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» Los Andes
Fecha: 24/12/2025 10:15
La graves consecuencias de la pirotecnia para los animales: por qué los afecta tanto y cómo ayudarlos Por su oído sensible, además del enorme miedo y ansiedad que les genera, puede ocasionarles cambios fisiológicos, daños auditivos y hasta la muerte. Pirotecnia y animales: ruidos que, para las personas pueden resultar apenas molestos y son parte de la diversión que eligen, para muchos de ellos representan sufrimiento y hasta un verdadero riesgo de vida. Con las Fiestas de fin de año fuegos artificiales y pirotecnia, se vuelve a encender una alarma silenciosa: la que viven miles de animales domésticos y silvestres. Es que ruidos que, para las personas, pueden resultar apenas molestos y son parte de la diversión que eligen, para muchos de ellos representan sufrimiento y hasta un verdadero riesgo de vida. El impacto va mucho más allá del susto: puede derivar en cuadros fisiológicos graves, pérdidas, atropellamientos e incluso muertes. “La diferencia está en el poder auditivo. Perros y gatos escuchan muchísimo más que nosotros. Entonces, lo que para una persona es un estruendo que no la afecta, para ellos es devastador”, explicó la veterinaria Jennifer Ibarra, presidenta de la Fundación Cullunche. Ese exceso de estímulo sonoro desencadena reacciones físicas inmediatas. “No solo les molesta el oído: se asustan. Y ahí empiezan los problemas fisiológicos, como el jadeo, la respiración agitada, el aumento de la temperatura corporal, del ritmo cardíaco y de la frecuencia respiratoria”, detalló. En animales con patologías previas, el cuadro puede ser letal. “En los perritos cardiópatas, directamente puede ser mortal. Todos los años hay perros que mueren en las fiestas porque su corazón no logra procesar ese estrés”, advirtió la experta. Elegir otras formas de celebrar las Fiestas Cabe recordar que la venta de pirotecnia está prohibida en toda Mendoza, mientras que el uso y acopio también lo está en muchos departamentos. Si bien se estipulan multas que pueden llegar a los $3.000.000 y días de arresto, estos artefactos se siguen usando. Incluso, aunque se concentran durante las Fiestas de fin de año, también persisten en eventos, celebraciones y en las canchas. Es que en definitiva, más allá de la prohibición, el asunto pasa por la empatía y la toma de conciencia. Se trata de saber que mientras algunos se divierten otros la están pasando muy mal. Es que también afecta gravemente a personas con hipersensibilidad auditiva, como aquellas con autismo. Por eso, organizaciones sociales vinculadas al tema piden cada año algo de solidaridad para que la celebración sea de todos. En definitiva, la decisión de reducir o eliminar la pirotecnia no es solo una elección sobre cómo festejar, para muchos animales, puede ser la diferencia entre vivir o morir. Animales perdidos o atropellados “Es un problema real, grave y triste”, resumió Ibarra. El miedo extremo también se traduce en conductas descontroladas: animales que se orinan o defecan del terror, que intentan huir desesperadamente y terminan perdidos, atropellados o robados. “La mayor cantidad de atropellamientos ocurre siempre el 24 y el 31”, señaló Ibarra, y remarcó que muchas pérdidas se dan cuando, en medio de reuniones familiares, se abre una puerta y el animal sale corriendo sin rumbo. El impacto no se limita a perros y gatos. La veterinaria relató casos dramáticos en animales llamados “no convencionales”. “Me ha pasado con cobayos, cuyis, conejitos, que se han muerto en el acto del susto. Literalmente, del susto”, contó. Y el escenario es aún más grave en la fauna silvestre. “Con las cámaras trampa se han registrado videos de aves que, desorientadas por los estruendos, salen volando en plena oscuridad. Eso implica golpes, lesiones, muertes o el abandono de nidadas completas”, explicó. Al día siguiente, los daños se vuelven visibles, generalmente por los golpes que reciben: “Aparecen pajaritos caídos que llegan a los centros de rescate como consecuencia directa de la pirotecnia”. La pirotecnia puede causar fobias Los ruidos causados por la pirotecnia pueden llegar a generar fobias en los animales, al aumentar las reacciones de pánico a los ruidos fuertes con la exposición repetida a estos, expresa en una publicación la organización Ética Animal. Y agrega: “Se estima que la quinta parte de desapariciones de animales mantenidos como compañía se deben a sonidos muy fuertes, principalmente fuegos artificiales y tormentas”. Para entenderlo mejor, explica que la reacción de los perros frente al sonido de los fuegos artificiales es similar al estrés postraumático en “animales humanos”. Sin embargo, este