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» Rafaela Noticias
Fecha: 25/12/2025 09:59
En su primera homilia de Navidad como Sucesor de Pedro, el papa Leon XIV ofrecio una meditacion marcada por la memoria viva de las palabras del papa Francisco y por una mirada directa a las "heridas abiertas" de la humanidad, especialmente las provocadas por las guerras en curso. Desde la Basilica de San Pedro, el pontifice aseguro que la paz no es una promesa lejana, sino una realidad ya presente, aunque fragil y muchas veces negada por la indiferencia. Al comentar el anuncio profetico de Isaias -"Prorrumpan en gritos de alegria!"-, el Papa subrayo que la paz llega por caminos polvorientos y dificiles, llevada por mensajeros heridos, pero hermosos por el bien que anuncian. "Pareciera que aun nadie cree: la paz existe y esta ya en medio de nosotros", afirmo, retomando las palabras de Jesus: "Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo". El pontifice centro su reflexion en el misterio del Verbo hecho carne, destacando que Dios se manifiesta en la fragilidad de un nino que no habla, sino que llora. Esa carne desnuda y vulnerable -dijo- sigue presente hoy en quienes han sido despojados de su dignidad y reducidos al silencio. "La carne humana requiere cuidado, solicita acogida y reconocimiento", insistio, vinculando la Encarnacion con la responsabilidad concreta frente al sufrimiento actual. Evocacion del papa Francisco En un pasaje clave de la homilia, Leon XIV evoco explicitamente una frase del papa Francisco tomada de Evangelii gaudium, para renovar su llamado: no mantener "una prudente distancia de las llagas del Senor", sino tocar la miseria humana y la carne sufriente de los demas. Segun el Papa, ese gesto es decisivo para que la paz pueda nacer y crecer en la historia. Desde esa perspectiva, invito a mirar sin evasiones los escenarios de guerra y desplazamiento forzado. "Como no pensar en las tiendas de Gaza, expuestas desde hace semanas a las lluvias, al viento y al frio?", pregunto, extendiendo luego la reflexion a los refugiados y desplazados de todos los continentes, asi como a quienes viven sin techo en las grandes ciudades. Alli -senalo- la Encarnacion continua interpelando a la conciencia cristiana. El Papa hablo de "heridas abiertas" que dejan los conflictos armados, tanto en las poblaciones indefensas como en los jovenes obligados a empunar armas y enviados al frente, donde descubren la insensatez de la violencia y la mentira de los discursos que la justifican. En ese contexto, afirmo que la paz de Dios comienza cuando el dolor del otro atraviesa el corazon y derrumba las falsas seguridades. "La paz nace de un sollozo acogido, de un llanto escuchado; nace entre ruinas que claman una nueva solidaridad", expreso y destaco que ese proceso exige romper los monologos y abrirse al dialogo fecundado por la escucha. No se trata -advirtio- de imponer una palabra prepotente, sino de servir a una presencia humilde que suscita el bien. Leon XIV reafirmo el impulso misionero de la Navidad y llamo a una Iglesia que camine junto a toda la humanidad, sin separarse de ella. Puso a la Virgen Maria como modelo de este dinamismo de paz, recordando que nada renace de la exhibicion de la fuerza, sino del poder silencioso de la vida acogida. En ese horizonte, concluyo, la Navidad vuelve a ser anuncio creible de paz para un mundo herido, pero aun abierto a la esperanza.+
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