Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Bernao, El Poeta de la Derecha

    » La Prensa

    Fecha: 25/12/2025 16:24

    Bernao, El Poeta de la Derecha El baul de los recuerdos. El Loco fue un puntero de los de antes, de esos que abria surcos por los flancos con su habilidad. El periodista Pepe Pena lo comparo con El Chueco Enrique Garcia, un zurdo genial. Si El Chueco Garcia era El Poeta de la Zurda, Raul Emilio Bernao es El Poeta de la Derecha. Desde las paginas de la revista El Grafico, Pepe Pena, un periodista famoso por sus acidas criticas y sus juicios sumarios sobre el futbol argentino, hermano a Enrique Garcia, un fantastico wing izquierdo que brillo en Racing en los anos 30 y 40, con El Loco, un puntero derecho que en los 60 hacia gala de su habilidad en Independiente. Y no se equivoco porque cada desborde de Bernao tenia ritmo, rimas, una metrica particular, metaforas y emocion, los elementos fundamentales de una poesia. Si, su juego era poetico. Bernao se distinguia como un magnifico exponente de esa antigua raza de delanteros cuya especialidad consistia en abrir surcos por los flancos de las defensas con acciones plenas de habilidad y rapidez. El Loco cultivaba ese curioso arte que sabia de amagos para un lado o para el otro, arranques repentinos, frenadas instantaneas que se burlaban de la inercia y corridas hasta el fondo de la cancha que casi siempre terminaban en precisos centros para el gol de algun companero que ingresaba por el centro del area. No tenia misterios el juego de Bernao, pero era indescifrable para sus ocasionales marcadores. Todos sabian que, no bien recibiera la pelota, iba a agachar la cabeza, buscar el cobijo de la linea de cal y encarar a sus rivales con la bocha pegada al pie derecho. Cualquiera podia predecir eso. Sin embargo, se antojaba dificil impedir que avanzara por la punta antes de lanzar el pase milimetrico al medio o se adentrara en busca del arco con una peligrosa diagonal. Por mas que, a grandes rasgos, siempre hacia lo mismo, el problema consistia en acertar el metodo para despojarlo del balon. Con los ojos bien fijos en la pelota, El Loco inicia uno de sus incursiones por el flanco derecho. El estilo de ese hombre nacido el 5 de noviembre de 1941 en Sarandi se asemejaba al de otros emblematicos punteros que sobresalian cuando recostarse sobre una punta, desconcertar a sus marcadores con quiebres de cintura, magicos desbordes y punzantes centros era moneda corriente. Bernao asomaba como un continuador de las gestas de Oreste Corbatta en Racing y del brasileno Garrincha y que luego se perpetuaron en el tiempo a traves de Rene Houseman en Huracan. Todos ellos hacian levantar a los hinchas por el flanco derecho; por el otro los aplausos eran para El Chueco Garcia y Felix Loustau, de River. Hoy resulta complicado explicar la funcion de los antiguos punteros. Los extremos del presente son apenas mediocampistas ofensivos tirados hacia los costados. No poseen el don de la gambeta como libre expresion de la creatividad, ni la tozuda busqueda permanente del companero mejor ubicado en las cercanias del arco y mucho menos la curiosa nocion de la diagonal como camino directo al gol. Solo ocupan espacios y se ofrecen como alternativas para ese juego de posesion que a veces se torna insoportable por la eterna sucesion de pases con la que se intenta disimular que nadie se atreve a encarar mano a mano a su marcador. Eran valientes los wines como Bernao. Una y otra vez insistian con veloces corridas cerca de la linea de cal, apretados contra ella, en procura de garantizarse el lugar justo y necesario para que sus incursiones tuvieran final feliz. Casi siempre contaban con el espacio suficiente para que lo imposible se volviera logico. Bueno no sabian de logica esos punteros. Se burlaban de ella. Y los hinchas gozaban con esa tenacidad unica que rozaba la locura. Si, eran algo locos