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  • De llamar por telefono a vivir en un chat: como los grupos de WhatsApp cambiaron nuestras vidas

    » DiarioWeb

    Fecha: 25/12/2025 01:48

    Hubo un momento no tan lejano en que la vida social y laboral se organizaba con llamadas, agendas, reuniones y mensajes sueltos. Hoy, gran parte de lo que hacemos, decidimos y sentimos pasa por un punado de grupos de WhatsApp: familia, escuela, trabajo, barrio, amigos, futbol, consorcio, salud, solo avisos, solo admins, para organizar, para compartir. Esa constelacion de chats no solo nos conecto: tambien reordeno el tiempo, el lenguaje, la manera de discutir, de coordinar, de hacer politica, de criar a los hijos, de trabajar y hasta de descansar. El grupo como nueva plaza: la vida cotidiana, en una pantalla Los grupos de WhatsApp se convirtieron en una plaza digital de bolsillo. En Argentina (y en buena parte de America Latina), donde el telefono movil es la herramienta central de comunicacion, el grupo es un lugar: se entra, se sale, se discute, se coordina, se comparte y, muchas veces, se pertenece. Antes: una convocatoria implicaba llamados uno por uno o un encuentro fisico. Ahora: un mensaje en el grupo arma un evento, una campana solidaria, una compra comunitaria, un aviso urgente o una discusion publica en segundos. Los grupos aceleraron la logistica de la vida: coordinar una juntada, cambiar una guardia, cubrir un turno, avisar un corte de luz, organizar una colecta, ubicar a alguien en emergencia. En terminos sociales, son una infraestructura de cooperacion cotidiana. Pero esa infraestructura tambien cambio el umbral de lo que consideramos urgente. Lo que antes podia esperar horas, ahora parece exigir respuesta inmediata, aunque no lo diga. El cambio mas fuerte: la disponibilidad permanente La palabra clave es disponibilidad. El grupo instalo una cultura de respuesta rapida: vistos, en linea, doble tilde, silencio interpretado como senal. En muchos entornos, especialmente laborales y escolares, los grupos crearon un nuevo estandar: Si estas en el grupo, se asume que estas al tanto. - Si no respondiste, se interpreta que ignoraste. Si te fuiste, se lee como gesto politico. Esto impacta de lleno en el descanso y en la salud mental: el dia ya no termina cuando termina el trabajo o la escuela. La conversacion sigue. Y aunque no participes, el flujo te acompana. Una paradoja: el grupo nacio como herramienta para simplificar. Y en muchos casos simplifica. Pero tambien multiplico la comunicacion: mas mensajes, mas recordatorios, mas por las dudas, mas cadenas internas. En vez de una llamada puntual, ahora hay 47 mensajes para acordar lo mismo. La familia y los vinculos: cercania, control y nuevas tensiones En la familia, los grupos trajeron dos efectos simultaneos: a) Proximidad emocional Compartir fotos, audios, chistes, buen dia, ubicaciones, avisos de salud. Para familias extendidas o con migracion, esto fue clave: estar presentes a distancia. b) Microcontrol y obligacion afectiva Por que no saludaste?, te vi conectado, leiste y no respondiste, mande una foto y no dijiste nada. Aparecio una forma de evaluacion cotidiana del afecto: participar o no participar se vuelve un termometro de vinculo. Y ademas, el grupo familiar funciona como archivo emocional: se guardan recuerdos, se reactiva el pasado, se reabren discusiones viejas con un sticker, un audio o una captura. La escuela y la crianza: el grupo de padres como institucion Pocas cosas transformaron tanto la vida diaria como el grupo de madres y padres. Es una institucion moderna con reglas informales, roles y conflictos previsibles. Cambiaron varias cosas: - La escuela entra al hogar: tareas, recordatorios, cuotas, actos, cambios de horario, problemas entre chicos. - La crianza se socializa: se pide consejo, se comparan conductas, se comparten diagnosticos, se debaten decisiones. - La exposicion aumenta: fotos de ninos, listas, situaciones privadas muchas veces sin protocolos claros. El grupo escolar tambien reconfiguro la autoridad: en algunos casos, los adultos negocian o discuten decisiones pedagogicas en el chat, incluso antes de hablar con la institucion. Y aparecen figuras tipicas: la persona que pregunta todo, la que se enoja por todo, la que manda audios eternos, la que pone chicos, por favor y la que quiere solo avisos. El trabajo: coordinacion instantanea y extension de la jornada En el mundo laboral, los grupos se volvieron un segundo escritorio. Sirven para coordinar rapido. El grupo laboral creo un fenomeno nuevo: trabajar con el pulgar. La productividad pasa por mensajes cortos, audios, confirmaciones. Y eso, lejos de aliviar, puede producir fatiga. Lenguaje, humor y cultura: stickers, audios y la nueva oralidad Los grupos cambiaron el idioma cotidiano: - Los audios reemplazaron llamadas (y a veces reemplazan escribir). - Los