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» La Nacion
Fecha: 26/12/2025 09:33
Hitos olvidados, artistas en crisis y ficciones que marcaron un quiebre fueron algunas de las historias de la tele del pasado que atraparon el interes de los lectores de LA NACION - 9 minutos de lectura' Sumergirse en la television retro es encontrar innumerables historias ocultas. Muchos exitos consagrados, que con el diario del lunes resultan una apuesta segura, en realidad fueron producto de casualidades, causalidades y artistas en pugna. Y, durante el 2025, echar luz en viejas producciones del pasado, le significo al publico de LA NACION descubrir apasionantes relatos que subyacieron a notables fenomenos de la television argentina y mundial. Humor y enfrentamientos con poderosas figuras Las imitaciones de Mario Sapag hicieron escuela. El recordado artista, que se dedico al humor luego de un arranque impulsivo que lo llevo a trabajar inicialmente en Radio Belgrano, construyo una carrera de decadas. En la television, inicio su camino de la mano de Gerardo Sofovich en Sabado Nueve. El exito de sus imitaciones lo llevaron a protagonizar un ciclo propio a partir de 1984, titulado Las mil y una de Sapag, un verdadero terremoto en terminos de rating y popularidad. Pero bajo el ala del reconocimiento, tambien se escondieron los pases de factura, las rivalidades y los rencores. Si bien habia muchos famosos que miraban con diversion las imitaciones que Sapag hacia de ellos (como Mariano Grandona, Bernardo Neustadt, Juan Carlos Mareco o Raul Alfonsin), e incluso se prestaban al juego de tener un mano a mano con el humorista, en la vereda opuesta tambien estaban quienes miraban con bronca el sentirse objetos de burla. Tita Merello llego a decir en una oportunidad: Una caricatura grotesca, lo que hace Sapag no es imitacion, y ya se esta transformando en una falta de respeto. No entiendo como quiere imitarme frente a las camaras de television con una peluca ridicula y con poses que no son mias, su imitacion es absurda y sin nada de profesional. Cesar Luis Menotti tampoco miraba con mucha felicidad la forma en la que Sapag lo representaba, y con Jorge Luis Borges hubo un cruce que derivo en el COMFER (Comite Federal de Radiodifusion) prohibiendole realizar dicha imitacion. Con Jose Marrone y Alberto Olmedo, Sapag tambien tuvo algunos chispazos. Sin embargo, el legado de Las mil y una de Sapag es insoslayable: Llegue a 60 puntos rating, y el promedio me acompano hasta 1987 (). Estuve cuatro anos en el 9 y le di mucho redito al canal, el pais se paraba para verme. Una gran apuesta que llego a recalar en la tierra del tango A mediados de los anos sesenta, el productor Daniel Melnick concluyo que, frente a las ganancias millonarias de la saga James Bond, el terreno estaba listo para presentar algun tipo de parodia. La cadena ABC mostro un interes inmediato por la propuesta, y en sociedad con los escritores Mel Brooks y Buck Henry, nacio el carismatico Maxwell Smart. Le di la denominacion clave del superagente 86 en homenaje a mis anos de trabajo en un restaurante -recordo Brooks-. 86 era el codigo que usabamos en la cocina para avisar que se nos habia acabado algun insumo: Pan 86, Queso 86 y cosas por el estilo. Y como a Max se le habia acabado la inteligencia, ese numero lo definia a la perfeccion. Por ultimo, la llegada de Don Adams como el actor elegido para interpretar a Smart, fue el acierto definitivo en una cadena de decisiones afortunadas. Aunque la ABC termino por rechazar el proyecto, luego la NBC le dio luz verde y, a pesar de algunos descensos en el rating, El supergante 86 fue un exito discreto para ese canal. No es que confiaran tanto en nosotros, es que los pilotos de las series que nos iban a reemplazar no les gustaron, apunto Brooks. Con el tiempo el globo se desinflo, y luego de cinco temporadas, en mayo de 1970 las aventuras de Maxwell Smart llegaron a su final. Entre los muchos momentos recordados de esa gran serie, siempre quedara aquel en el que enganados por KAOS, Max y la 99 creyeron haber aterrizado en el aeropuerto de Ezeiza y estar prisioneros en la tierra del tango y el churrasco: en Argentina. Una actriz y su incansable guerra contra un polemico culto Emitida entre 1998 y 2007, The King of Queens giraba alrededor de un hombre casado que debia convivir tambien con su suegro. Dicha situacion, daba pie a innumerables situaciones de comedia familiar. Con el paso de los anos, la sitcom no perdio popularidad y cuando llego a su conclusion, se corono como la ultima ficcion nacida en los 90 que aun permanecia al aire, por lo que su final marco el cierre de una era televisiva. Kevin James y Leah Remini, protagonistas de la serie, tenian una relacion profesional calida aunque no exenta de algunos chispazos, tal