los punteros El defensor de Chacarita esta a punto de quedar con las piernas anudadas por un amago del Loco. Locos fueron Natalio Perinetti -en realidad, le decian La Loca-, de Racing en el amateurismo y en los primeros anos de la era rentada, Corbatta, Luis Ciaccia en el Gimnasia de 1962, Narciso Doval en Los Carasucias de San Lorenzo en los 60, Houseman en el maravilloso Huracan campeon de 1973 y, por supuesto, Bernao. Todos punteros derechos. No podia ser casualidad. Es cierto que no fueron los unicos que recibieron ese apodo y tambien resulta innegable que hubo locos de otros puestos como Hugo Orlando Gatti, Martin Palermo y Sebastian Abreu. Pero en el futbol nada es absoluto. Mejor dicho: todo es impredecible. Bellamente impredecible. () el que a mi mas me fascinaba era Bernao. Otro integrante de la pandilla de los locos, de los wines antojadizos y demenciales, recurrentes, con una tendencia morbosa a confinarse junto a la linea de cal y alli hacer su vida, como Corbatta, Houseman, Ciaccia o Garrincha, para nombrar al mas celebre mundialmente. Algun dia los sociologos, los arqueologos, los psicologos, con la inestimable ayuda del ADN, nos diran por que todos esos locos eran wines derechos y no izquierdos. No se lo llamo Loco al Pinino Mas o al Negro Ortiz, por ejemplo, ni al Conejo Tarabini ni al Pocho Pianetti. Pero si a Bernao, establecio con una agudeza poco comun Roberto Fontanarrosa en No te vayas, campeon, un libro imprescindible para entender gran parte de la historia del futbol argentino. LOS CORTOCIRCUITOS DEL LOCO Bernao tenia una personalidad poco comun. Timido y serio, cuentan que parecia de mal humor, aunque no lo estuviera. Decian que se enojaba cuando no le daban la pelota al pie. Se quedaba quieto, como si estuviera ausente. En realidad, como si no perdonara al companero que habia sido incapaz de ensayar un pase exacto. Muchas veces, en especial cuando recibia alguna critica dura desde la tribuna, parecia que entraba en una suerte de estado latente. Se podria decir que hacia una pausa a la espera de que el partido se hiciera mas propicio para el. La imagen parece repetida, pero es una gran demostracion de que todos sabian lo que hacia Bernao, pero no podian detenerlo. En las paginas de El Grafico revelo la clave de las desapariciones en las que a veces incurria durante los partidos. Porque me pasaron algunas cosas que me afectaron... Y como las jugadas a veces no salen la tribuna me grita y ya no la agarro mas... Por miedo no me animo a jugarla, lo hago pensando que voy a equivocarme y no me sale ni una..., admitio. No se excusaba, sino que reconocia sin gambetear la responsabilidad cierta tendencia a ausentarse sin aviso del juego. Juvenal, un celebre analista de El Grafico que fue pionero a la hora de esparcir sus conocimientos tacticos entre los lectores de esa revista, se refirio a los cortocircuitos de Bernao. Se trataba de una ingeniosa forma de senalar las intermitencias del Loco. Decian de el que tenia cortocircuitos, que cuando no estaba enchufado era un desastre, recodaba ese procer del periodismo. Y en una nota con formato de carta que escribio sobre el puntero derecho en 1971 deslizo: Una vez, con humor poetico, me anticipo antes de un partido: `Hoy se va a divertir porque me arreglaron la instalacion. Y ese dia, contra Boca creo, la rompio. El periodista, cuyo verdadero nombre era Julio Cesar Pasquato, dio en ese excelente articulo / carta una valiosa pista de que sucedia cuando El Loco tenia todas las luces encendidas: Me lo dijo Osvaldo Zubeldia la ultima vez que te vi jugar en vivo y en directo: `A Bernao no se le puede dejar recibir una pelota, no se le puede dar un metro porque es un hombre que levanta a las tribunas y agrada a un equipo.... Cuando estaba iluminado era imparable. El titulo de la tapa de El Grafico es claro: cuando Bernao estaba inspirado, era imparable. El Negro Fontanarrosa, ese