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» Tiempo Argentino
Fecha: 27/12/2025 22:24
El viernes por la noche, Patricia Bullrich destilaba optimismo. La aprobación del Presupuesto y la Ley de Inocencia Fiscal posicionaron a la presidenta del bloque de La Libertad Avanza en el Senado como la cara visible del último triunfo legislativo del año para Javier Milei. Siempre enfocada en la consolidación de su emprendimiento personal, la exministra de Seguridad logró reconfirmarse como una figura clave en el Congreso y dentro de la mesa chica del gobierno. Una circunstancia que, abrazada a toda paradoja existente, podría convertirse en un ancla para su construcción de poder y la excusa perfecta para su expulsión del paraíso libertario. Después de varias cumbres que la mesa política encabezada por Karina Milei mantuvo para pulir la estrategia parlamentaria, Bullrich llegó este viernes al Senado con la intención de triunfar. Desde temprano, la exministra puso al ministro del Interior, Diego Santilli, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem y el armador nacional, Eduardo Lule Menem a trabajar bajo sus órdenes. El escenario se replicó en Casa Rosada con Santiago Caputo quien, por pedido de Milei, debió circunscribir su intromisión en las negociaciones con los aliados para apaciguar la intransitable interna oficialista. La negativa del cuarentón de asumir un rol formal dentro del gabinete lo expulsó de los reflectores, pero también de los aplausos. Gajes del oficio. Atados a la necesidad, el Colo, los Menem y el asesor no tuvieron más remedio que acatar las circunstancias y se plegaron a la estrategia de Bullrich. Durante toda la jornada se pudo ver al tridente parlamentario entrar y salir del despacho de la dirigente para analizar de primera mano el panorama que el oficialismo enfrentaba en el recinto y escuchar las soluciones que la porteña traía a la mesa. Conduce Patricia, decían con muestras de resignación desde importantes terminales del gobierno. Ni las negociaciones subterráneas, ni la apertura de la billetera de Luis Caputo, ni la colaboración lasciva de los gobernadores Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca) y Gustavo Sáenz (Salta). Para Bullrich el triunfo en el Senado es obra y gracia de su conducción política. Su convicción quedó revalidada en el comunicado que la Oficina del Presidente publicó una vez conocido el resultado de la votación. Dos inconmensurables logros que fueron posibles gracias al incansable trabajo de la Jefa de Bloque de La Libertad Avanza en la Cámara Alta, Patricia Bullrich, reza el texto consagratorio. En homenaje al nacimiento de Jesús, Bullrich multiplicó sus triunfos y, además de llevarse todos los aplausos, logró nombrar a Gerardo Milman como director de Relación con las Provincias, una de las áreas que está bajo el control de la presidencia Provisional del Senado que comanda el puntano Bartolomé Abdala. El bulrrichista, quien fue recientemente beneficiado con el archivo de la causa que investiga su eventual participación en el atentado contra Cristina Fernández de Kirchner en septiembre del 2022, estará a cargo del vínculo institucional con los gobernadores. Un rol administrativo por el que cobrará arriba de tres millones de pesos. La designación del ex diputado como trabajador del Congreso no es sólo consecuencia del empoderamiento de la exministra. También es un mensaje para Karina Milei, quien insiste en intentar domesticar a la fiera que la triplica en experiencia política. Durante el esquizofrénico cierre de listas nacionales, la hermana menor del presidente vetó más de un candidato que la por entonces ministra intentó colar en las nóminas. Milman fue uno de ellos. Sabia en el noble arte de la espera, y con su apoyo popular porteño intacto, la ex presidenta del PRO le hizo saber a la secretaria general que la sumisión no forma parte de su diccionario. Ya no es una novedad que Patricia Bullrich augura cerrar su extensa carrera política con un cargo de relevancia. Cuando le llegó el pedido para que encabece la senaduría