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» Perfil
Fecha: 27/12/2025 00:27
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves por la noche que Estados Unidos bombardeó el norte de Nigeria. Los objetivos señalados fueron supuestos terroristas del Estado Islámico y la acción se llevó adelante para defender a cristianos inocentes. "Esta noche, bajo mi dirección como comandante en jefe, Estados Unidos lanzó un poderoso y mortal ataque contra la escoria terrorista de Estado Islámico en el noroeste de Nigeria, que ha estado atacando y asesinando brutalmente (...) a cristianos inocentes, a niveles nunca vistos en muchos años ¡e incluso siglos!", escribió Trump en su red social Truth Social. Al mismo tiempo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Nigeria confirmó los ataques en un comunicado y aseguró que fueron acordadas con EE.UU. Las autoridades nigerianas cooperación en seguridad estructurada con socios internacionales, incluidos los Estados Unidos de América, para abordar la amenaza persistente del terrorismo y el extremismo violento. Esto ha dado lugar a impactos de precisión en objetivos terroristas en Nigeria mediante ataques aéreos en el Noroeste, detallaron en un documento. Hasta el momento no se difundieron el número de víctimas oficiales por los bombardeos. Si bien en las últimas horas el Ministerio nigeriano aseguró que el ataque fue en cooperación con EE.UU. anteriormente, en octubre de este año, el Gobierno de ese país había rechazado las declaraciones de Trump sobre los asesinatos de cristianos. En ese entonces, la gestión africana sostuvo que las acusaciones "no reflejan la situación sobre el terreno". Un mes después, en noviembre, Trump amenazó con que las fuerzas estadounidenses "podrían entrar" en Nigeria para "eliminar por completo a los terroristas islámicos que están cometiendo estas horribles atrocidades". Sin embargo, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental desestimó las afirmaciones del presidente estadounidense y señaló que las versiones sobre que los ataques terroristas en Nigeria estaban dirigidos contra cristianos eran "falsas y peligrosas", y expresó su solidaridad con el país más poblado de la región. El Departamento de Defensa estadounidense señaló que las acciones militares se llevaron adelante de manera conjunta con las autoridades de Nigeria, aunque evitó detallar la magnitud de los ataques aéreos y no informó cuántas víctimas se produjeron. Tampoco se brindaron precisiones oficiales sobre los blancos alcanzados ni sobre posibles consecuencias para la población civil. El presidente Bola Ahmed Tinubu había expresado el sábado que Nigeria continúa comprometida con la defensa de la libertad de culto. Nigeria se mantiene firme como una democracia gobernada por garantías constitucionales de libertad religiosa, publicó a través de sus redes sociales. Más tarde, el mandatario insistió en que definir a Nigeria como religiosamente intolerante no refleja nuestra realidad nacional y remarcó que el Estado impulsa políticas permanentes destinadas a proteger la libertad religiosa y de creencias de todos los habitantes. El conflicto en Nigeria Con una población de 220 millones de personas, Nigeria alberga importantes comunidades cristianas y musulmanas. Desde hace años, distintas zonas del país padecen la acción de grupos extremistas, entre ellos Boko Haram, una organización islamista asentada en el noreste que ataca tanto a cristianos como a musulmanes a los que considera insuficientemente devotos A ese escenario se suma una facción disidente, la Provincia de África Occidental del Estado Islámico, que perpetra ofensivas de características similares. Según un reporte difundido en 2024 por la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, la violencia de origen extremista en Nigeria afecta a un gran número de cristianos y musulmanes en varios estados. En la región central del país también se producen choques letales entre pastores y agricultores, impulsados por la disputa por recursos limitados, un factor que profundiza tensiones de carácter religioso y étnico. En general, los pastores pertenecen a la etnia fulani y profesan el islam, mientras que los agricultores suelen ser cristianos. Otros hechos de violencia están asociados al control y la ocupación de tierras por parte de grupos armados. En paralelo, el noroeste nigeriano enfrenta una fuerte expansión de los secuestros extorsivos, una práctica que incrementa la sensación de inseguridad en toda la región. LM/DCQ/NG
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