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» El Zonda
Fecha: 28/12/2025 09:20
Los indicadores oficiales evidencian que no hubo recesión técnica en 2025, aunque la actividad económica registra un estancamiento desde hace aproximadamente seis meses. Para el próximo año, la mayoría de los expertos proyectan un crecimiento del 2% al 3%, con una marcada heterogeneidad sectorial y un menor protagonismo del consumo, en favor de la inversión y las exportaciones. El INDEC informó que su Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró una caída del 0,4% en octubre, tras un repunte en el tercer trimestre. Este repunte estuvo impulsado principalmente por el sector de la Intermediación Financiera, motivado por movimientos en los mercados bursátiles y la dolarización previa a las elecciones, más que por incrementos en depósitos o créditos. El informe del Grupo SBS destaca que en el último trimestre móvil la economía mejoró un 0,8%, impulsada sobre todo por servicios como Intermediación Financiera y Transporte y Comunicaciones, y por actividades en petróleo y minería. El crecimiento acumulado de 2025 fue del 5%, también apoyado en Hoteles y Restaurantes, aunque este último sector presenta un aumento del empleo informal, lo que genera cuestionamientos sobre su impacto real en la actividad formal. En contraposición, la industria manufacturera es la más afectada, con caídas en sectores clave como textiles, automotriz y maquinaria y equipo, debido a la apertura comercial. Esta disparidad sectorial representa un desafío para el Gobierno, dado que el modelo de crecimiento se basa en sectores poco intensivos en mano de obra. El equipo de Research del banco BBVA expresó preocupación por la generación de empleo formal, aunque confía en que una reforma laboral podría fomentar mayor contratación. Por su parte, SBS también enfatiza la necesidad de crear empleo en sectores intensivos en trabajo y expuestos a las importaciones. Mientras tanto, sectores como el agro y la energía se perfilan como motores del crecimiento, con potencial para la construcción si las condiciones monetarias mejoran y se reactiva el crédito hipotecario. Las consultoras equiparán dos escenarios para 2026: uno optimista con un crecimiento del 3% y otro más conservador cercano al 2%. Según Equilibra, la economía podría tocar fondo a finales de 2025, manteniendo la heterogeneidad sectorial. Sectores como Intermediación financiera, energía y servicios profesionales continuarían impulsando la actividad, mientras que la industria sufrirá por la apertura comercial. En cuanto a la demanda agregada, LCG señala que el sector externo seguirá siendo clave, con exportaciones en aumento marginal y mayores importaciones debido a la elasticidad con la actividad y cierta estabilidad cambiaria. El consumo podría beneficiarse de estabilidad política y bajas en tasas, pero sin un boom significativo. Las dudas sobre la estrategia cambiaria podrían prolongar la cautela en inversiones. Desde SBS resaltan la importancia de evitar volatilidad en tasas y tipo de cambio, acumular reservas y remonetizar la economía. Además, las reformas estructurales son consideradas fundamentales para mejorar la previsibilidad y fomentar inversión real y empleo de calidad, lo que permitiría recuperar salarios y consumo. El banco BBVA proyecta un crecimiento del 9,2% en inversión para 2026, que será el principal impulsor del crecimiento económico en el próximo año.
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