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» El Sol
Fecha: 27/12/2025 15:18
Con la finalización de las obras de control de torrentes en la cuenca 301, situada entre las cuencas Frías y Maure, el piedemonte del Gran Mendoza sumó una nueva infraestructura destinada a reducir el riesgo aluvional en un sector históricamente vulnerable frente a precipitaciones intensas. Se trató de una intervención técnica que apuntada a proteger áreas urbanizadas y futuras zonas de desarrollo, especialmente durante el período estival. Los trabajos consistieron en la construcción de estructuras de retención y terraplenes transversales a los cauces naturales, diseñados para disminuir la velocidad y el volumen del agua que escurre durante tormentas fuertes. De este modo, se buscó amortiguar el impacto de posibles crecientes, reducir la erosión del terreno y evitar daños aguas abajo, donde se concentran viviendas, calles y servicios. Luego de que el Senado aprobara el Presupuesto 2026 y la ley de Inocencia Fiscal, el presidente Javier Milei celebró la votación y calificó la jornada como un hecho histórico. A través de un extenso mensaje en sus redes sociales, remarcó Desde el punto de vista hidráulico, la obra se integró a un sistema más amplio de defensas aluvionales que ya cuenta con decenas de intervenciones similares en el piedemonte de Godoy Cruz. Estas estructuras funcionan como una barrera preventiva que permite regular los escurrimientos superficiales, favoreciendo además la infiltración del agua en el suelo y contribuyendo a la preservación del entorno natural. Un aspecto central de la intervención fue el cuidado ambiental durante la ejecución. Según se informó, se trabajó únicamente sobre los sectores necesarios, se utilizaron caminos preexistentes para el movimiento de maquinaria y se realizó la remoción de residuos y escombros acumulados en la cuenca, sin alterar de manera significativa la topografía original del terreno. Además, se incorporó un vertedero de hormigón armado para evacuar excedentes hídricos de manera controlada, garantizando la estabilidad de las estructuras. La finalización de las obras tiene como objetivo mejorar las condiciones de seguridad para el crecimiento urbano en la zona oeste del Gran Mendoza, donde en los últimos años avanzaron nuevos barrios y desarrollos habitacionales. En ese sentido, la infraestructura aluvional se volvió clave para acompañar el ordenamiento territorial y reducir riesgos para las familias.
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