humorista rosarino que de haberse dedicado a explicar el futbol habria convertido en viles charlatanes a muchos periodistas deportivos, se refirio en su libro a esa propension de Bernao a pegar faltazos en pleno partido. Y tambien desentrano con brutal precision los secretos del juego del Loco: Ni muy alto ni muy petiso, sin un gran fisico pero tampoco esmirriado. Bernao daba cierta impresion de lejania, de ausencia, de estar pensando en otra cosa. Aguardaba, manso, la hora de entrar en escena, sin desganitarse pidiendola ni yendo a buscarla mucho al medio. Cuando le llegaba iniciaba su unipersonal, tal vez el mas dificil de todos: el mano a mano con su marcador. Casi sin correr, parado frente al defensor, la pelota muerta entre un pie y el otro. Y la cosa consistia en venderle el primer amague, la ilusion de que arrancaba hacia la linea o salia hacia adentro, ilusion tras la cual el rival respondia una fraccion de segundo tarde. Despues era mas simple: venia el freno inmediato, el arranque hacia el otro lado, otra vez el freno, hasta que esa fraccion de segundo se iba haciendo mas larga, mas marcada y al defensor le resultaba cada vez mas dificil recuperar la posicion para evitar el centro. Luego de la ultima barrida infructuosa, ya despatarrado definitivamente el defensa, Bernao metia la pelota atras, al centro, danina, para la llegada por bajo o por alto del Chirola Yazalde (excelente cabeceador) o la zurda de Tarabini, que definia muy bien y le pegaba fortisimo. DE LOS POTREROS A LA COPA LIBERTADORES Bernao recorria los potreros de Sarandi y Avellaneda con gambetas y enganches que muy pronto lo llevaron a unirse a equipos de barrio como Once Corazones y Belgrano. A los 11 anos, en 1952, ingreso en las divisiones inferiores de Independiente. Escalo con rapidez, de Novena a Septima y luego a Quinta y el 30 de julio 1961, poco antes de cumplir los 20, el tecnico brasileno Oswaldo Brandao le abrio la puerta para salir a jugar en la Primera del Rojo. Llego a Independiente en 1952 y se fue en 1970 como capitan y referente. Rodger Bernardico; Roberto Pipo Ferreiro, Ruben Marino Navarro -apodado Hacha Brava, por la fiereza de su juego-, Jorge Maldonado, el uruguayo Tomas Rolan; Ramon Abeledo, Jorge Entrerrios; Bernao, Luis Suarez, Roberto Marcos Saporiti y Edgardo DAscenzo le ganaron 2-0 a Huracan ese dia en Parque de los Patricios, por la 11 fecha del torneo de Primera Division. Llego para quedarse y en su septimo partido como titular, el 15 de octubre, cerro la cuenta en el 5-2 sobre Argentinos Juniors con un fuerte remate despues de eludir a su marcador. Al ano siguiente su aporte goleador se hizo tan frecuente como sus desbordes plenos de habilidad. Dos fuertes remates terminaron en el arco de Roque Marrapodi en un 4-0 a Ferro, sumo un nuevo doblete en un 2-0 sobre Argentinos Juniors y se lucio nuevamente contra los de Caballito con otro furibundo disparo luego de eludir con varios amagues a un defensor rival. Las gambetas endiabladas y los potentes tiros se convirtieron en postales clasicas de Independiente. Lo mismo ocurrio con las criticas de los hinchas, que le reprochaban tanto su empecinamiento en maniobras individuales como sus intermitencias. El certamen de Primera Division de 1963 fue, junto con el de 1934, el que menos participantes tuvo: apenas 14. A diferencia del disputado en la tercera decada del siglo pasado, que se disputo a tres ruedas, el del 63 apenas conto con 26 fechas. River asomaba como el principal aspirante al titulo hasta que una derrota con Boca en la penultima jornada dejo a Independiente en lo mas alto de la tabla. Los de Avellaneda golearon 9-1 a San Lorenzo en un polemico partido y se quedaron con el cetro de campeon, con solo dos puntos de ventaja sobre los millonarios. Incontenible, avanza contra River en un partido clave por el titulo de 1963. El Loco Bernao se dio el gusto de celebrar su