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» Catamarca Actual
Fecha: 24/12/2025 08:39
Aunque se trata de una cirugía frecuente y, en muchos casos, de rápida recuperación, los especialistas explican que no todas las apendicitis son iguales y que el cuadro de la expresidenta fue más complejo de lo habitual. Según explicó el médico urólogo Guillermo Capuya, en diálogo con Modo Fontevecchia (Net TV y Radio Perfil), Cristina Kirchner no cursó una apendicitis simple, sino una apendicitis con peritonitis segmentaria, una condición que obliga a extremar cuidados y prolongar la internación. ¿Qué es una apendicectomía? La apendicectomía es la intervención quirúrgica mediante la cual se extirpa el apéndice vermicular, un pequeño órgano con forma de gusano ubicado en el inicio del intestino grueso. Durante años fue considerado un vestigio sin función, aunque hoy se sabe que cumple un rol en el microbioma intestinal, al alojar bacterias beneficiosas. Cuando el apéndice se inflama —generalmente por la obstrucción causada por restos fecales— se produce la apendicitis, una afección que puede aparecer a cualquier edad, aunque es más común entre los 10 y los 30 años. Por qué el caso de Cristina no fue “una operación más” En el caso de la expresidenta, la inflamación no se limitó al apéndice. Según detalló Capuya, también se vio afectado el peritoneo, la membrana que recubre los órganos del abdomen. “Fue una apendicitis con inflamación de una parte del peritoneo, una peritonitis segmentaria. Eso indica que la infección se extendió un poco más”, explicó el especialista. Esta situación no implica necesariamente mayor gravedad extrema, pero sí un proceso infeccioso más complejo, que requiere mayor control médico, antibióticos endovenosos y, en muchos casos, la colocación de un drenaje abdominal. En una apendicectomía laparoscópica no complicada, el paciente puede recibir el alta incluso el mismo día o al día siguiente. Sin embargo, cuando hay focos infecciosos activos o presencia de pus, los cirujanos suelen dejar un drenaje dentro de la cavidad abdominal. Ese drenaje funciona como una “válvula de escape”: permite eliminar secreciones y evita que la infección vuelva a acumularse, lo que podría obligar a una nueva cirugía. En el caso de Cristina Kirchner, ese drenaje continuaba colocado varios días después de la operación, lo que explica por qué los médicos optaron por no otorgar aún el alta. ¿Influye el estrés o la situación judicial? Ante las especulaciones sobre si el estrés, el encierro domiciliario o el contexto judicial pudieron haber influido en el cuadro, Capuya fue claro: “En medicina no existe ni nunca ni siempre. Pero, en general, la apendicitis no tiene relación directa con el estrés. Se produce por una obstrucción mecánica del apéndice que luego se infecta”. Cristina Fernández de Kirchner fue atendida en el Sanatorio Otamendi, donde históricamente sigue sus controles médicos. Según explicó el especialista, muchos presidentes y exmandatarios optan por clínicas privadas para evitar alterar el funcionamiento de hospitales públicos y porque allí cuentan con su historia clínica completa y equipos médicos de confianza. Lejos de una cirugía “menor”, el cuadro que atravesó la expresidenta requirió control clínico estricto, observación prolongada y cuidados postoperatorios específicos. La permanencia en el sanatorio responde, según los médicos, a criterios de prevención y seguridad, para evitar complicaciones mayores. Mientras continúa su recuperación, el caso volvió a poner en agenda que incluso las intervenciones más frecuentes pueden volverse complejas, y que el alta médica no depende del cargo, sino del estado real de salud del paciente.
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