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  • Alcohol y lactancia: claves para tomar decisiones y cuidar al bebé

    » Minuto Uno

    Fecha: 24/12/2025 01:06

    Alcohol y lactancia: claves para tomar decisiones y cuidar al bebé Victoria Soares, especialista en lactancia y puericultora, habló con minutouno.com sobre cómo impacta el alcohol en la leche materna, qué riesgos existen y cuáles son las recomendaciones para minimizar efectos en el bebé. El vínculo entre el alcohol y la lactancia suele estar rodeado de mitos, culpas y consejos contradictorios. ¿Una copa ocasional puede afectar al bebé? ¿Sirve extraerse y descartar la leche? Frente a estos interrogantes, la evidencia científica marca límites claros. Según e-lactancia (APILAM), el alcohol tiene una compatibilidad limitada con la lactancia y no se recomienda su consumo, ya que no se ha establecido un nivel de ingesta completamente seguro para el lactante. En este marco, Victoria Soares, especialista en lactancia y puericultora, explicó en diálogo con minuotuno.com lo que hay tener en cuenta si se decide ingerirlo. Uno de los puntos centrales es que el alcohol sí pasa a la leche materna. La concentración que alcanza es equivalente a la que se encuentra en la sangre de la madre en ese momento, y no se acumula ni se elimina más rápido mediante la extracción. “El consumo de alcohol en la lactancia suele despertar dudas, culpas y opiniones encontradas. Muchas madres se preguntan si una copa ocasional puede afectar a su bebé o qué medidas tomar en caso de haber consumido alcohol”, explica Victoria Soares, Especialista en Lactancia. Por este motivo, la práctica conocida como “pump and dump”, es decir, extraerse leche y tirarla, no acelera la eliminación del alcohol ni vuelve más segura la toma si el alcohol sigue presente en el organismo. En cuanto a los efectos en el bebé, el consumo de alcohol durante la lactancia —sobre todo cuando es frecuente o elevado— se ha asociado con sedación, irritabilidad, menor ganancia de peso, alteraciones en el desarrollo psicomotor y un posible impacto negativo en el rendimiento cognitivo a largo plazo. El riesgo aumenta de manera proporcional a la cantidad ingerida y a la cronicidad del consumo. En situaciones de consumo sostenido, incluso se han descripto cuadros graves como convulsiones, coma y riesgo vital en el lactante. La opción más segura es no beber alcohol mientras se amamanta. Sin embargo, si el consumo es ocasional, se recomienda planificar con anticipación. El tiempo de espera para retomar la lactancia depende principalmente del peso de la madre y de la cantidad de alcohol ingerida. Como referencia general, se aconseja aguardar al menos dos horas y media por cada bebida estándar: 330 ml de cerveza (5%), 140 ml de vino (11–12%) o 40 ml de licor (40%). Otra estrategia posible es contar con leche extraída previamente para saltear una toma. Además, hay un aspecto clave vinculado a la seguridad: no se recomienda colechar cuando se ha consumido alcohol, ya que aumenta el riesgo de accidentes y de muerte súbita. “Sabemos que el alcohol pasa a la leche materna en la misma proporción que se encuentra en la sangre de la madre, y que extraerse y descartar la leche no acelera su eliminación. Cuando el consumo es frecuente o sostenido en el tiempo, se han observado efectos negativos en los bebés, que pueden ir desde irritabilidad o sedación hasta alteraciones más importantes en su desarrollo. Por eso, es fundamental diferenciar un brindis ocasional en una celebración de un consumo crónico, que claramente implica mayores riesgos”, concluye Victoria Soares. La información confiable resulta clave para que cada familia pueda decidir sin culpa ni juicios. El objetivo no es señalar, sino ofrecer herramientas que permitan priorizar el bienestar del bebé y de quien amamanta, entendiendo que cada decisión debe ser consciente y basada en evidencia. Te puede interesar

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