efecto sería mucho más dañino en los perros, debido a que estos no tienen la capacidad de racionalizar su ansiedad, o la posibilidad de alguna respuesta cognitiva inmediata que les permita responder a su miedo. Pérdida de la audición en animales Por su oído más sensible, las explosiones de fuegos artificiales no solo les resultan más perturbadoras, sino que les pueden dañar más gravemente su capacidad auditiva. “Los fuegos artificiales pueden emitir sonidos de hasta 190 decibelios (110 a 115 decibelios por encima del rango de 75 a 80 decibelios, donde comienza el daño para el oído humano). Por lo tanto, los petardos generan un nivel de ruido más alto que el de los disparos (140 decibelios), y que el de algunos aviones de reacción (100 decibelios)”, detalla la entidad. Incluso refiere que los ruidos causados por la pirotecnia pueden provocar una pérdida de audición y tinnitus (fenómeno consistente en percibir golpes o sonidos en el oído que no provienen de una fuente externa, es decir, oír ruidos que no se corresponden con ningún sonido externo). La pirotecnia puede ser tóxica para los animales Otro punto que destacan entre las consecuencias negativas del uso de estos artefactos, son los efectos nocivos por partículas químicas. Los petardos son venenosos, y su explosión libera partículas nocivas como el polvo fino (PM10), respirable y tóxico, pudiendo empeorar enfermedades existentes y ocasionar otras. Por tanto, los fuegos artificiales representan un peligro para los animales que viven en las áreas donde se explosionan, o en ubicaciones relativamente alejadas cuando el viento transporta las partículas a la suficiente distancia, además del riesgo de ingestión de productos pirotécnicos. La proximidad de los animales a las zonas en que se elaboran los petardos les causa en muchas ocasiones quemaduras significativas y daños en los ojos. Resaltan que estos productos químicos también son peligrosos para gatos y perros, al igual que lo son en el caso de seres humanos con enfermedades respiratorias como el asma. El uso descuidado de los fuegos artificiales también puede ocasionar mutilaciones y accidentes mortales en los animales cercanos al evento, así como provocar incendios que dañan a animales. Recomendaciones para reducir el riesgo de la pirotecnia en animales Aunque el mensaje central es claro: no usar pirotecnia, Ibarra dio algunas recomendaciones para quienes conviven con animales y buscan atravesar las fiestas con mayor cuidado. 1. Evitar la pirotecnia explosiva. Si se utiliza, optar por alternativas sin estruendos. Es el primer y más importante paso. 2. Consultar con el veterinario con anticipación. “No se trata de dar un tranquilizante a último momento”, advirtió Ibarra. “Algunas medicaciones pueden generar efecto rebote o bajar peligrosamente la presión arterial”. Cada animal requiere un plan específico, según su edad y estado de salud y por eso, no se debe ir el último día. 3. En animales que debutan con la pirotecnia, no reforzar el miedo. “Lo mejor es actuar como si no pasara nada. En ese momento, darle algo rico, jugar, felicitarlo”, explicó. Consolar en exceso o abrazar al animal asustado puede reforzar la conducta de miedo. La idea es que no asocie el ruido con una experiencia negativa. 4. Acondicionar un espacio seguro. En perros y gatos, dejarlos dentro de la casa, en una habitación cerrada. En el caso de los gatos, incluso dentro de un placard: “La habitación cerrada más el placard atenúan mucho el sonido”. 5. Reducir el impacto sonoro. Dejar una radio o el televisor encendidos ayuda a tapar los estruendos externos. También es útil si la familia no va a estar en casa. 6. Nunca dejarlos atados. “Atarlos para que no se escapen es peligrosísimo. Se han encontrado perros ahorcados por el pánico”, alertó. Siempre es preferible un espacio cerrado y seguro. 7. Identificación visible. Colocar un collar con nombre y teléfono es clave para facilitar un eventual reencuentro. 8. Usar técnicas de contención. Una faja o venda elastizada colocada como un “abrazo” alrededor del cuerpo puede ayudar a calmarlos. “Ese ajuste les da contención y reduce la ansiedad”, explicó la veterinaria. “Cruzás una faja alta, como esas vendas para vendar las piernas, la pones por encima del cuello, cruzás por debajo del pecho, cruzas en el lomo, volvés a cruzar en la panza y la prendés con una trabita arriba en la grupa, en el lomito. Ese cruce de trapitos ajustados ayuda bastante a la contención para el perrito, lo calma bastante”. 9. Proteger también a aves y pequeños animales. Pajaritos, conejos, cuyis y otros animales deben ser resguardados en espacios donde el ruido sea mínimo.
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