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» DiarioWeb
Fecha: 27/12/2025 15:03
Un profundo sentimiento de impotencia e indignación expresó en redes sociales Cynthia Segovia, una vecina y comerciante santiagueña que fue víctima de un nuevo robo, hecho que vuelve a golpearla casi en la misma fecha que el año pasado y que afecta directamente a su fuente de trabajo y sustento familiar. Según relató públicamente, el ilícito ocurrió a plena luz del día, cuando desconocidos sustrajeron elementos del patio de su kiosco, entre ellos una máquina cortadora de fiambre, herramienta clave para su actividad comercial y que aún se encontraba pagando. Me costaron años de mi vida poder poner mi kiosco. Me costó ir y venir para atender, ir a trabajar embarazada y llevar a mi bebé desde el primer mes de vida, expresó con angustia. Cynthia aseguró que el robo no solo tuvo un impacto económico, sino también emocional, ya que ocurrió en un momento muy sensible de su vida personal. Pensé que iba a terminar el año sin problemas, pero me cortaron las piernas. Fue la primera Navidad de mi hijo y me dejaron en el peor estado de ánimo, manifestó. En su descargo, la comerciante sostuvo que el autor del hecho conocía sus horarios y movimientos, lo que la lleva a sospechar que se trataría de alguien de la zona. Sabían exactamente cuándo no estaba. Hay gente pendiente de quién entra, quién sale o qué vehículo llega, pero nadie vio nada cuando me robaron, afirmó. También apuntó contra la falta de respuestas, al señalar que debió salir ella misma a preguntar casa por casa si alguien había visto la máquina o si sabían si estaba siendo ofrecida. Los policías no ayudan, no hacen nada. Los que trabajan en la zona saben quiénes son los ladrones, pero como yo no los vi, dicen que no pueden hacer nada, expresó. Pese al duro momento, Cynthia remarcó que lo único que agradece es tener a su hijo y a su familia con salud, aunque advirtió que la situación la dejó exhausta. No les deseo el mal a quienes me hicieron esto, pero estoy cansada de tanta injusticia, concluyó, dejando en evidencia una problemática que afecta a numerosos pequeños comerciantes: la inseguridad y la sensación de desamparo tras sufrir un delito.
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