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» La Gaceta Tucuman
Fecha: 27/12/2025 00:10
Efervescencia. Ese término resume lo que está aconteciendo en este cierre de año. Por lo que sucede en el mundo de la política y también en el planeta empresario. Tucumán sigue siendo eje de un movimiento excepcional. Las discusiones en Buenos Aires repercuten en esta parte de la Argentina. Por eso, las definiciones se aceleran. 2026 no será un año cualquiera. Si la administración del presidente Javier Milei logra avanzar con las reformas laboral e impositiva, habrá salvado el año. Pero, por lo visto, no ha cambiado las formas. El economista liberal retrocedió varios escalones al no respetar lo pactado con los aliados institucionales. El tucumano Osvaldo Jaldo es uno de ellos. El tranqueño analizó la situación y mandó a los diputados afines a no avalar las propuestas de la Casa Rosada incluidas en el capítulo 11 del Presupuesto 2026. Allí se conjugan disposiciones vinculadas con el financiamiento a las Universidades Nacionales y para la Discapacidad; también tiene que ver con algunos retoques a la coparticipación federal y a los subsidios energéticos. El Poder Ejecutivo Nacional quería amplias facultades para introducir cambios, pero los gobernadores decidieron poner un freno. El mismo lunes, el ministro del Interior, Diego Santilli, tuvo que salir a poner la cara del otro lado del celular y pedir disculpas a los mandatarios aliados. Algo se había roto en la relación por una torpeza en el accionar político. El colorado, tal como le dicen al ministro oriundo de Buenos Aires, solo hizo control de daños. La falta de experiencia o de pericia política quedó al desnudo, otra vez. El Congreso Nacional es una caja de resonancia de los históricos lamentos de los gobernadores en medio de tantas asimetrías. Jaldo no se puede quejar del trato, pero es un referente al que otros pares miran respecto del trato con el poder central. Si se animara o quisiera, podría ser uno de los interlocutores del Partido Justicialista a nivel nacional, en este período de transición en el que el poder no se siente en Matheu 130, señala un histórico referente del peronismo que pone a Jaldo entre los dirigentes más potables en el proceso de reconstrucción justicialista. Los gestos hablan. Desde la sede de UTA en San Andrés, el gobernador mandó el lunes varios mensajes. Primero, que el peronismo está unido en el distrito, más allá de que el presidente de la filial local partidaria sigue ausente. Juan Manzur no estuvo en el convite de fin de año, en el que Jaldo reunió a todos los que trabajaron, de una u otra manera, el 26 de octubre. Tampoco estuvo la intendente capitalina Rossana Chahla, aunque por la noche compartieron un prolongado asado en la casa de la jefa municipal. El futuro de ambos está en la unidad, con el pensamiento puesto en la posible polarización del PJ con La Libertad Avanza. Las mediciones son una prueba de que esas fuerzas deben jugar en el mismo equipo. En cierta medida, la tropa está ordenada. Jaldo exhaltó una foto que también tuvo repercusiones en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: las senadoras Sandra Mendoza y Beatriz Ávila compartieron el almuerzo peronista. En media hora de discurso, el titular del Poder Ejecutivo agradeció el trabajo en equipo de intendentes, delegados comunales, legisladores, concejales, dirigentes territoriales y funcionarios para evitar que Tucumán se tiñera de violenta en las elecciones legislativas pasadas. De manera frontal, expuso que ha sido blanco de críticas por su acercamiento institucional con la gestión libertaria. No es de nuestro espacio político, pero fue elegido por 14 millones de votos en el marco del sistema democrática, reconoció. Sin embargo, aclaró que, al ser una provincia fiscalmente equilibrada, no hubo ni habrá sometimiento hacia el poder central. Hemos elegido el diálogo para que la relación institucional sea lo suficientemente madura, pero no hemos arriado las banderas del peronismo, afirmó. Hemos salido a defender las banderas peronistas