como recordo en una oportunidad la propia actriz: Hubo muchas veces en las que Kevin y yo discutiamos por alguna tonteria, y de golpe en una escena teniamos que besarnos y ni siquiera nos mirabamos a los ojos. Pero eso era porque realmente nos queriamos mucho. Si a vos no te importa el otro, ni siquiera te molestas en discutir. Con el paso del tiempo, sin embargo, The King of Queens tambien quedo asociada a la compleja batalla que Remini mantuvo contra la cienciologia. A lo largo de 17 anos, la cienciologia y David Miscavige (lider del culto) me sometieron a lo que yo considero que es tortura psicologica, difamacion, monitoreo, acoso e intimidacion, comento Remini una vez que renuncio a ese grupo, y agrego: Eso impacto de manera significativa en mi vida y en mi profesion. Yo no soy la primera persona a la que la cienciologia pone en la mira, pero si intentare ser la ultima. Remini abandono la cienciologia en 2013 y comenzo una campana activa de denuncias. Su primera medida fue protagonizar un documental titulado Cienciologia y sus consecuencias, en el que desnudo varias de las maniobras de ese grupo, y detallo: Ellos me preguntaban por que no podia sumar a Kevin James. Me decian que yo no era un buen ejemplo. Siempre hay una presion de llevar hacia la cienciologia a las personas que trabajan con vos. Aun hoy, Leah Remini no abandono esa lucha. y en numerosas entrevistas continua relatando los maltratos y extorsiones de las que fue victima. Una pionera que se despidio para dejar un profundo vacio Tres anos le alcanzaron a Juana Molina para revolucionar el humor televisivo local. A comienzos de los noventa, y luego de trabajar junto a Antonio Gasalla, Molina se puso al frente de Juana y sus hermanas, una propuesta absolutamente inclasificable, que todavia es producto de culto. Sabia que la gente tenia presente el programa, pero me asombro que fuera para tanto, porque ya pasaron muchisimos anos y la cosa sigue intacta, comento hace poco Molina. Me encanta, me da mucho orgullo. No puedo creer que hice esto y que la gente todavia lo tenga tan presente. Muchos me escribieron contandome sus experiencias, eso es lindisimo. Puedo decir que vine al mundo y servi para algo, mas alla de las adulaciones y de la parte egoista o egocentrica. Con un humor que jugaba de manera inteligente entre la ironia y la acidez, Juana desplegaba una serie de sketches y personajes tan incorrectos como fascinantes. En una entrevista publicada recientemente por LA NACION, la artista, hoy volcada de lleno a la musica, recordo su ciclo e incluso hablo sobre la posibilidad de su regreso: Lo pienso todo el tiempo y la pereza que me da es inconmensurable... Lo que pasa es que mis personajes tenian una cosa muy del momento, estaban basados en personajes que existian en esa epoca y que ahora no existen mas, y los de ahora son otros. Por lo tanto, tendria que ponerme a armarlos de cero. Y yo hoy no siento que eso me saldria tan naturalmente. Juana y sus hermanas se despidio en 1993, cuando Juana Molina quedo embarazada, y se vio forzada a suspender el programa para hacer reposo. El actor que debio ser Walter White y la conexion argentina El guionista Vince Gilligan jamas penso que con la historia de un hombre que se transforma en Scarface (como dijo alguna vez), iba a realizar una de las series clave en la historia de la television. Y es que la saga de un profesor de quimica devenido en zar de la metanfetamina capturo la atencion del publico y del periodismo especializado, elevando a Breaking Bad al olimpo de las ficciones contemporaneas. Pero en el camino al exito, hubo numerosos obstaculos, y el primero de ellos fue el propio Bryan Cranston, protagonista de la ficcion. La popularidad de Cranston habia crecido a traves de sus apariciones en comedias como Seinfeld, How I Met Your Mother, y especialmente Malcolm in the Middle, en donde componia a un caricaturesco padre de familia. Y si bien Gilligan queria si o si a Bryan, el guionista no tuvo mas remedio que aceptar las imposiciones de AMC, el canal que producia la ficcion. La senal intento contratar para el rol central a Matthew Broderick, pero el se nego. Sin mas opciones en el horizonte y presionados por el paso de los dias, finalmente la produccion le ofrecio a Cranston componer a Walter White, y a su alter ego, Heisenberg. Con el paso de los anos y el crecimiento de Breaking Bad, la figura de Heisenberg se hizo notablemente popular. Pero ningun uso de ese caracteristico diseno llamo tanto la atencion como cuando, durante la detencion de una banda que elaboraba drogas sinteticas en Vicente Lopez, uno de los criminales llevaba una remera del personaje. Aunque a fin de cuentas y como decia Oscar Wilde, la realidad imita al arte.
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