primer titulo en una campana en la que contribuyo con cuatro goles (uno a Boca en un 1-1 en Avellaneda, otro a Argentinos en la cancha de Atlanta y dos en el abultado triunfo sobre San Lorenzo) en 11 partidos. En ese torneo se encontro con Mario Rodriguez y Raul Armando Savoy, dos refuerzos llegados desde Chacarita con los que se entendio a la perfeccion desde que Armando Renganeschi -el DT con el que arranco el certamen- y Manuel Giudice -su sucesor- los juntaron en la cancha. A la consagracion a nivel local le siguio el exito en el ambito internacional. Y la presentacion en sociedad fuera de las fronteras argentinas no pudo haber sido mejor para Bernao. El 1 de febrero de 1964 Independiente estreno la iluminacion del viejo estadio de la Doble Visera en un amistoso contra el Santos, de Brasil, que venia de ganar la Copa Libertadores en 1962 y 1963. Quizas porque la electricidad tenia alguna vinculacion con los cortocircuitos en el juego del Loco, el puntero derecho dio un festival de futbol contra el equipo en el que brillaba Pele. Con todas las luces funcionando a la perfeccion, Bernao fue la figura de un espectacular triunfo por 5-1 en el que marco el primer gol con un potente derechazo y tuvo activa participacion en el cuarto tanto, en el que un remate suyo se desvio en Lima e ingreso en el arco de Gilmar. Unos meses mas tarde, en las semifinales de la Copa Libertadores, El Loco fue decisivo contra Santos, ya que contribuyo con la tercera conquista en el 3-2 del Rojo en suelo brasileno, preludio del 2-1 en Avellaneda que catapulto a las huestes del Colorado Giudice a la final contra Nacional, de Uruguay. En 1964 cumplio una tarea espectacular: le hizo dos goles al Santos de Pele en un 5-1 en Avellaneda. Independiente se apodero por primera vez de la Copa Libertadores tras superar a los tricolores el 12 agosto de 1964 en Avellaneda con un gol de Mariulo Rodriguez. Ese triunfo hizo posible el primero de los siete exitos de Los Diablos Rojos en esa competicion luego del 0-0 de la ida en Montevideo. Miguel Angel Pepe Santoro; Pipo Ferreiro, Juan Carlos Guzman, Maldonado, Rolan; Savoy, David Acevedo; Bernao, Luis Suarez, Rodriguez y Pedro Prospitti integraron la alineacion que se consagro con el 1-0 en el estadio de la Doble Visera. En la porcion roja de Avellaneda se jactan de la condicion de Rey de Copas de Independiente, en especial por su fuerte ligazon con la Libertadores, el principal trofeo internacional de clubes de Sudamerica. Esa historia triunfal se inicio en el 64 y continuo 12 meses despues con el bicampeonato sellado contra Penarol en la finalisima. Bernao sentencio el pleito de ida por 1-0 frente a los uruguayos y tambien se hizo presente en el marcador con una conquista en el 4-1 con el que el equipo de Giudice supero a los carboneros en el desempate desarrollado en Santiago, Chile. Los de Avellaneda se quedaron con las manos vacias en las ediciones del 64 y el 65 de la Copa Intercontinental. En ambas ocasiones cayeron a manos del Inter que dirigia tecnicamente el argentino Helenio Herrera y que personifico la version mas exitosa del catenaccio, el cerrado dispositivo tactico que durante mucho tiempo fue moneda corriente tanto en los equipos italianos como en el seleccionado peninsular. Mas alla de esas derrotas, Bernao, el pibe surgido en los potreros de la sur del conurbano, ya habia hecho de las suyas en la Libertadores y acaparaba aplausos con sus goles y sus gambetas incontenibles. En pleno festejo por la obtencion de la Copa Libertadores de 1965. EN CELESTE Y BLANCO La Seleccion paso de la verguenza por el 6-1 que le propino Checoslovaquia en el Mundial de 1958 a un opaco papel en Chile 1962. Era un momento muy duro para el futbol argentino. En ese contexto en el que se miraba mas el arco propio que el de enfrente por la proliferacion de esquemas defensivos, a Bernao le llego la oportunidad de vestir la camiseta