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» Jornadaonline
Fecha: 27/12/2025 00:11
Filtraciones de datos, miedo y confusión: qué hay detrás de las supuestas "megabases" que circulan en redes El especialista David Roco explicó qué hay de cierto en los rumores de megafiltración de datos personales en Argentina La supuesta filtración masiva de datos de ciudadanos argentinos que circuló en redes sociales volvió a poner en alerta a miles de personas. La publicación hablaba de millones de DNI, direcciones, datos fiscales e imágenes de documentos disponibles en la deep web, presentada como una "base masiva" lista para la venta. Pero, ¿qué hay realmente detrás de este tipo de anuncios? En diálogo con Radio Jornada (91.9), el ingeniero en sistemas y especialista en ciberseguridad David Roco explicó que no todo lo que se presenta como una gran filtración corresponde necesariamente a un robo reciente de información. Muchas veces se trata de datos viejos, reciclados o combinados a partir de distintas fuentes, con el objetivo principal de generar miedo, impacto y atención pública. Filtraciones nuevas, viejas o recicladas Según Roco, estas publicaciones suelen omitir datos clave: no aclaran el origen de la información, no indican fechas ni explican si los datos son actuales o históricos. "Están hechas para impactar. Antes de entrar en pánico hay que entender qué es lo que se publicó realmente", señaló. Cuando aparece una denuncia de este tipo, hay dos ámbitos que comienzan a analizarla en paralelo. Por un lado, el Estado, a través del Ministerio Público Fiscal y unidades especializadas en ciberdelincuencia como la UFSI, que evalúan si hay evidencia concreta de un hackeo real. Estas investigaciones no siempre se hacen públicas de inmediato para no generar alarma ni alertar a posibles delincuentes. Por otro lado, está el ecosistema técnico y privado de la ciberseguridad: investigadores independientes, equipos de respuesta a incidentes (CSIRT), bancos y empresas que analizan si esas bases ya circularon antes o si contienen datos inconsistentes. "Muchas veces se detecta que son bases viejas, datos mezclados o información que ya había sido filtrada años atrás", explicó. El negocio detrás de los datos personales Roco remarcó que los datos personales tienen valor económico y que existe un mercado ilegal que los comercializa como si fueran cualquier otro producto. Correos ofreciendo bases segmentadas por rubro, profesión o ubicación son parte de ese circuito. Además, muchas filtraciones no ocurren por ataques sofisticados, sino por accesos comprados o malas prácticas internas. "El eslabón más débil suele ser la persona que está frente a la computadora, que no dimensiona el valor de las credenciales que maneja", advirtió. Cuando los datos se vuelven peligrosos El mayor riesgo no es solo que los datos existan, sino cómo se usan. La información cobra verdadero valor cuando se combina y se utiliza para ingeniería social: estafas personalizadas, llamados que parecen creíbles o mensajes que apelan a la confianza y a las emociones. "Cuando alguien te llama sabiendo tu nombre, tu DNI, dónde trabajás o cómo te dicen en tu familia, ya no es una llamada al azar. Ahí la estafa arranca con ventaja", explicó Roco. En ese punto, el delito no empieza cuando se roba el dato, sino cuando se lo usa para manipular. Recomendaciones básicas para protegerse Más allá de si una filtración es nueva o vieja, el especialista insistió en algunas medidas clave. En primer lugar, desconfiar de llamadas o mensajes, aunque tengan datos personales correctos y no validar identidades solo porque alguien dice que es de "un banco" o "un organismo oficia Nunca dictar códigos, contraseñas ni claves recibidas por SMS o WhatsApp, aunque el pedido parezca confiable y en lo posible, activar la autenticación en dos pasos Desconfiar ante la urgencia, la presión o las amenazas y si se cae en una estafa, cortar el contacto de inmediato, avisar al banco, guardar pruebas y hacer la denuncia Dónde denunciar sin perder tiempo El especialista recordó que las denuncias por estafas digitales pueden realizarse en el Ministerio Público Fiscal, de manera presencial o digital, sin necesidad de ir a una comisaría. Además, en Mendoza ya funcionan tótems digitales de denuncias en distintas dependencias judiciales, que permiten iniciar el trámite de forma rápida y autónoma. "La denuncia no es perder el tiempo: ayuda a que el delito no se repita con otros", remarcó. En un contexto donde la información circula de forma permanente y muchas veces sin control, la clave -según el especialista- sigue siendo la misma: informarse, desconfiar y tomarse un segundo antes de reaccionar. Ese segundo puede marcar la diferencia entre evitar una estafa o convertirse en una nueva víctima.
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