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Parana » Analisis Litoral
Fecha: 27/12/2025 13:58
El país cambió. Y cambió porque la sociedad harta del derrumbe económico, la degradación institucional y los discursos que prometían justicia social mientras multiplicaban la pobreza decidió cortar con la vieja Argentina del clientelismo y la impunidad. Sin embargo, algunos nombres y estructuras parecen resistirse al paso del tiempo, aferrándose a los micrófonos del Senado como si allí aún se decidiera el destino de un modelo agotado. José Mayans, jefe del bloque de Unión por la Patria y hombre clave del esquema político que gobierna Formosa hace casi cuatro décadas, salió nuevamente a escena con críticas durísimas al Presupuesto 2026 y a la Ley de Inocencia Fiscal. El discurso es conocido: soberanía en riesgo, endeudamiento, defensa de los más pobres. Los mismos argumentos que el peronismo repite desde hace 20 años mientras la pobreza, la dependencia económica y el éxodo juvenil se profundizaban en todo el país. Desde su banca privilegiada, Mayans acusa recortes y desfinanciamiento, pero calló cuando su propio espacio consolidó un modelo que condenó al Norte Grande a ser rehén de los fondos nacionales y de la obediencia política al poder central. Hoy, da quórum para no acompañar y exige presencia de ministros como si el Senado no tuviera una enorme deuda con la transparencia y la responsabilidad fiscal. El senador formoseño advierte que el presupuesto beneficia a pocos. La memoria reciente de los argentinos devuelve otra imagen: un país que durante dos décadas benefició a muy pocos y fueron siempre los mismos. En esa película, Mayans no fue un actor secundario sino protagonista recurrente. Su rechazo a la Ley de Inocencia Fiscal mecanismo que busca ampliar la recaudación y reducir la evasión estructural heredada aparece menos como una propuesta alternativa y más como una defensa del statu quo económico que dejó a la Argentina al borde de la hiperinflación. Quién es José Mayans y su rol político José Mayans es senador nacional por la provincia de Formosa desde 2001 y jefe del bloque de la coalición peronista que durante décadas dominó la escena legislativa con fuerte lealtad al kirchnerismo. De larga trayectoria en el Congreso, Mayans construyó su carrera política no solo como representante provincial, sino como operador clave de las mayores estrategias de la coalición gobernante: defensa irrestricta de las gestiones de turno, control de acuerdos parlamentarios y alineamiento con las decisiones de los núcleos de poder del peronismo. En su provincia, Formosa gobernada por Gildo Insfrán desde 1995 Mayans se consolidó como puente institucional entre el poder provincial y el poder central, sosteniendo pactos políticos y legislativos que le permitieron a ese esquema conservar privilegios presupuestarios y resistir reclamos de transparencia y federalismo. Esa misma lógica de poder personalista y de respaldo automático a las causas del espacio gobernante se vuelve evidente cada vez que, desde su banca, lanza advertencias grandilocuentes sin ofrecer alternativas claras al estancamiento económico y social que muchos argentinos viven hoy. Este recorrido político explica tanto la visibilidad de Mayans en debates claves como el escepticismo que genera fuera de las estructuras de apoyo tradicionales: no es solo un senador crítico del presupuesto, sino un exponente de la vieja estructura que contribuyó a las distorsiones fiscales y a los lazos clientelares que el país ahora intenta desmontar. Mientras el gobierno nacional busca reconstruir la credibilidad y ordenar lo que se desordenó a fuerza de populismo y emisión desbocada, la vieja política se permite pontificar desde el fracaso. El país productivo, el que trabaja y paga impuestos todos los días, ya tomó una decisión: aquellos que gobernaron durante el derrumbe no pueden ahora pararse como guardianes del futuro. Lo que se discute en el Senado no es solo un presupuesto. Es si la Argentina seguirá atrapada en su versión más decadente o si terminará, al fin, con los portavoces del pasado.
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