de este presente exitoso, previo a la pretemporada con Bolívar, el polifuncional eligió volver al predio de Banfield, el lugar donde forjó su identidad futbolística, para seguir en ritmo y volver a compartir momentos en el club de su barrio, el que lo vio nacer. Yeri, capitán en Ciudad de Bolívar, se refirió al ascenso recién conseguido ante Rafaela y lo que le significó: Veníamos de cuatro años de quedarnos en semifinales o cuartos, nunca habíamos llegado a la final. Es un campeonato muy jodido y largo, pero este año nos armamos bien y se nos dio. Llegar a la final por primera vez y ganar por penales fue una satisfacción enorme. El jugador ya tiene experiencia previa en lo que es la segunda categoría del fútbol argentino, tanto en Deportivo Merlo donde estuvo a préstamo desde Banfield de Buenos Aires, como en ese mismo club. Banfield descendió y yo ya había jugado el Nacional B en Merlo, así que se me hizo más fácil enfrentar esa temporada, y jugué casi todo el torneo. Ese equipo de la temporada 2013/14 debía reinventarse, y Yeri fue parte clave de ese plantel. Tenía compañeros muy interesantes y un cuerpo técnico increíble con Almeyda, Amato, Bonini, Roa, Kohan, enumeró. El ascenso era el objetivo principal y lo conseguimos, dijo con satisfacción. Además, también sabe lo que es jugar en Primera División, ya que en 2010 de la mano de Julio César Falcioni, y con el envión del Banfield campeón del 2009, Yeri debutó en la máxima categoría. Debuté en cancha de Argentinos Juniors contra Chacarita. Me acuerdo la fecha y el partido, de lo que pasó en la cancha no mucho, admitió entre risas. Uno hace un sacrificio enorme para poder llegar a Primera y se me dio con Falcioni, con ese plantel campeón. Fue un momento único y cumplí el sueño de toda mi vida. Además de Banfield y Merlo, y su actualidad en Bolívar, el recorrido lo llevó a vestir la camiseta de Aldosivi. Uno trata siempre de hacer lo mejor posible desde el lugar que le toque. No siempre fui titular: roté, tuve lesiones, que son complicadas. Hay que recuperarse rápido y estar fuerte de la cabeza, reflexionó. Comentó que su carrera es linda, con momentos buenos y malos, pero remarcó que siempre hay que estar preparado para todo. Yeri nació futbolísticamente en Banfield, con la sede del club a pocas cuadras de su casa, y recorrer las instalaciones todavía le despierta emociones: Me crié en el club, mis inicios fueron en la sede. El otro día pasé y lo vi muy lindo. Siempre agradecido por brindarme el espacio cuando puedo venir, comentó. Cada vez que puedo pegarme una escapada para acá, visitó a la gente del club, que está haciendo las cosas muy bien. Siempre veo que Banfield va mejorando. En 2006, mediante el convenio con Banfield de Buenos Aires, Yeri tuvo la oportunidad de dar el salto a las inferiores de un club de Primera. Fue un gran paso siendo muy chico. Ya había hecho todas las inferiores acá y pegado el salto en la primera local con Cacho Moreno, y después se me abrieron las puertas para irme a Buenos Aires. Fue una experiencia muy linda estar allá desde pibe, recordó. Ese fue el comienzo de una carrera que lo llevaría a cumplir su sueño apenas cuatro años después. A sus 34 años, en plena madurez futbolística y en el disfrute de un gran momento de su carrera tras el ascenso, Nahuel ya empieza a pensar en qué vendrá cuando cuelgue los botines. Pero lo hace sin presión, como una charla más con su pareja. Es algo que hablo con mi señora. No quiero seguir ligado al fútbol desde un rol de técnico o ayudante porque después de tantos años es desgastante, confesó con sinceridad. La idea no es alejarse del todo, sino cambiar de vereda: Me encanta ir a la cancha, ver partidos, disfrutar pero desde afuera. Es la reflexión de alguien que lleva casi dos décadas en el fútbol profesional, que conoce sus sacrificios y también sus recompensas. Por ahora Yeri sigue vigente y enfocado en su presente en Ciudad de Bolívar, y en aprovechar cada momento dentro de la cancha. Al final de la charla, dejó un mensaje para los chicos que están en formación en el predio de Banfield: Vengan con ganas. El predio está muy lindo, el club viene haciendo las cosas bien y creciendo. Vengan a aprender y dejen todo por los colores, que es lo que siempre se hizo. Su visita a su club no es solo una forma de mantenerse en contacto: es un regreso al lugar que lo formó y que siente suyo. Entre risas y recuerdos, el jugador volvió a donde empezó a soñar con ser profesional. Hoy, con una carrera sólida y un nuevo ascenso en su historial, Nahuel Yeri demuestra que los valores aprendidos en el Taladro lo acompañan donde sea que juegue. Final Teoría y Práctica de la Comunicación II Por: Román Samatan
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