stickers crean dialectos de tribu. - Los memes funcionan como argumento, sintesis emocional o forma de ironizar. - El jajaja y el se volvieron herramientas sociales de bajo costo: estar sinestar.r Hay una nueva oralidad: hablamos por audio como si el chat fuera un pasillo. Y a la vez, esa oralidad queda registrada. Se puede reenviar, sacar de contexto, capturar. En terminos culturales, el grupo es una fabrica de codigos compartidos. Quien entiende el sticker correcto pertenece. Quien no, queda afuera. Conflicto y polarizacion: cuando el chat se vuelve arena publica Los grupos son terreno fertil para el conflicto: - La discusion se acelera. - El tono se malinterpreta. - Los bandos se forman rapido. - La conversacion queda escrita y se usa como prueba. En grupos grandes, aparece el efecto tribuna: algunos escriben para el publico del grupo, no para dialogar. Se discute para ganar. Tambien se ve con fuerza la circulacion de informacion dudosa: cadenas, audios anonimos, capturas sin contexto, me dijo un amigo que trabaja en. El grupo se volvio un canal de noticias, pero sin filtro editorial. Y eso impacta en percepciones, miedos y decisiones reales (salud, seguridad, politica, economia). Barrio, seguridad y comunidad: el grupo de vecinos como sistema paralelo En barrios y edificios, los grupos hicieron algo potente: rearmaron comunidad donde muchas veces se habia perdido. Se comparten alertas, se organizan compras, se avisa por cortes, se coordinan acciones. Pero tambien generan tensiones tipicas: - Denuncias sin prueba. - Estigmatizacion (el sospechoso de siempre). - Exposicion de conflictos privados. - Discusiones eternas por ruidos, mascotas, estacionamiento. En algunos casos, el grupo de vecinos funciona como comisaria emocional: se pide orden, se reclama sancion, se busca aprobacion colectiva. La convivencia se vuelve un tema de chat, con impacto real en el clima comunitario. El costo invisible: fatiga de notificaciones y ansiedad social Lo que cambio no es solo la comunicacion: es la atencion. Los grupos compiten por el recurso mas escaso: el foco. El resultado es conocido por cualquiera que viva en muchos grupos: - Cansancio mental por mensajes acumulados. - Ansiedad por el me perdi algo. - Culpa por no responder. - Irritacion por mensajes irrelevantes. - Dificultad para desconectar. Y aparece una nueva etiqueta social: la educacion digital. Esta bien mandar audios largos? Mensajes de madrugada? Reenviar sin chequear? Sumar gente sin preguntar? Publicar fotos de terceros? Muchos conflictos nacen por ausencia de reglas compartidas. La vida organizada en chats: el grupo como archivo y como poder Los grupos no solo ordenan la vida: tambien concentran poder. Quien administra un grupo puede: - Fijar reglas. - Borrar mensajes (en algunos casos). - Decidir quien entra y quien sale. - Marcar agenda (solo avisos, tema cerrado). - Silenciar disidencias con presion social. Ademas, los grupos son archivo: quedan conversaciones, pruebas, decisiones, promesas. En conflictos familiares, laborales o comunitarios, el chat puede convertirse en evidencia. Y, al mismo tiempo, el grupo produce realidad: si algo circula ahi, adquiere un peso. Lo que no esta en el grupo, muchas veces no existe. Que ganamos y que perdimos? Ganamos: Coordinacion rapida Comunidad practica Cercania cotidiana Posibilidad de organizar redes solidarias. Comunicacion barata y masiva Perdimos (o arriesgamos): Silencio y descanso. Limites entre trabajo y hogar Privacidad y derecho a no estar. Conversaciones profundas reemplazadas por flujo constante. Paz social en grupos grandes. El balance no es simple: los grupos no son buenos o malos. Son una herramienta que amplifica lo que ya somos: cooperativos, ansiosos, divertidos, conflictivos, solidarios, desconfiados. 12) Manual minimo de convivencia: reglas que bajan la tension En muchos lugares, la solucion no es irse de los grupos, sino civilizarlos con acuerdos basicos: Horarios razonables para escribir (salvo urgencias). Solo avisos de verdad: sin comentarios. Audios cortos o texto cuando sea informacion practica. Confirmar antes de sumar a alguien. No reenviar sin chequear. No exponer problemas privados en publico. Recordar que el silencio no siempre es desprecio: puede ser vida real. Los grupos pueden ser herramienta de comunidad o maquina de estres. La diferencia suele estar en la cultura que construyen sus integrantes. El siglo del chat Los grupos de WhatsApp son uno de los grandes cambios culturales de esta epoca: transformaron la forma de informarnos, organizarnos, pelear y querernos. Nos dieron una plaza en el bolsillo, pero tambien nos pusieron una campana en la cabeza: siempre suena, siempre llama. La pregunta no es si podemos volver atras: no se vuelve. La pregunta es otra: como hacemos para que la vida no sea una notificacion?

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