para alcanzar un resultado que no fue producto de una varita mágica, sino del trabajo en equipo, con este gobernador a la cabeza de la lista, arengó. Ahí nomás, Jaldo sacó otra frase de la campaña: cuando tenemos que dialogar, lo hicimos y lo haremos, pero cuando hubo que confrontar electoralmente, también lo hicimos. Ojo, no hemos tirado la tijera; la guardamos para 2027. La pelea, por el momento, parece ser que será en soledad. El propio Jaldo lo expuso públicamente al enfatizar que el PJ no tiene referente nacional en quién apoya su liderazgo. Sin alternativa nacional, ¿qué vamos a hacer? ¿Vamos a quedarnos en casa? ¿Vamos a entregar Tucumán? Que nadie se equivoque; esto es blanco o negro, pero no hay que caminar por la platabanda. Vamos a trabajar para que en 2027 sigamos siendo gobierno en todo el territorio provincial, enfatizó. Y fue más allá cuando les comunicó a los dirigentes que quiere que el PJ siga dentro de la Casa de Gobierno y no mirando lo que pasa en su interior, desde un banco de la plaza Independencia. La cordialidad con la Nación continuará en la medida que no haya más barquinazos. La relación tiene dos vías. Nosotros necesitamos plata; ellos necesitan gobernabilidad, indica un mandatario de esta parte del país, pensando en la armonía de conveniencia (y de convivencia política) que debería reinar en el año par. El verano será clave para Milei y para su ministro de Economía, Luis Caputo. El programa económico aún no está firme. Defender el ancla fiscal significará enfrentarse con los gobernadores para que esa conducta se extienda a lo largo y a lo ancho de la Argentina. Sin embargo, la contraparte no es pareja. La recaudación cae y, por ende, la coparticipación que se transfiere a cada uno de los 24 distritos subnacionales. Por de pronto, Milei y su equipo económico tienen que despejar la incertidumbre. Hasta ahora han podido acumular la mitad de los dólares que requieren para pagar los vencimientos del 9 de enero. Probablemente Caputo consiga un Repo, una operación financiera que le permitirá llegar a los U$S 4.200 millones que se requieren para pasar el primer test financiero de 2026. La Argentina debe crecer más de lo que contempla el presupuesto del año que viene para sostener el plan económico. Con el nuevo esquema cambiario, el Palacio de Hacienda debería aceptar que la inflación bajará más lento de lo deseado. Mientras la Nación mira la macroeconomía, la Provincia focalizó su accionar en la micro. Metió plata en el bolsillo a los estatales para tratar de que el consumo se sostenga y, de esa manera, conservar la paz social. El cronograma salarial del sector público fue diseñado así, para llegar hasta las celebraciones de los Reyes Magos con algo de dinero. Las vacaciones tienden a relajar los ánimos. Pero la política seguirá activa. La hermandad peronista se afianzó en este último tramo del año. En el acto del lunes, Jaldo escuchó la música que quería sentir para evitar el síndrome del pato rengo en el segundo tramo del mandato. Le gritaron reelección y a él no le cayó nada mal la idea. Tenemos que sacrificarnos el doble, porque la sociedad cambió, porque los jóvenes piensan de otra manera. Si no tomamos en cuenta esto, nos vamos a equivocar, advirtió a la dirigencia. Jaldo insiste en que sólo hubo algunas pinceladas, pero no nos pudieron pintar la provincia de violeta. Para lo que se viene, el gobernador apela a los personajes de la novela de Alejandro Dumas. Sus mosqueteros saltan a la vista, como así también su D´Artagnan. Miguel Acevedo, Darío Monteros y Sergio Mansilla conforman el tridente que acompaña al mandatario. Pero además asoma Rossana Chahla. Todos ellos están en carrera si es que el gobernador decide presentarse nuevamente porque, a juzgar por los dichos del tranqueño, La Libertad Acecha y, tal vez mañana, quiera Avanzar. En el peronismo tucumano el espíritu de supervivencia siempre ha permitido que se una el agua con el aceite porque en ese partido juegan todos para uno y uno para todos.
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