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» Agencia Nova
Fecha: 27/12/2025 15:01
Las inundaciones que dejó la última tormenta en San Martín volvieron a exponer una realidad que los vecinos padecen desde hace años. Cada vez que llueve, el distrito colapsa, con barrios enteros bajo el agua, familias que pierden sus pertenencias y comercios gravemente afectados. Para muchos vecinos, la explicación oficial se repite sin respuestas de fondo, mientras el problema se vuelve crónico. En este contexto, Cristhian Castro lanzó una dura crítica contra la administración municipal. La gestión de Fernando Moreira es mediocre, desganada e insostenible. Gobierna a base de parches improvisados. Dar un paso al costado sería una buena opción, sostuvo, y apuntó contra la falta de planificación, mantenimiento y prevención como ejes centrales del deterioro del distrito. Según remarcó, el abandono excede ampliamente la tormenta. Calles destruidas, pozos permanentes, veredas rotas, desagües sin limpiar, sumideros tapados por basura, árboles sin poda y luminarias deterioradas forman parte del paisaje cotidiano de San Martín, incluso cuando no llueve. Para Castro, se trata de un Estado municipal ausente, sin controles ni voluntad política de intervenir. La situación se agravó durante las fiestas, cuando vecinos quedaron bajo el agua en Navidad y en la antesala de Año Nuevo, sin asistencia ni presencia oficial. Autos flotando, familias que perdieron su único vehículo y hogares completamente arruinados marcaron jornadas críticas. A esto se sumó, según denunció, la falta total de acompañamiento municipal, ya que no hubo recorridas, ayuda solidaria ni respuestas concretas en las zonas afectadas. El dirigente libertario también señaló que la inseguridad es otra expresión del abandono, con robos diarios, autos desmantelados y ausencia de políticas preventivas visibles. En paralelo, alertó sobre fallas graves en el sistema de emergencias, con ambulancias que demoran hasta una hora en llegar, y corredores escolares que no funcionan, dejando a los chicos expuestos. Casos recientes profundizaron la preocupación. En Villa Ballester, una persona murió tras la caída de una rama de un árbol en mal estado, y días después una luminaria cayó en plena peatonal e hirió a una mujer, episodios que, según Castro, no fueron fatalidades inevitables sino consecuencias de la falta de mantenimiento y control. Nada de esto ocurre de un día para otro. Son problemas acumulados, visibles y evitables. Cuando no se hace nada, todo falla, afirmó, y sostuvo que San Martín necesita orden, prevención, mantenimiento y un gobierno presente, no comunicados tardíos ni excusas posteriores al daño.
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