celeste y blanca. El tecnico Horacio Amable Torres lo cito para afrontar la Copa America de 1963, que se disputo en Bolivia. El 13 de marzo en Cochabamba integro el elenco albiceleste que perdio 2-1 con Peru. El Gato Norberto Andrada; Oscar Martin, Hacha Brava Navarro, Jose Vazquez, Mario Ditro; Oscar Coco Rossi, Carlos Timoteo Griguol; Bernao, El Flaco Cesar Luis Menotti, Savoy y El Mono Roberto Zarate jugaron en esa ocasion. El Loco aparecio tambien en La Paz en el 1-1 con Paraguay el 31 de ese mes, cuando ingreso en reemplazo de Ernesto Juarez, puntero derecho de Huracan. Jose Maria Minella se hizo cargo del representativo nacional en 1964 e incluyo a Bernao en el plantel que participo primero en la Copa Carlos Dittborn contra Chile y luego en las Eliminatorias para Inglaterra 1966, jugadas en 1965. Estuvo en el 3-0 sobre Paraguay en Buenos Aires y en el 0-0 de la revancha en Asuncion. Su dia triunfal fue el 17 de agosto, cuando les puso la firma a dos de los goles argentinos en el 4-1 sobre Bolivia. Integro la Seleccion argentina, pero, contra todos los pronosticos, El Toto Lorenzo no lo llevo al Mundial del 66. Minella dejo el cargo y tras un corto y polemico periodo con Osvaldo Zubeldia como DT, llego El Toto Juan Carlos Lorenzo y decidio prescindir de el cuando armo el equipo asistio a la Copa del Mundo. Tal vez aquella presidencia de Valentin Suarez y su pertenencia a Banfield hicieron que a ultimo momento Lorenzo me desafectara de la Seleccion que viajo a Inglaterra, para incluir a (Mario) Chaldu, sostuvo por aquellos dias Bernao. Suarez era el interventor de la Asociacion del Futbol Argentino (AFA) y segun la version del Loco influyo en la citacion del delantero que por ese entonces pertenecia al Taladro. La partida de Lorenzo tras la eliminacion a manos de Inglaterra en los cuartos de final desemboco en el regreso de Bernao a la Seleccion. El entrenador Jim Lopez lo llevo a la Copa America de 1967, en Uruguay. El Loco hizo un gol en el 4-1 contra Paraguay y en el 1-0 sobre Bolivia. Argentina escolto a los celestes, que se quedaron con el titulo por un punto de ventaja tras vencer a sus vecinos rioplatenses en la ultima fecha, en la que el wing derecho de Independiente fue titular en el elenco albiceleste. Argentina cambiaba seguido de conduccion en ese entonces y pronto llegaron Carmelo Faraone, otra vez Minella, Renato Cesarini y Humberto Maschio. Poco antes del comienzo de las Eliminatorias para Mexico 1970, El Bocha fue removido del puesto y llego Adolfo Pedernera. El Maestro tomo las riendas casi sobre el inicio de la serie contra Bolivia y Peru. Aposto por Bernao en la derrota contra los de la banda roja en Lima y el triunfo por 1-0 frente a los del Altiplano en Buenos Aires. Ese 24 de agosto de 1969, El Loco se despidio del Seleccionado con 15 presencias y cuatro goles en seis anos vestido de celeste y blanco. Un gol a River, luego de dejar en el camino a Amadeo Carrizo. LAS ULTIMAS LOCURAS Mas alla de sus idas y vueltas en la Seleccion, las funciones de gala de Bernao en Independiente se mantenian. Sus duelos con Silvio Marzolini, el exquisito marcador de punta izquierda de Boca, eran memorables. Tambien alguna vez le dio un baile monumental al uruguayo Roberto Matosas, de River, luego de que el zaguero millonario opinara que el puntero del Rojo no merecia integrar el Seleccionado nacional. Ese dia, El Loco se despacho con dos pases para las definiciones de Luis Artime y Osvaldo Mura -otro de sus socios mas calificados- en un 2-0 vital para la definicion del titulo de 1967. Independiente gano el titulo en el Nacional de ese ano con un equipo de temible poderio ofensivo que marco 43 goles en 15 partidos, a un interesante promedio de casi tres tantos por encuentro en una epoca en la que en el futbol argentino prevalecian las tacticas defensivas, con las contadas excepciones del Racing de Juan Jose Pizzuti y, poco