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  • Inteligencia artificial y estupidez humana

    » Redaccion Rosario

    Fecha: 26/12/2025 09:48

    El nuevo siglo nos encontro entre amenazas de apocalipsis y promesas de un mundo mas austero. En nuestro pais la crisis y la recesion lograron formar un bloque historico que dijo basta el 19 y 20 de diciembre de 2001, rebelandose contra un sistema politico que, como en la actualidad, no da respuestas a las necesidades reales de la gente. Hoy, oficialismo y oposicion juegan al parlamentarismo esperando que el descredito de la gente le caiga sobre la cabeza a su rival. Nos despertamos con el celular en la mano, en una transicion hacia algo nuevo que se daria sobre el final de esa decada. Las redes sociales fueron el primer sintoma de la construccion de un mundo paralelo. Tambien dejaban entrever que nuevas generaciones iban a tener la posibilidad de vivir parte de su vida en una abstraccion, en un mundo donde ellos puedan ser lo que deseen. Las redes sociales fueron un aprendizaje en el mundo de las apariencias que no necesitan poner el cuerpo. El algoritmo se encarga de juntarte con personas que piensan parecido a vos. Las redes sociales surgen casi al mismo tiempo en que los celulares dejan de ser telefonos para convertirse en computadoras de manos. Hay algo que los une, que los hermana en un dispositivo de sociabilizacion, de construccion de una nueva sociabilidad, mas moderada y mas extrema. Mas moderada en el sentido en que las mismas redes van poniendo limites a ciertas conductas, por decirlo de algun modo, antisociales. Mas extremas, porque las posibilidades de cruzarse con las personas con las que interactuas, que en muchos casos no conoces previamente, no son grandes, y existe una escision entre el mundo virtual y el real. La virtualidad, las redes, las paginas de noticias, son espacios vinculares en los que no existe el compromiso del cuerpo. No existen limites para cuidar la integridad del otro. Y si bien en algunos casos generan actitudes y acciones solidarias y afectivas, suelen cargar con un idealismo parecido al de las novelas y su construccion del amor en los anos 80 y 90. El sentido critico en cuestion La militancia en redes sociales reemplazo en el imaginario a la importancia de concurrir a las marchas, de ir a reuniones organizativas, de participar en campanas de concientizacion. Las relaciones amorosas a distancia, el sexting (sexo virtual), el consumo a traves de plataformas, las apuestas sin ir al casino, el pago de impuestos y la cola del banco, y la posibilidad de sociabilizar, fueron acotando los lugares de encuentro. Desde 2010 a la actualidad se produjo una privatizacion de la vida de las personas, al punto en que pasamos mas tiempo frente a las pantallas que frente a personas. El telefono inteligente va de la mano del crecimiento de la estupidez humana. La consciencia que vamos construyendo es en base a cosas que vemos en la pantalla. Muy poca gente se propone una lectura critica de los medios digitales, o al menos una toma de conciencia de quien crea los contenidos que llegan a su pantalla personal. Estamos quizas en el momento en el que el espiritu critico se perdio en el laberinto que los algoritmos nos propusieron. El empleo de nuevas tecnologias no tuvo una reflexion seria, que implique actitudes concretas respecto a su uso. Adoptamos sin mediaciones todos los artefactos que el sistema nos brindo, a cambio de poner a disposicion de las empresas de tecnologia nuestros datos mas intimos. Las tecnologicas pueden conocer habitos de consumo, los recorridos que hacemos en el dia, en que trabajamos, cuanto cobramos, que deseos tenemos, que cosas nos frustran y que nos hace felices, quienes son nuestros amigos y familiares y que vinculos tenemos con ellos. Todo en tiempo real, actualizado al momento en que deseen saberlo. La intimidad paso a ser tambien un concepto de la modernidad, otra verdad que deberia quedar en el olvido. El neoliberalismo encontro un metodo de subjetivacion que no tiene pasado, en el que todo es volatil y que se pueden afirmar cosas contradictorias sin que eso nos haga ruido. Bifo Berardi habla de una generacion post alfabetica y de su incapacidad de construir pensamiento critico. El pensamiento critico era posible gracias a que alguien del entorno afectivo nos ensenaba el mundo y esa confianza en el afecto hacia poner en duda eso que escuchabamos cuando no coincidian con lo que nos habia dicho esa persona que respetabamos y queriamos. La pantalla no sabe cuidar En un contexto en el que madres y padres trabajan largas horas y las alternativas de cuidados son insuficientes, la pantalla se volvio omnipresente en la vida de millones de ninos en todo el planeta. En primer lugar, como forma de sociabilidad, pero tambien como referencia de conocimiento. Informacion que no interpela de ningun modo, ya que el algoritmo se encarga de reafirmar lo que ya pensabamos previamente. Con el surgimiento de la inteligencia artificial se acrecienta la dificultad para pensar por uno mismo. Esta nueva tecnologia no nos contradice, a lo sumo nos abre puertas alternativas, pero no confronta, nos ensena a aceptar y debatir. Es una etapa de afianzamiento de la tecnologia para subjetividades volatiles y una emocionalidad de cristal. Cada empresa que desarrolla IAs tiene una impronta, un modo de reflexion que no es otra cosa que criterios con los cuales se produce el entrecruzamiento de datos y objetivos claros y concretos. Mantienen mecanismos de manipulacion que reconocimos en la prensa hasta el surgimiento del cine, que vimos en Hollywood y que se prolongo hasta la pantalla del televisor. Esto se profundiza con el primer aumento exponencial de exposicion a las pantallas a partir de la television por cable, al tiempo que surge el uso de la PC y las tecnologias digitales. La construccion de realidades e imaginarios sociales que ya no requieren del consenso social acerca de determinadas problematicas, sino de la fragmentariedad de la percepcion, bombardeada por imagenes, sonidos y textos que no mantienen una coherencia, han propiciado el descredito hacia la ciencia y a las instituciones publicas y privadas que garantizaban credibilidad acerca de lo que es o no cierto en nuestra sociedad. Espejitos de colores Destruido este acuerdo social, cualquier persona puede buscar en la red la verdad mas cercana a sus intereses. La proliferacion de contenidos racistas, homofobos, misoginos, clasistas y anti todo aquello que es incomodo al poder, permite afianzar una hegemonia basada en la ignorancia y el desprecio por la vida. Gran parte de la frustracion que conduce a muchos jovenes por este camino es la imposibilidad de realizarse en la sociedad de consumo. La carrera por tener es interminable. La ansiedad y la frustracion que genera poder ver permanentemente todo lo que uno no tiene es agotador. El Burnout (estar quemado) no es solo laboral, es de consumo. Nuestros deseos ya no son autonomos, sino automatas. La comodidad es el modo de aceptar esa frustracion y el confort es la clara argucia para dejar de pelear por lo que queremos. La tecnologia nos quita vida, nos acelera los tiempos como seres vivos. El no vivir en los tiempos de la naturaleza nos lleva a construir vinculos labiles, inconsistentes. Nuestras relaciones se producen desde el lugar de consumidores y no de personas o de trabajadores. Esa perdida de identidad se afianza dia tras dia con las tecnologias que se parecen a los espejitos de colores, que en realidad nos devuelven la imagen que el poder quiere que tengamos de nosotros mismos. Publicado en el semanario El Eslabon del 20/12/25

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