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» La Nacion
Fecha: 27/12/2025 21:01
Honduras se suma al mapa de aliados de Trump en América Latina entre denuncias de injerencia El presidente norteamericano se ganó otro socio con la victoria presidencial del hondureño Nasry Asfura, para afianzar un poderoso bloque de aliados gracias a promesas y amenazas - 5 minutos de lectura' CÚCUTA, Colombia. Una nueva era política, con la confirmación del regreso de América Latina al primer plano internacional, ha comenzado al sur de Río Grande. Y Honduras, junto a Chile, formarán parte del poderoso bloque conformado durante esta segunda gestión de Donald Trump. El despliegue militar contra Nicolás Maduro en el Caribe, poderosos apoyos electorales puntuales y presiones económicas y diplomáticas para todos hicieron añicos el antiguo tablero geopolítico continental en apenas 11 meses. La polémica victoria del derechista Nasry Asfura, presidente electo de Honduras tras un interminable escrutinio de 24 días, suma un nuevo aliado incondicional para Washington y no sólo por ideología o por influencia económica: sin el apoyo de la Casa Blanca, Papi a la Orden, como le dicen en ese país, no habría ganado con una ventaja mínima de 0,76% frente al liberal Salvador Nasralla. Les extiendo mi mano para caminar juntos con firme determinación de trabajar sin descanso por Honduras. No les voy a fallar, prometió Asfura a su país tras conocer su victoria. Días después, en entrevista con la CNN, intentó sin éxito restar trascendencia al apoyo directo de Trump: Fue algo espontáneo, cuando lo vi realmente me impresionó Mi campaña fue clara, tener una relación cercana con nuestro mayor socio comercial para generar empleo. La campaña electoral daba sus últimos latigazos cuando Trump escribió dos mensajes contundentes en su red social para empujar a Asfura, que según todas las encuestas estaba por debajo de Nasralla en entre cinco y ocho puntos. Si Tito Asfura gana la presidencia de Honduras, debido a que Estados Unidos tiene tanta confianza en él, en sus políticas y en lo que hará por el gran pueblo de Honduras, lo apoyaremos mucho. Si no gana, Estados Unidos no estará tirando buen dinero, porque un líder equivocado solo puede traer resultados catastróficos a un país, recitó Trump para inclinar la balanza gracias a supuestas ayudas económicas, la reducción de aranceles y ciertas ventajas para los migrantes hondureños en Estados Unidos, casi dos millones, cuyas remesas son la principal fuente financiera del país centroamericano. El posterior indulto al expresidente Juan Orlando Hernández, gran líder del partido de Asfura, no impidió la victoria, pese a que su condena por narcotráfico lo convirtió en un personaje rechazado por los hondureños. La doctrina de la interferencia Se trata de la misma estrategia que ya funcionó en la Argentina para las elecciones legislativas, pero que en cambio no sirvió en el referéndum de Ecuador, donde el apoyo de Washington fue más tibio. Los politólogos debaten cuál sería el término más adecuado para definir el tentáculo electoral de la Doctrina Donroe, la versión actualizada de la Doctrina Monroe (América para los americanos). Injerencia electoral agravada, concretó para LA NACION el politólogo Jesús Castellanos. De inmediato, el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, y ocho gobiernos cercanos (Panamá, Costa Rica, República Dominicana, la Argentina, Perú, Ecuador, Paraguay y Bolivia) recibieron con alborozo la declaratoria de presidente electo, tras varias semanas de incertidumbre. Como si todo estuviera preparado de antemano. Hasta China avaló la victoria de Asfura, pese a que una de las grandes promesas de su campaña fue la ruptura de relaciones con Pekín y el restablecimiento de embajadas con Taiwán, en otros tiempos un país con fuertes relaciones con Centroamérica. (China) está dispuesta a colaborar con Honduras bajo el principio de una sola China, aseguró la Cancillería del país asiático. La suerte estaba echada y así lo corroboró la actual presidenta, la izquierdista Xiomara Castro, quien dejará su cargo el 26 de enero. Castro fue la cara moderada del bloque de Libertad y Refundación (Libre), aliado estrecho de las dictaduras de la región. Su marido, el exmandatario Mel Zelaya, el hombre fuerte de Libre, y la excandidata presidencial Rixi Moncada, que apenas obtuvo el 19% de los sufragios, apostaron por la vía dura y por el pulso contra Trump. Frente a este golpe de estado electoral, también vamos a resistir. Señor presidente de Estados Unidos, aquí nadie se rinde ni nadie le va a entregar la patria, arengó Zelaya. Es un fraude y una imposición extranjera, sentenció Moncada. A ambas soflamas se las llevó el viento en pocas horas. La realidad es que Honduras cierra un annus horribilis para la llamada Patria Grande, que aglutina a izquierdistas, revolucionarios y populistas. Una derrota presidencial tras otra en Ecuador, Bolivia, Honduras y Chile, aunque el panorama sea más halagüeño en 2026: el oficialismo izquierdista es favorito en Brasil y Colombia. En Perú van al frente un candidato trumpista y la hija del exdictador Alberto Fujimori (1990-2000), pero caben las sorpresas. En Costa Rica todo indica que seguirá gobernando la facción del actual presidente, Rodrigo Chaves, también alineada con Washington.
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