despues, con el San Lorenzo de Los Matadores del 68. En ese campeon que relego al Estudiantes de Zubeldia, Bernao -ya capitan del equipo- contribuyo con un gol en el 6-0 sobre Central Cordoba de Santiago del Estero, con otro en el triunfo por el mismo marcador contra Chaco for Ever y con el que definio el 1-0 frente a Velez. El puntero derecho integro una demoledora delantera junto con Artime, Hector Chirola Yazalde y El Conejo Anibal Tarabini. Entre Artime y Yazalde se encargaron de 21 de las 43 conquistas del Rojo en ese torneo. En Gimnasia debuto con un gol contra Rosario Central. La ultima gran actuacion de Bernao se dio en una fecha inolvidable para los hinchas de Independiente: el 31 de mayo de 1970 enloquecio a su marcador, Armando Ovide, en una victoria roja por 3-2 en Avellaneda. Un desborde del Loco concluyo en un peligroso centro que Miguel Alberto Nicolau introdujo en su propio arco y luego el puntero le dio vida al tercer tanto de su equipo. Ese exito fue clave para que el equipo que dirigia Giudice se alzara con el titulo en el Metropolitano, que quedo en poder del Rojo por haber conseguido un gol mas que River, con el que termino igualado en puntos. Poco despues, el 18 de diciembre, le puso punto final a su vinculo con su club de siempre. Fue en el 2-0 contra Banfield, por la 20 fecha del Nacional. Mantenia una tirante relacion con los dirigentes y a finales de ese ano se alejo tras una decada, 242 partidos, 41 goles, tres titulos locales y dos internacionales. Bernao probo suerte en Deportivo de Cali y, aunque cumplio tareas muy destacadas, no se adapto al futbol colombiano y en 1973 hizo una gira con Guarani, de Brasil, y luego partio rumbo a Deportivo Municipal, de Peru. Alli paso apenas unos meses y en 1974, con 33 anos, regreso a la Argentina. No retorno a Avellaneda, sino que deposito sus pies en Gimnasia. En El Lobo debuto el 23 de febrero con un gol en el 1-1 con Rosario Central. Hugo Orlando Gatti; Roberto Gonzalo (reemplazado por Hector Comas), Hugo Gottfrit, Rene Daulte, Antonio Rosl; Hugo Pedraza, Hugo Echauri, Ruben Peracca; Bernao, Carlos Alberto Della Savia y Carlos Bulla (luego, Ricardo Perez) salieron a escena por la 4 fecha del Metropolitano. El 2 de mayo entro en lugar de Della Savia cuando faltaba poco para el cierre del encuentro y, tras cumplir diez partidos en el conjunto platense, decidio colgar los botines. Ya en Deportivo Cali, Bernao posa con el ecuatoriano Alberto Spencer, un goleador notable. No se alejo totalmente del futbol, ya que a partir de 1975 recorrio el pais con el Equipo de las Estrellas, en el que, junto con Artime, Ermindo Onega, Savoy y Alberto Mario Gonzalez -Gonzalito, ex Atlanta, Boca y Seleccion argentina), disputaba partidos con fines solidarios. Tambien dirigio tecnicamente a las divisiones inferiores de Independiente y se mantuvo cerca del club. Los viejos hinchas, que recordaban sus gambetas y sus goles, se unieron en el dolor cuando El Loco fallecio a los 66 anos el 26 de diciembre de 2007 como consecuencia de una enfermedad hepatica. Salvando las distancias, Bernao era del tipo de juego de Garrincha, porque arrancaba y pasaba de punto muerto a mil por hora, como si alguien le hubiese pegado un empujon repentino. Todos sabian que iba a salir despedido hacia la raya, lo que no sabian era cuando. () Bernao, siempre algo inexpresivo, en apariencia frio, poco demostrativo, vendio todo tipo de amagues, arranques y enganches, conto Fontanarrosa en una libre asociacion con un fenomeno como Garrincha. Mucho antes y con menos palabras, Pepe Pena, lo habia comparado con el mejor puntero izquierdo de la historia, Enrique Garcia. Si el juego del Chueco era poesia pura por su punta, no habia dudas de que El Loco era El Poeta de la Derecha. Vibra la porcion roja de Avellaneda con una corrida del Loco Bernao frente a Racing.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por