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Parana » AIM Digital
Fecha: 24/12/2025 18:15
Cientificos identificaron estructuras de gas y comunidades biologicas excepcionales, lo que revela vinculos entre distintos habitats del oceano polar. Un equipo de cientificos realizo un sorprendente descubrimiento en las oscuras profundidades del oceano Artico: un paisaje oculto de hielo inflamable y vida en condiciones extremas. A 3.640 metros en la dorsal de Molloy, los investigadores hallaron los llamados monticulos Freya, estructuras formadas por hidratos de gas. Se trata de solidos cristalinos de agua y gas creados bajo alta presion que albergan ecosistemas unicos repletos de gusanos tubulares y caracoles. Este hallazgo representa los depositos de hidratos mas profundos conocidos hasta la fecha a nivel mundial, lo que ofrece una vision inedita de como la vida logra prosperar alimentandose de metano y petroleo en uno de los entornos mas remotos del planeta. Los detalles de este hallazgo fueron presentados en un estudio publicado recientemente en la revista cientifica Nature Communications. La investigacion no solo documenta la existencia de estas formaciones geologicas ultraprofundas, sino que tambien destaca su importancia para comprender mejor los ciclos del carbono en el oceano y la conexion ecologica entre los distintos habitats del mar profundo, en un momento clave donde el cambio climatico y la mineria submarina plantean nuevos desafios para la conservacion del Artico. Ecosistemas abisales con conexiones inesperadas El estudio revela que los monticulos Freya, situados a una profundidad abismal de 3.640 metros, son estructuras dinamicas con morfologias complejas que evidencian un ciclo continuo de crecimiento y derrumbe. Lo sorprendente de estos depositos es su intensa actividad: emiten columnas de burbujas de metano que logran ascender a traves del agua hasta quedar a solo 300 metros de la superficie, una altura inusual para este tipo de sistemas profundos. Los analisis quimicos realizados por el equipo de cientificos confirmaron que los hidratos almacenan gas de origen termogenico (producido por calor y presion en el subsuelo) y detectaron rastros de petroleo crudo. Este petroleo proviene de una roca madre relativamente joven, formada durante el periodo Mioceno en antiguos lagos de agua entre dulce y salada, un entorno muy diferente al oceano actual. La vida prospera en estos monticulos gracias a la quimiosintesis, un proceso donde los organismos obtienen energia de reacciones quimicas en lugar del sol. Estas comunidades incluyen especies adaptadas a condiciones extremas, como gusanos tubulares, pequenos caracoles y crustaceos anfipodos. Un hallazgo clave del analisis biologico es que esta fauna se parece mas a la que habita en las profundas chimeneas volcanicas (o fuentes hidrotermales) del Artico, como el campo Jtul en la dorsal de Knipovich, que a la de otros filtraderos de metano que se encuentran a menor altitud bajo el mar. Esto sugiere que la profundidad juega un papel mas importante que el tipo de fuente quimica en la composicion de estas comunidades. Finalmente, los autores subrayan la importancia ecologica de este descubrimiento. La existencia de especies compartidas entre los frios filtraderos de metano y las calientes fuentes hidrotermales sugiere que existe una autopista ecologica que conecta estos habitats remotos. Entender esta conectividad es vital, advierten los cientificos, para evaluar la vulnerabilidad de estos ecosistemas frente a la explotacion de recursos en la region, especialmente ante el avance de posibles actividades de mineria submarina en el Artico. Este descubrimiento es crucial para el estudio del cambio climatico porque los hidratos de gas actuan como gigantescos reservorios de carbono que, si se desestabilizan por el calentamiento de los oceanos, pueden liberar metano, un potente gas de efecto invernadero. La investigacion documenta que las aguas profundas del Mar de Groenlandia se estan calentando, y aunque los monticulos Freya estan a gran profundidad, sus burbujas de gas ya logran ascender inusualmente alto, a solo 300 metros de la superficie. Comprender la estabilidad de estos depositos es vital para predecir si, en un futuro mas calido, podrian convertirse en una fuente masiva de emisiones que acelere aun mas el calentamiento global. Como investigaron las profundidades del oceano Artico La expedicion Ocean Census Arctic DeepExtreme24 utilizo una combinacion de tecnologias de ultima generacion para caracterizar el entorno y recolectar muestras. El equipo desplego el buque de investigacion Kronprins Haakon y realizo inmersiones profundas con el vehiculo operado remotamente (ROV) Aurora. Las observaciones directas y la cartografia de alta resolucion permitieron ubicar y estudiar los monticulos de hidrato, asi como documentar la presencia de burbujas de gas y la diversidad biologica asociada. Para el estudio de la composicion quimica, el equipo extrajo muestras de hidrato y sedimento usando un instrumento que preserva la estructura de los sedimentos. En cuanto a la biodiversidad, la identificacion de los organismos se realizo a bordo mediante fotografia macro y estudios morfologicos, conservando los ejemplares para posteriores analisis taxonomicos y geneticos. La comparacion de la fauna encontrada en Freya con registros de otros sitios del Artico se realizo con el indice de Srensen, que mostro un 59 por ciento de similitud familiar entre los monticulos Freya y el campo hidrotermal Jtul, segun los resultados. Repercusiones y desafios para el manejo ambiental en el Artico El descubrimiento de los hidratos de gas ultraprofundos en la Dorsal Molloy abre interrogantes sobre la dinamica del ciclo del carbono en el oceano Artico y la posible influencia de estos sistemas en el balance global de metano, un gas de efecto invernadero. El estudio advierte que, cuando estos monticulos de hielo se deshacen, liberan grandes columnas de metano que viajan hacia arriba a traves del oceano. Lo sorprendente es que el gas logra subir mas de 3.000 metros sin disolverse por el camino. Esto es posible gracias a un mecanismo singular: el petroleo presente en la zona envuelve las burbujas formando una especie de piel o pelicula aceitosa. Esta capa actua como un escudo protector que evita que el gas se diluya en el agua, lo que le permite llegar intacto hasta zonas muy cercanas a la superficie. La investigacion revela que estos monticulos de hielo funcionan como viviendas dinamicas: a medida que crecen y eventualmente colapsan, las comunidades de animales que los habitan se transforman en un ciclo natural de renovacion. Esta complejidad biologica lanza una advertencia urgente, ya que ante el creciente interes internacional por la mineria submarina en el Artico, los expertos insisten en que es vital mapear y comprender el parentesco de estas especies para saber exactamente que ecosistemas vulnerables podrian perderse antes de iniciar la extraccion de recursos. Los vinculos que hemos encontrado entre la vida en esta filtracion y los respiraderos hidrotermales del Artico indican que estos habitats insulares en el fondo del oceano deberan protegerse de cualquier impacto futuro de la mineria de aguas profundas en la region. Comprender estos habitats unicos es esencial para salvaguardar la biodiversidad y apoyar la toma de decisiones responsable en las regiones polares, concluyo Giuliana Panieri, profesora de la UiT The Arctic University of Norway y cientifica jefe de la expedicion, en un comunicado oficial.
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