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» LM Neuquen
Fecha: 27/12/2025 21:07
La capital consolida su perfil comercial y de servicios. Los resultados de la macro local que beneficia a comercios locales. Neuquén volvió a ocupar un lugar central en la conversación económica del país. No es una novedad, pero sí una confirmación: la provincia, y en particular la ciudad capital, se consolidan como uno de los motores más dinámicos de la Argentina, con Vaca Muerta como eje estructural, pero con un crecimiento que ya excede largamente lo energético. Sobre este escenario reflexionó Fernando Schpoliansky, secretario de Finanzas de la Municipalidad de Neuquén, en un análisis que combina datos, contexto y una mirada de largo plazo. La ventaja comparativa de Neuquén es clara. En un mundo donde la matriz energética aún depende en gran medida del gas y el petróleo, contar con uno de los reservorios más importantes del planeta implica una oportunidad histórica. Los estudios geológicos proyectan décadas de producción posible, siempre y cuando ese recurso se transforme en inversión, empleo y desarrollo. El desafío ya no es solo extraer, sino decidir qué se hace con esa riqueza y cómo se distribuye. Neuquén como centro comercial y financiero de Vaca Muerta En ese entramado, la ciudad de Neuquén juega un rol clave. Aunque la actividad operativa de Vaca Muerta se desarrolla en zonas como Añelo o Rincón de los Sauces, la capital neuquina se consolidó como su centro comercial, financiero y de servicios. La explicación es estructural: allí confluyen rutas, aeropuerto, terminal de ómnibus, infraestructura urbana y, sobre todo, la mayor capacidad instalada para recibir inversiones y población. Ese crecimiento no es espontáneo. La articulación entre inversión pública y sector privado aparece como uno de los factores determinantes. La expansión del Paseo Costero, que pasó de poco más de un kilómetro a más de treinta, no solo cambió la fisonomía de la ciudad, sino que abrió una nueva economía vinculada al turismo y al disfrute del espacio público. Lo mismo ocurre con el Polo Científico Tecnológico, que incorpora actividades ligadas al conocimiento, la biomedicina y la formación profesional, diversificando una matriz históricamente atada a los hidrocarburos. El comercio es otro indicador elocuente. En apenas un año, Neuquén capital habilitó más de 1.170 nuevas licencias comerciales, impulsadas en parte por políticas públicas como el programa Habilitá Gratis. Gastronomía, hotelería, servicios turísticos, pymes vinculadas a la energía y al consumo cotidiano muestran que el dinamismo económico no queda concentrado en un solo sector, sino que derrama sobre actividades intensivas en empleo. La nueva infraestructura que acompaña el desarrollo La expansión urbana también explica este fenómeno. El corrimiento del eje geográfico hacia el oeste, la apertura de nuevas avenidas y corredores, y obras estructurales como la transformación de la avenida Mosconi anticipan una revalorización de zonas enteras de la ciudad. Donde antes había barreras físicas o terrenos degradados, hoy aparecen oportunidades comerciales e industriales que reconfiguran el mapa económico local. En paralelo, el escenario nacional introduce variables que inciden directamente en este proceso. La aprobación del presupuesto nacional, luego de años de prórrogas, aporta previsibilidad, aun con pautas macroeconómicas discutibles. Inflación proyectada, tipo de cambio estimado y metas fiscales generan debate, pero contar con una hoja de ruta es, en sí mismo, un mensaje de certidumbre para los actores económicos. El debate de fondo, sin embargo, sigue siendo social. El deterioro del poder adquisitivo, la caída del consumo y la discusión sobre salarios y jubilaciones atraviesan a toda la economía argentina. El ordenamiento fiscal puede ser una condición necesaria, pero no suficiente, si no se traduce luego en crecimiento y redistribución. En ese equilibrio delicado, Neuquén aparece como una excepción relativa: una provincia con cuentas más ordenadas y una oportunidad concreta de desarrollo si logra acompañar el crecimiento con infraestructura, servicios, salud, educación y vivienda. Neuquén no es solo el faro energético del país. Es, cada vez más, un laboratorio económico donde se ponen a prueba políticas públicas, inversión privada y planificación urbana. El auge del comercio y los servicios es una señal clara: cuando hay previsibilidad, obra pública y una visión estratégica, el desarrollo deja de ser una promesa y empieza a tomar forma en la vida cotidiana.
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