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» Elterritorio
Fecha: 27/12/2025 18:47
El Papa afirmó que el perdón es más fuerte que las armas y llamó a elegir el camino de la paz Durante el rezo del Ángelus por la festividad de San Esteban, primer mártir de la Iglesia, el papa León XIV afirmó que el perdón es una fuerza más auténtica que la de las armas y advirtió sobre las dificultades que enfrentan en la actualidad quienes buscan la justicia y la paz. Ante una multitud de peregrinos que colmó la Plaza de San Pedro, el Pontífice encabezó la oración dominical desde la ventana del Palacio Apostólico y ofreció una profunda reflexión sobre el sentido del martirio cristiano. El cristiano no tiene enemigos El cristiano no tiene enemigos, sino hermanos y hermanas que lo siguen siendo incluso cuando no se comprenden entre ellos, sentenció el Papa en su mensaje, según pudo saber la Agencia Noticias Argentinas. Al referirse a San Esteban, León XIV explicó que para los primeros cristianos el martirio representaba un verdadero nacimiento: El martirio es un nacer al cielo; una mirada de fe, incluso en la muerte, ya no advierte sólo oscuridad. El martirio como elección de la luz El Pontífice destacó que el rostro del protomártir parecía el de un ángel, como consecuencia de su decisión de no pasar indiferente ante la historia y afrontarla a través del amor. En ese marco, vinculó el testimonio de Esteban con el misterio de la Navidad al señalar que venimos al mundo sin decidirlo, pero luego atravesamos experiencias en las que se nos pide cada vez más conscientemente venir a la luz, elegir la luz. Advertencia sobre la justicia y el poder León XIV también alertó sobre las dificultades que enfrentan quienes buscan la justicia en el mundo actual y definió la coherencia cristiana como una belleza rechazada por quienes temen perder sus cuotas de poder. En un pasaje de fuerte contenido social, denunció que quienes hoy creen en la paz y han elegido el camino desarmado de Jesús y de los mártires son a menudo ridiculizados, excluidos del debate público y, no pocas veces, acusados de favorecer a adversarios y enemigos. El perdón como fuerza transformadora Frente a ese escenario, el Papa reivindicó la figura del perdón y recordó que Esteban murió perdonando, como Jesús, subrayando que ese gesto responde a una fuerza más auténtica que la de las armas. Un llamado final a la esperanza Para concluir, el Santo Padre instó a reconocer la dignidad del prójimo como base de la esperanza, a la que definió como una fuerza gratuita, presente en el corazón de todos, que se reactiva y se comunica de manera irresistible cuando alguien comienza a mirar a su prójimo de otra manera. Finalmente, pidió la intercesión de la Virgen María para alcanzar una alegría capaz de disipar todo temor, así como la nieve se derrite al sol.
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