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» El Sol
Fecha: 27/12/2025 00:08
El kirchnerismo mendocino competirá por fuera del Partido Justicialista en las elecciones municipales del próximo 22 de febrero. A través de los sellos Unidad Popular y Partido Federal, el espacio inscribió la Alianza Manso Frente Mendocino para presentar listas propias en Maipú, La Paz, Santa Rosa, Rivadavia y Luján de Cuyo, mientras que en San Rafael lo hará bajo la denominación San Rafael Futuro. La decisión implica un quiebre formal con la estructura del PJ provincial y marca una estrategia de diferenciación de La Cámpora y sectores aliados, que buscarán disputar bancas en los concejos deliberantes con candidatos propios. La jugada se produce en un escenario de fragmentación del peronismo mendocino, atravesado por tensiones internas y disputas de liderazgo. De esta manera, el sector de los intendentes competirá en un frente que integran el Partido Justicialista, el Partido Intransigente y el Proyecto Sur, mientras que por el ala K lo harán el Partido Federal y el Partido Unidad Popular. El dato central es que en cuatro de los seis departamentos donde el kirchnerismo presentará listas gobierna el peronismo. En ese contexto, la competencia será directa contra los intendentes Matías Stevanato en Maipú, Omar Félix en San Rafael, Flor Destéfanis en Santa Rosa y Fernando Ubieta en La Paz. La gota que derramó el vaso La ruptura dentro del peronismo mendocino terminó de consolidarse tras el cierre de listas, cuando el sector que responde a la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti cuestionó el mecanismo de selección de candidaturas definido por la conducción partidaria. El conflicto se originó luego de que los intendentes avanzaran con el armado de listas en varios departamentos y de que el Congreso Extraordinario del PJ, realizado hace dos semanas, aprobara también las postulaciones para Luján de Cuyo y Rivadavia. El malestar de La Cámpora quedó expuesto públicamente a través de denuncias de dirigentes del espacio, entre ellas la concejal de Luján de Cuyo Paloma Scalco, quien afirmó en redes sociales que el Partido Justicialista estaba cerrando el partido a la decisión de un reducido grupo de dirigentes. El señalamiento central apuntó al rol del Consejo Directivo, que tuvo la facultad de proponer y votar los nombres antes de su posterior validación en el congreso partidario. En ese contexto, el sector disidente presentó un recurso de impugnación ante la Junta Electoral del PJ, que finalmente fue rechazado. La resolución profundizó la fractura interna y aceleró la decisión de competir por fuera de la estructura partidaria en las elecciones municipales de febrero. La tensión entre el bloque de intendentes y La Cámpora no se limita al plano local. De persistir el conflicto, el peronismo mendocino podría llegar a las elecciones legislativas nacionales de octubre con dos listas separadas, un escenario que pondría en evidencia la fragmentación del espacio y reconfiguraría el mapa opositor en la provincia.
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