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    » El Liberal

    Fecha: 24/12/2025 18:29

    En medio de la conversacion permanente sobre que es sano y que no, siento que muchas veces se pierde algo fundamental: entender que estamos comiendo sin miedo ni prejuicios. Como nutricionista, veo a diario como se demoniza a los alimentos por el solo hecho de estar procesados, cuando en realidad procesar un alimento no lo vuelve danino por definicion. El problema no es el procesamiento en si, sino como, para que y hasta donde se procesa. La diferencia entre alimentos procesados y ultraprocesados genera debate, confusion y, muchas veces, decisiones poco informadas. No se trata de evitar todo lo que tenga una etiqueta, sino de aprender a interpretarla. Entre la ciencia, la regulacion y el sentido comun existe un punto de equilibrio posible: comer con conciencia, sin miedo y sin dietas de exclusion innecesarias. Tambien te puede interesar: No todo lo industrial es sinonimo de artificial, ni todo lo casero garantiza salud. El procesamiento forma parte de la cadena alimentaria y cumple una funcion esencial: permite que los alimentos sean seguros, nutritivos y duraderos. Sin el, no podriamos conservar ni garantizar la inocuidad de muchos alimentos basicos. Un ejemplo claro es la pasteurizacion de la leche y de los alimentos que entran en su cadena de produccion, como el yogur, que es casi el unico alimento fermentado que seguimos llevando a la mesa de manera cotidiana. Su matriz es versatil, favorece la salud digestiva, fortalece los huesos por su alto contenido de calcio y aporta proteinas de alta calidad. Uno de los mayores errores de comunicacion de los ultimos anos fue poner en la misma categoria a todos los alimentos que pasan por una planta industrial. Se instalo un prejuicio contra lo procesado cuando en realidad, sin ese paso tecnologico, muchos productos serian inviables o incluso peligrosos. El problema aparece cuando los procesos son tan complejos que el alimento pierde su identidad original. Pero reducir todo a una sola etiqueta no ayuda: necesitamos diferenciar, no demonizar. Cuando entramos a un supermercado, todo parece simple: un envase, una etiqueta, un color. Pero detras de cada producto hay una historia que no se ve. Desde una leche pasteurizada hasta un pan integral, casi todo lo que llega a la mesa fue procesado de algun modo para mejorar su calidad y su inocuidad. La Clasificacion NOVA ayuda a ordenar esta discusion al distinguir entre alimentos minimamente procesados, ingredientes culinarios, alimentos procesados y ultraprocesados elaborados con mezclas de componentes industriales, aditivos y saborizantes. La tecnologia alimentaria no es el enemigo. Es una herramienta que puede proteger la salud y preservar los nutrientes de los alimentos. No es lo mismo una leche pasteurizada que una bebida vegetal sabor a leche. Esa diferencia importa y debe ser explicada con claridad. La confusion se acentua cuando hablamos de alimentacion infantil. Muchas familias buscan opciones mas sanas, reemplazan productos o preparan versiones caseras sin advertir la cantidad de azucar, grasas de mala calidad o sal que agregan sin querer. A veces creemos que porque algo es casero automaticamente es bueno, y no siempre es asi. Muchas preparaciones caseras o de venta libre tienen exceso de azucares, grasas de baja calidad, sal y estan basadas en harinas refinadas. Lo que define la calidad nutricional no es donde se hizo un alimento, sino con que y para que se hizo. Entiendo que los lacteos han sido demonizados; sin embargo, siguen siendo parte importante de las guias de alimentacion saludable. Hoy existen yogures sin sellos y con excelente perfil nutricional. Eso demuestra que la industria tambien puede evolucionar hacia formulas mas saludables. Cuando ese proceso no se comunica correctamente, lo que se genera es miedo y desinformacion. En los ultimos anos, muchas empresas reformularon productos para reducir azucares y eliminar sellos de advertencia, impulsadas tanto por nuevas normativas como por un consumidor mas atento. Frente a este escenario, la educacion alimentaria es la herramienta mas poderosa que tenemos. Aprender a leer una etiqueta es clave. Si se reconocen la mayoria de los ingredientes, probablemente sea una buena opcion. Si la lista parece un laboratorio, conviene buscar una alternativa. No podemos poner en la misma categoria un yogur natural, un paquete de snacks y una gaseosa. Hay una diferencia cientifica, y no todo es lo mismo. El equilibrio existe. Comer con conciencia, sin miedo y sin exclusiones innecesarias es posible. Se necesitan adultos responsables en sus elecciones alimentarias, autoridades sensibles a la equidad alimentaria e industrias comprometidas con los cambios. Solo entendiendo que todos somos parte del sistema podremos avanzar hacia un bien mayor. Para Infobae

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