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  • La historia de Mateo Sepúlveda, el neuquino que convirtió la superación en medallas

    » LM Neuquen

    Fecha: 28/12/2025 03:13

    Tiene 19 años y nació con síndrome de Crouzon, sin embargo, su patología no le impidió ser campeón parapanamericano con dos medallas de oro y dos de bronce. La historia de Mateo Sepúlveda, es una de las más conmovedoras del deporte de Neuquén. Con apenas 19 años, el joven atleta logró cuatro medallas, dos de oro en 100 metros y salto en largo y dos de bronce en 200 y 400 metros en los Juegos Juveniles Parapanamericanos de Chile 2025. Detrás de este gran logro, que quedó grabado en el Centro Atlético Mario Recordón dentro del Parque Estadio Nacional de Santiago de Chile en noviembre pasado, hay una vida marcada por la perseverancia, el esfuerzo cotidiano y el sueño de llegar cada vez más lejos. Un diagnóstico que lo marcó de por vida Mateo nació con síndrome de Crouzon, una enfermedad genética poco frecuente que afecta el desarrollo de los huesos del cráneo y que a él le provocó una disminución visual severa. Es una patología que se transmite de familia, genéticamente. Mi mamá la tiene y mi abuela también la tuvo contó el atleta a LM Neuquén. Durante su infancia atravesó múltiples intervenciones quirúrgicas, algunas de alto riesgo. Mateo pasó por muchísimos problemas de salud cuando era chico. Fue operado varias veces y hubo momentos en los que los médicos me decían que no sabían cómo iba a salir, que corría riesgo de vida relató emocionada Sandra, su madre. Además, Sandra agrega que sufrió mucho y hoy verlo con 19 años, compitiendo, siendo campeón, estudiando, es un orgullo inmenso. En el plano educativo, el recorrido del joven también estuvo atravesado por desafíos y aprendizajes. Durante la primaria debió enfrentar situaciones de bullying relacionadas con su condición física, una etapa compleja que marcó su infancia. Siempre encontré personas buenas que me acompañaron, contó Mateo. Con el tiempo, el acompañamiento docente y el cambio de entorno le permitieron transitar la escuela desde un lugar de mayor inclusión, respeto y contención, una experiencia que hoy reconoce como fundamental en su formación personal y en la construcción de su autoestima. La familia, un pilar fundamental Mateo vive en Neuquén capital con su madre y su hermana Lourdes, quienes cumplen un rol central en su día a día. Se levantan temprano para acompañarlo a entrenar, lo asisten en la universidad y viajan cada vez que el deporte lo requiere. El acompañamiento es una mezcla constante de emociones, cuenta Lourdes. Está la ansiedad cuando viaja, la emoción de verlo competir, de verlo lograr lo que se propone. También están los días difíciles, con menos resultados, pero siempre alentándolo. Todo eso forma al atleta que hoy es Mateo agregó. Durante la entrevista, Sandra recordó el momento en que acompañó a su hijo al CENARD, donde pudo conocer de cerca el trabajo de los entrenadores y el equipo técnico. La atención fue excelente, muy humana. Eso también da tranquilidad como mamá. La llegada al deporte Su vínculo con el deporte comenzó en el año 2018, cuando participó por primera vez en los Juegos Evita en Mar del Plata. Allí descubrió que el atletismo, en las categorías de 100 metros y el salto en largo, eran mucho más que una actividad física, se trataba de una pasión. La pandemia de COVID-19 lo obligó a frenar la actividad durante más de tres años. Sin entrenamientos ni competencias, el parate fue difícil. Recién en 2023, gracias al impulso de una docente del CPEM 40 (donde Mateo cursó sus estudios secundarios) volvió a las pistas. Desde ese regreso, todo fue crecimiento en la vida de Mateo. Representó nuevamente a Neuquén en torneos regionales y nacionales, brilló en los Juegos Juveniles Argentinos con dos medallas doradas y volvió a posicionarse como una de las grandes promesas del atletismo adaptado. Un lugar histórico para Neuquén En abril de 2025, Mateo recibió una convocatoria que cambiaría su carrera deportiva: la Federación Argentina de Deportes para Ciegos lo invitó a participar en concentraciones de alto rendimiento en el CENARD, en Buenos Aires. Su alto rendimiento convenció a los entrenadores y comenzó a entrenar mensualmente con la Selección Argentina. En agosto llegó la confirmación tan esperada, representaría al país en los Juegos Juveniles Parapanamericanos de Chile 2025, un torneo continental con la participación de más de 28 países. El resultado fue histórico, Mateo logró dos medallas de oro y dos medallas de bronce en pruebas que incluso, como los 400 metros, nunca había corrido a nivel internacional. Universidad, inclusión y proyecto de vida La vida de Mateo no es todo deporte, actualmente cursa el Profesorado de Historia en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Comahue. Terminó su primer año con todas las materias al día y ya se prepara para comenzar el segundo. La universidad me acompaña muchísimo en mi carrera deportiva, destaca. A través del área de Accesibilidad, recibe materiales adaptados y certificados cuando debe viajar a competencias, en el marco de la ley que protege a los deportistas de alto rendimiento. Incluso llegó a representar a la universidad en competencias interfacultades, una experiencia que recuerda con especial cariño: Competir con estudiantes sin discapacidad, compartir el espacio y la emoción, fue algo muy lindo. Por su lado, Sandra afirma que Siempre fue fundamental que él estudie. Más allá de que el deporte es lo que ama, lo que lo va a sostener en el futuro es una profesión. Por eso estamos muy tranquilos de que hoy esté estudiando. La búsqueda de sponsors Más allá de los logros, Mateo enfrenta una realidad común a muchos deportistas adaptados: la falta de apoyo económico sostenido. La provincia me ayudó con los pasajes para concentraciones y eso fue clave. Sin eso no habría podido entrenar en Buenos Aires. Pero no cuento con aportes económicos ni patrocinios, explicó. Actualmente, logró conseguir sponsor para el gimnasio, pero sigue buscando apoyo para indumentaria deportiva y calzado. Las zapatillas, la ropa de entrenamiento, todo es muy caro. Ser deportista es costoso y todavía no pude conseguir sponsor en ese aspecto. Con la mirada puesta en las próximas competencias, el pedido es claro: Si alguien quiere acompañar este proyecto, lo que más necesitamos es indumentaria deportiva: calzado, remeras, pantalones, medias. Aquellos interesados pueden contactarse con Mateo a traves de su Instagram @mateesv. Lo que viene: Sudamericano y el sueño olímpico El próximo gran objetivo de Mateo es el Torneo Sudamericano de mayores, que se disputará en julio en Colombia, donde buscará lograr la marca mínima para seguir creciendo a nivel internacional. Y más allá, aparece un sueño que empieza a tomar forma concreta: los Juegos Paralímpicos de Los Ángeles 2028. Tengo muchas posibilidades y voy a trabajar para eso, asegura, con la convicción de quien aprendió a no ponerse límites. Hoy, con apenas 19 años, Mateo Sepúlveda se consolida como una de las grandes proyecciones del atletismo adaptado argentino. Muchas veces uno hace lo que ama y se frustra porque no ve resultados inmediatos. Pero con esfuerzo, amor y dedicación, tarde o temprano se logra afirma el joven atleta y agrega a principio de este año iba a dejar el deporte y hoy estoy en la selección, compitiendo internacionalmente". La historia de Mateo refleja cómo el acceso al deporte, el acompañamiento institucional y el respaldo familiar pueden transformar realidades y abrir caminos de inclusión, superación y representación nacional desde Neuquén al mundo.

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