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» El Zonda
Fecha: 27/12/2025 15:03
Desde la ventana del Palacio Apostólico, el Papa León XIV afirmó que "el cristiano no tiene enemigos, sino hermanos y hermanas" que persisten incluso en la incomprensión mutua. La Plaza de San Pedro fue escenario del rezo del Ángelus durante la festividad de San Esteban, primer mártir de la Iglesia, ocasión en la que el Pontífice reflexionó sobre el significado del martirio como un verdadero "nacer a la luz". El Papa explicó que para los primeros cristianos, el martirio representaba el verdadero nacimiento, un "nacer al cielo" donde la fe transforma la muerte en una luz que va más allá de la oscuridad. Destacó que el rostro de Esteban parecía el de un ángel, por su valentía al afrontar la historia con amor y sin indiferencia. Relacionando esta entrega con el misterio de la Navidad, el Santo Padre señaló que aunque venimos al mundo sin elección, la vida nos exige conscientemente decidirnos por la luz. En este sentido, alertó sobre las dificultades que enfrentan hoy quienes buscan justicia, describiendo la coherencia cristiana como una "belleza rechazada" por quienes temen perder poder. Denunció que quienes eligen la paz y el camino desarmado de Jesús y los mártires son frecuentemente ridiculizados, excluidos y acusados injustamente. En contraste, reivindicó el perdón como una fuerza más poderosa que las armas, recordando que Esteban murió perdonando como Jesús. Concluyó exhortando a reconocer la dignidad del prójimo como base de la esperanza, una fuerza gratuita y comunicable que transforma la mirada hacia el otro. Finalmente, pidió la intercesión de la Virgen María para que otorgue una alegría capaz de disipar el temor, "así como la nieve se derrite al sol".
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