por la Ciudad de Buenos Aires, la todavía ministra puso como condición para aceptar la habilitación de competir en 2027 por la jefatura de gobierno. El apuro y la falta de nombres hizo a la mesa chica libertaria aprobar pedidos que todavía no está claro si quieren o no cumplir. Dentro del oficialismo saben que para Karina el candidato natural en la Ciudad es el ahora jefe de gabinete, Manuel Adorni, posicionado luego de ganar las legislativas porteñas. El exvocero logró hacerse un lugar importante dentro de las preferencias de la hermanísima, por lo que no sería descabellado esperar una silenciosa pero intensa disputa entre la senadora y el titular de los ministros para quedarse con la silla que hoy ocupa Jorge Macri. Los deseos de Bullrich, sin embargo, no se circunscriben a la Capital. Desde el primer año de Milei al poder, y con mayor énfasis cuando se concretó la ruptura entre el presidente y Victoria Villarruel, en el círculo más íntimo de la exlíder amarilla hacían saber que la funcionaria aspira a quedarse con el lugar de la castrense, quien sabe de memoria que no volverá a ser convocada para el Ejecutivo. Por lógica le corresponde a ella, se adelantaban por entonces sus más cercanos colaboradores. La racionalidad, sin embargo, está lejos de ser una cualidad de La Libertad Avanza. Los egos y los deseos de estrellato son un vicio que Karina gusta de arrancar de raíz. Pese a mantener un bajísimo perfil, la presidenta del partido libertario se mueve en las sombras con gestos que son suficientes para marcar el rumbo político del gobierno. El viernes por la mañana, luego de que se conociera la decisión del Ejecutivo de congelar las partidas en el Senado a diferencia del significativo aumento en Diputados, los legisladores de la Cámara Alta hicieron saber su descontento a la titular del bloque de LLA. Abrazada a su rol de salvadora, Bullrich hizo saber que se encargaría del tema y que buscaría la forma de solucionarlo. La omnipresencia del Jefe se encargó de coartar los sueños de Hood Robin de la dirigente. A través de una carta firmada por Manuel Adorni, Karina hizo saber que sólo descongelaría los fondos del Senado si la presidenta del cuerpo reducía los gastos del mismo. Lo que para las mayorías significó un nuevo ataque a Villarruel, no fue más que un disciplinamiento por elevación a la flamante senadora que gusta de olvidar el verticalismo reinante en la Casa Rosada. Pese a las condecoraciones de Bullrich, lo cierto es que cada una de las negociaciones dentro del recinto eran debidamente reportadas a Karina. La presidenta del partido nacional fue la encargada de aceptar o rechazar las exigencias de la oposición dialoguista para acompañar la aprobación de los proyectos. Patricia ejecuta, pero El Jefe es el Jefe, se sinceraron desde el riñón del oficialismo en estricto off the record reconociendo una tensión que en varios despachos advierten expansiva. Pese a su amplia dominación, hay para Karina un obstáculo todavía difícil de sortear. Al igual que ocurre con otros integrantes del gobierno a los que la hermanísima no acepta tolerar, Bullrich tiene bajo su manga el as más importante de la gestión: el apoyo de Javier Milei. Siempre atento a lo que sucede en las redes sociales, conocido el resultado de la votación en el Senado el presidente celebró la hazaña de su exministra, a quien le agradeció enormemente por dar un ejemplo de patriotismo y responsabilidad. No será la primera vez que los hermanos mantienen vínculos desacreditados por el otro. Por los pasillos del Congreso y la Casa Rosada deambula más de uno. Más allá de las inquietudes internas, y con el triunfo consolidado, Bullrich tomará un pequeño receso vacacional para volver al Senado en febrero e intentar destrabar la discusión por la Reforma laboral. La senadora está convencida de que éste será el proyecto que la catapultará aún más alto en la estima presidencial y hará hasta lo imposible para ofrendarle un nuevo logro al presidente. Siempre y cuando Karina se lo permita. «
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